TURN ME ON / SEUNGCHAN

6«Rudo».

La lluvia ya había mojado toda la calle cuando ambos chicos terminaron su kinesiología. Después de que Seungmin le haya apretado su cicatriz, el doctor especialista entró y todo lo que hablaron anteriormente quedó en el olvido. Ambos volvieron a sus ejercicios y se mantuvieron ajenos al otro.

Seungmin observó al salir el cielo con un brillo en los ojos que llamó la atención del mayor, supo de inmediato que al chico le gustaba la lluvia.

Él realmente no era fanático de la lluvia, prefería los días soleados, así disfrutaba más del día. Mientras que Seungmin podía permanecer horas y horas mirando a las nubes llorar a través de su ventana.

—Te llevo.—Chris le enseñó la llave de su coche con una sonrisa de superioridad.

—No es necesario.

—Vamos, esta lloviendo. —Le dió un ligero empujón con su mano, dándose cuenta de lo brusco que había sido ya que Seungmin terminó por tambalearse demasiado.
Debía tener cuidado de ahora en adelante, el chico no era como sus amigos, no era Jisung, ni Changbin. Seungmin era todo lo contrario a ellos, limpio, frágil y delicado.

—Puedo esperar a mi chófer, seguro no tarda en llegar.

Sabía que su chófer no iría por él, lo sabía porque este mismo había renunciado el día anterior, pues el chico era una persona demasiado exigente, que la gente a su alrededor renunciara resultaba normal últimamente y el chico comenzaba a acostumbrarse.
Pero no quería subir al auto de Christopher, después de todo, era un desconocido, confiaba en Changbin, pero no en su hermano. El aro en su labio, sus orejas perforadas, la cantidad de tinta en su piel le daban demasiada desconfianzay ahora ya sabía a qué se dedicaba.

Sin duda no podría subirse a su apestoso auto.

—Bien, como quieras. —Chris se encogió de hombros y trotó bajo la lluvia sin siquiera despedirse.

Seungmin suspiró, sabía que le tocaría caminar hasta el club de patinaje, solo esperaba que no hubiera demasiada gente en las calles, odiaba que se amontonaran.

Se colocó bien su abrigo para cubrir su cabeza y parte de su rostro y caminó sin apuro bajón la fría llovizna. Aquello lo hizo sentir algo triste, le gustaba, sin duda amaba la lluvia, pero odiaba la maldita soledad, así que volver solo y bajo la lluvia se volvía incómodo para su persona.

Se detuvo en una esquina, con el rostro casi empapado mientras el auto se detenía frente a él. Vidrios polarizados y apariencia oscura, no conocía mucho de autos pero sabía que aquel valdría una fortuna.
No se sorprendió cuando el vidrio de la ventana se bajó, dejando a la vista al corredor de carreras con una sonrisa en sus labios.

—Sube, alteza.

No protestó, se subió sintiendo sus orejas arder de la vergüenza, ahora Chris sabía que le había mentido. Se secó parte del rostro con el puño de su abrigo y vió como Chris volvía a sonreír de aquella forma que comenzaba a fastidiarle.

—Tienes un mustang... —Susurro Seungmin, viendo el tablero del auto con algo de asombro.

—No pensé que sabias de autos.

—En realidad no lo sé. —Responde. —Mi padre tenía uno como este... ¿qué modelo es?.

—Mustang mach modelo 1969. —Le dió una palmadita al volante, sintiendo orgulloso de decir aquello mientras los ojos de Seungmin volvían a la ventana. —¿Donde queda tu casa?.

—Debo ir a entrenar, supongo que sabes donde está el club.

Sus miradas coinciden una vez más, Chris nota las pequeñas gotas de su cabello deslizarse por su mejilla, su nariz está roja y su tes parece más blanca de lo que realmente es.
¿En serio pensaba entrenar en ese estado?.