Seungmin es un patinador artístico , famoso, majestuoso, delicado como la nieve, pero tan frío como el hielo, tan capaz de cortar con una sola palabra.
Christopher es un corredor de autos de carrera luchando por su sueño de ser el mejor. Ambos pasan...
Su tranquilo respirar me daba paz, su rostro mostraba una expresión relajada. Los médicos dijeron que toda su recuperación estaba yendo bien, no había complicaciones y eso era una buena noticia.
Sin embargo, aún permanezco a su lado, esperando que sus ojos se abran de forma repentina.
—Seungmin vé a descansar. —Felix pone una de sus manos en mi hombro. —Puedo quedarme hasta que venga Bin, no te preocupes por eso.
Yo...
—No quiero dejarlo solo.
—No estará solo, estoy aquí.
—Pero... —Aprieto la mano de Chris, sintiendo la angustia subir por mi garganta. —Pero ¿y si despierta y no estoy aquí?.
Felix pasa sus pequeños dedos por mi cabello, una tierna sonrisa se posa en sus labios. Aquello resulta tranquilizador.
—Descuida, te llamaré si eso pasa, ¿esta bien?, le pediré que te espere.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Bin no había ido al hospital hoy, se encargo de pasar a buscarme para salir a dar un paseo, dijo que nos vendría bien a los dos despejar un poco la mente.
Por más que quisiera olvidarme por unos segundos del tema, era imposible. Chris venía a mi mente en cada cosa que veía, el helado, las parejas caminando de la mano, incluso Bin me hacía acordar a él.
Pasó uno de sus brazos por encima de su hombro, comía su helado con su otra mano sosteniendolo y sonreía cada vez que cruzábamos miradas.
—Aprecio lo que haces, Bin.—murmuro.—Pero mi cabeza no deja de pensar en todo lo que pasa.
Changbin asiente.
—Lo sé, estoy igual.—Muerde el interior de su mejilla, Chris también hacia eso.—Ni siquiera puedo ver a mi madre.
—No la he visto por aquí estos días. —Pienso en voz alta. —¿Ella...?
—Volvió a su trabajo, es una forma de distracción para ella, siempre le funciona. —Niega con su cabeza de forma seria.—Esta enojada, no puedo culparla, ha insistido mucho en que dejemos este maldito deporte pero Chris siempre tuvo problemas con ese tema. Peleaban mucho por eso.
—Debe estar destrozada...
—Lo está, lo está desde que mi padre murió. —vuelve a negar lentamente con la cabeza.—Por eso lo he decidido.
—¿Qué cosa?. —Ambos nos detenemos en seco. Bin se aparta de mi y me da una triste sonrisa.
