13«Tensión».

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Changbin se había encargado de hacer miles de preguntas, las cuales no me atreví a responder. Él demostró lo preocupado que estaba y me disculpé con él muchas veces, aunque en el fondo sabía que sólo quería respuestas.
Finalmente me dejó en casa y esperé pacientemente la hora para mi turno en kinesiología.

Me esperaban malas noticias, lo sabía. Sabía que mi ausencia sólo empeoraba las cosas y eso retrasaría mi recuperación.
Y eso fue exactamente lo que el médico dijo.

"No puedo darte el alta aun, ni siquiera has venido estos últimos días...»

Demonios.

—Relájate. —Chris aparece cruzando la puerta. Lleva la ropa deportiva de todos los días, negra, por supuesto.—Podremos pasar más tiempo juntos.

—Uf, muero de ganas.

Ninguno de los dos ríe, él hace sus ejercicios en silencio, he notado que últimamente no ha usado sus auriculares.
Sus músculos se marcan sin problema alguna mientras los mueve de arriba abajo, en lentos movimientos mientras su ceño está ligeramente fruncido.

¿Hace cuánto tiempo lo estoy viendo?.

Aparto mi vista, sintiendo calor en todo mi cuerpo mientras siento su fría mirada en mi espalda. Era algo que pasaba últimamente, por alguna razón Chris detenía su ejercicio para verme estirar, seguramente cuidando de que no haga ningún tipo de movimiento brusco.

—¿Le has dicho a Bin lo que pasó?.

Me abro de piernas en el piso, viendo como se cruza de brazos esperando mi respuesta.
Recorro lentamente sus brazos con mi vista, inspeccionando aquellos grandes brazos completamente tatuados.
Hay espirales, enredaderas, ojos, navajas y creo notar lo que parece ser un lobo.

—¿Importa?.

—Sólo quiero saber si mi hermano sabe exactamente lo que pasó.

—No. —Hago sonar mi cuello. — Ni él ni tú tienen derecho a saber, estoy bien, eso es lo único que voy a decirles.

Esta fastidiado, es notorio, pone sus ojos en blanco, de tal forma que también hace un movimiento con su ceja que se me hace demasiado atractivo.
Pasa los dedos por su cabello, tirandolo hacia atrás y todo mi cuerpo tiembla.

Son lindas manos...

... muy lindas manos...

Siento calor en todo mi cuerpo, viendo como la imagen de él tocando su cabello comienza a ir en cámara lenta. Trago con dificultad, recordando sus manos en las piernas de esa linda chica. La forma en que intentaba seducirla tocándola, sus manos recorriendola, sus apretones y caricias.

Carajo.

—¿Te sientes bien?.

No, creo que estoy enloqueciendo.

—Siempre lo estoy.

Me pongo de pie, caminando hasta la barra a un lado y estirando mis piernas sobre ella. Lo escucho ponerse de pie, no me atrevo a girarme a verlo porque sé que está detrás de mí.
Una de sus manos me toma de la cintura, sujetandome mientras con su mano libre toma mi pierna y la estira hacia arriba.

—Déjame ayudarte.—Susurra sobre mi oreja, pegando su pecho a mi espalda mientras empuja mi cuerpo hasta atrás. —Derecho, Seungmin, tienes que estar derecho.

Que calor.

Mis piernas están temblando.

Puedo sentir los músculos de su pecho pegados a mi, es tan difícil mantenerme concentrado que no sé cuanto tiempo me mantengo con la pierna levantada. Cuando noto que ya ha pasado mucho tiempo, la bajo con cuidado, sintiendo sus dedos deslizarse sobre ella.
Me tambaleó cuando cambio de pierna, sus dedos me sujetan con fuerza, provocando que parte de la tela de mi vestimenta se suba.

—¿Estas bien?. —Pregunta, con su ronca voz.

Demonios, ¿desde cuando me gusta su voz?.

Quizás quedé estúpido desde que lo escuché en la mañana.

Puta madre.

—Si, estoy bien.

Siempre lo estoy.

—¿Puedes jurarlo?.

Retengo la respiración cuando sin aviso alguno, su mano ha subido a mi pecho, tirando mi cuerpo hacia atrás a tal punto de que mi cabeza chocó contra su hombro.

—Júrame que estas bien.

Mi chaqueta se ha deslizado por mis hombros, dejando al descubierto parte de mi piel.

—¿Por qué insistes tanto con esa mierda?.

Su mano sube por mi pecho, deteniéndose en mi cuello.

Ay...

¡¿Por qué me estoy dejando tocar?!.

¡¿Qué demonios, Seungmin?!.

—Si algo pasa, quiero que me lo digas.

—¿Y por qué yo haría tal cosa?. —El apretón en mi cuello se vuelve fuerte, pero no duele, hace aquello para obligarme a mirarlo.—Ni siquiera somos amigos.

—Olvidé que no sabes dar las gracias.—Suelta de forma brusca mi cuello, volviendo a pasar mis manos por mi pecho, abdomen y finalmente se detiene en mi cintura. —Solo quiero ayudarte, ¿acaso no lo demostré ayer?, ¿crees que cualquiera hubiera dejado que te quedarás en su casa?.

Será hijo de puta.

—Solo quiero que confíes en mi.

¿Por qué yo confiaría en él?.

—¿Por qué?, ¿es que acaso me quieres aún más cerca de lo que ya estoy?. —Me inclino hacia adelante, sintiendo sus dedos tomarme con más fuerza mientras levanto más mi pierna.—¿Realmente quieres ser mi amigo o solo te interesa la cantidad de dinero que tengo?.

—¿Por qué yo querría tu estúpido dinero?.

—Dímelo tú. —Él levanta más mi pierna.—¿Por qué querrías ser mi amigo si no?.

—No te equivoques. —Su cuerpo se pega al mío de tal forma que tengo que contener un jadeo de sorpresa. se ha inclinado sobre mí, alcanzando nuevamente mi oreja. —Yo dije que quería que confiaras en mi...

¿Q-qué es...?.

No que quería ser tu amigo.

Retengo la respiración, sintiendo una extraña sensación en mi cuerpo, presiona mi trasero de tal forma que creo que podría caer al piso en cualquier momento.

¿Eso es...?

¿Una erección?.

—C-Christopher es suficiente, me estoy acalambrando. —Intento fingir que no noto aquello, que solo es producto de mi imaginación y que mi cuerpo no está comenzando a entrar en calor por esa mierda.

No.

No mi cuerpo no puede excitarse por eso.
Suelta mi pierna, alejándose de mi mientras suelta una risa sarcástica que me eriza la piel.

Me mantengo en mi lugar por lo que parece ser una eternidad, él sigue su rutina con normalidad, como si nada hubiera pasado.

Quizás lo imaginé.

Tal vez solo... fue producto de mi imaginación.

—¿Seungmin?. —Su ceño se frunce ligeramente, mirándome algo sorprendido. —¿Estas bien?.

—Que si, ¡mierda!, ¡ya deja de preguntar!.

—T-tu nariz...

¿M-mi qué?.

Lo entiendo al instante, bajando mi vista y viendo varias gotas de sangre en mi ropa.

Puta madre.

Cubro mi nariz, notando como mi vista comienza a esfumarse mientras veo a Chris correr hacia mi antes de que mi cuerpo choque contra el piso. Me sostiene en sus brazos mientras pide ayuda pero no soy capaz de quedarme consciente.

Otra vez...

... me atrapó.

TURN ME ON / SEUNGCHAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora