TURN ME ON / SEUNGCHAN

19«Acercamiento».

Seungmin se remueve en la cama, lleva puesta mi ropa, por supuesto. Su estado es demasiado delicado, el doctor a un lado sigue anotando cosas sobre su estado mientras el pequeño chico parece tan confundido que no sabe que ocurre.

—¿Qué es todo esto?.—Mira los vendajes en sus brazos.—¿Chris?.

—¿Nos da unos minutos?.—El doctor asiente con su cabeza, saliendo de mi habitación.

—¿Qué es todo esto?.

Levanta su brazo, enseñándome la cantidad de vendas que hay en él, luego lo veo mirar sus piernas para finalmente levantar la parte superior de su ropa. Hay cubierto la mayor parte de su cuerpo.

—Dijiste que no te llevará al hospital, así que traje el hospital a mi casa.

Pone sus ojos en blanco, como si aquello le importara poco.

—Llevas dormido cuarenta y ocho horas, tu cuerpo no soportó la golpiza que te dieron. —Intento sonar calmado pero la verdad es que ya estaba comenzando a fastidiarme.—Dos de tus costillas derechas están rotas.

—¿Q-qué?.

—Necesitas al menos dos semanas de reposo, nada de esfuerzos, nada de ejercicio y debes alimentarte mejor.

Tiene la boca entreabierta.

—¿M-mis piernas?.

—Tus piernas están bien.

Sorprendentemente, sus piernas no estaban heridas. Supuse que entraría en pánico, probablemente creyendo que no podría volver a patinar.

Un suspiro relajado sale de sus labios.

¿Es que acaso no ha escuchado todo lo anterior?.

—Tus costillas están rotas.

—Te oí la primera vez. —Dice.

—Necesitas reposo.

—Ya lo dijiste.—Pone sus ojos en blanco.

—Nada de ejercicio ni entrenamiento.

Por primera vez parece comprender lo que intento decir, parpadea varias veces, y puedo notar como poco a poco sus ojos comienzan a bañarse en lágrimas.

Ay no.

¿Por qué siempre tengo que estar cada vez que llora?.

—Escucha, no te preocupes, solo serán dos semanas.

—Ha pasado un puto mes. —Está enojado, notoriamente enojado. —Debí comenzar a entrenar hace un mes, ¿que voy a hacer?, si sigo así probablemente no califique para...

—Seungmin. —Me siento a su lado sobre la cama, él limpia sus lágrimas con tanto pudor que me estremece.—Te ayudaré, ¿si?, haré cualquier cosa hasta que te recuperes al cien por cien y luego podrás patinar y...

—¿L-lo harás?. —Pregunta en un susurro, me detengo a mirarlo pero él no lo hace, está jugando con sus dedos. Parece un niño a quien acaban de regañar.

—Solo si quieres que lo haga, Minnie. —sus ojos me miran de repente. —No voy a ayudarte si no quieres mi ayuda.

Él no dice nada, sigue mirándome, como si acabara de decir algo que lo ha sorprendido pero no sé muy bien  qué. Una pequeña sonrisa se posa en sus labios y luego aparta su vista hacia alguna otra parte de la habitación.

—¿Cómo conseguiste ese médico?.

Le doy una mirada al señor de pie en la sala, sigue leyendo parte del historial médico de Seungmin.