TURN ME ON / SEUNGCHAN

35«EXCLUSIVOS. »

Christopher.

La piel del chico está caliente, como yo cada vez que lo toco. Su boca busca con desesperación la mía y me es imposible no sonreír con superación cuando lo tengo rogando por más.

—¿No que no dejarías que te toque?.

—¡No es momento!. —tira de mi cabello hacia atrás, sus besos invaden mi cuello y yo intento mantenerme calmado a pesar de que ya he clavado mis dedos en su cadera, haciendo que su cuerpo se presione aún más a mi.

Abandono su cadera para tomarlo de los hombros y detenerlo.
No quiero que se sienta obligado a hacer esto, no quiero que luego se arrepienta.

—Esto no es lo que quieres. —Digo en un susurro.—Tú no podrías estar con una bestia, con un bruto como yo Seungmin, deberías considerar a...

Frunzo mis cejas, cerrando mis ojos con fuerza cuando comienza a moverse sobre mi, una sonrisa se dibuja en sus labios.

—¡Déjame terminar de hablar!.

—Ya hablamos suficiente. —Murmura y obliga a mis manos a tocarlo, por supuesto que lo hago mientras su lindo culo se mueve sobre mí.—¿Crees que no quiero esto, Chris?, te hubiera mandado a la mierda sin problema si no lo quisiera.

Tiene razón.

Una risa orgullosa sale de su garganta, empuja mi cuerpo hacia atrás para obligarme a estar acostado mientras él sigue sobre mi.

—Ya no te ves tan intimidante. —Dice y puedo jurar que algo se encendió en mi.

Realmente estaba conteniendo mis ganas de arrancarle la maldita ropa con mis dientes, estaba siendo considerado ¡y él dice esta estupidez!.

—¡Demonios!.—Grita,cuando en un rápido movimiento lo tumbo en la cama. Sus piernas tiemblan mientras me encargo de volver a pasar mi lengua por su lindo cuello, mis manos van de su nuca a sus pechos, dejando leves apretones que lo hacen jadear.

Eso es...

Paso uno de mis dedos por su abdomen, bajando lentamente a la vez que nuestras miradas se encuentran, ya no me mira de la misma manera, parece asustado.

—¿Qué pasó, alteza?. Ya no se vé tan intimidante.

Sus labios se entreabren cuando juego con el elástico de los short que yo mismo le presté. Parpadea repetidas veces mientras me encargo de ir deslizando mi boca por sus pectorales, pasando mi lengua por sus pezones y bajando.

—Ch-chris...

—¿Quieres que me detenga?, no dudes en decirlo, Seungmin, me detendré ahora mismo si lo pides.

Como respuesta, el chico diamante dirige sus manos a mi, temblorosas y torpes en un intento de deshacer el nudo de mi pantalón. Le regalo mi mejor sonrisa y él pone sus ojos en blanco.

—Parece que alguien tiene hambre.

—¡Christopher!. —Cubre su rostro con ambas manos, incluso estas mismas han tomado un color rojo. —¡Eres un maldito cerdo!, ¿Podrías ser más romántico?.