TURN ME ON / SEUNGCHAN

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Minho se detiene en seco, abre mi puerta y me indica que baje.
Lo miro algo confundido sin saber que hacer exactamente.

—La casa de adelante es la de los Kim. —Susurra, como si alguien pudiera escucharnos. —No voy a ir, no quiero problemas.

—No entiendo, ¿qué pasa?.

Minho aparta su vista.

—No soy quien para decirlo, Seungmin lo hará... —murmura. —... lo hará cuando este listo.

Cierro la puerta en cuanto me bajo, Minho se queda en el auto mientras camino hacia la casa.
Sin embargo, me detengo detrás de uno de los árboles, viendo como la puerta de la casa se abre abruptamente.

Retengo mi respiración cuando lo veo. Seungmin camina de forma lenta por el porche, el señor a su lado sostiene una botella en su mano mientras le da un empujón.

Seungmin...

Mi corazón se detiene cuando el señor levanta su pie y lo pone sobre la espalda de Seungmin para seguido empujarlo por las pequeñas escaleras.
La puerta se cierra fuertemente después de eso, ni siquiera me dió tiempo a gritarle.

Seungmin no se levanta del piso, se hace bolita sobre el césped, escondiendo su rostro entre sus manos mientras los sollozos de hacen oír.

—Minnie...

Sus ojitos me miran, llenos de lagrimas a la vez que se pone de pie para abrazarme. Sus brazos me envuelven el cuello, esconde su rostro en el hueco de este mientras me aferro con fuerza a su cintura.
Todo su cuerpo tiembla, me encargo de tomarlo de las piernas para caminar con el en brazos hasta el auto de Minho.

Seungmin no dice nada en todo el camino, solo se aferra con fuerza a mi vestimenta mientras varias lágrimas siguen saliendo de sus ojitos.

Demonios, esto me rompe el corazón.

—Gracias por traernos, Minho, te debo mucho.

—No, esta bien, cuida a Minnie y puedes llamarme si necesitan algo.

Minho se va en cuanto nos deja en casa, los chicos se han quedado en silencio en cuanto me ven, Minnie aún sigue en mis brazos, esta vez dormido.

—¿Qué ha pasado?. —Pregunta Hyunjin en un susurro.

—No lo sé, lamento haberlos hecho venir hasta aquí.

—Está bien, somos amigos Chris.—Jisung me regala una sonrisa. —Seungmin nos preocupa, es parte de nosotros ahora.

Ellos también se van unos minutos después, aunque insistí mucho en que se quedarán a pasar lo que quedaba de noche, en realidad ellos no quisieron interrumpir.

Recuesto a Seungmin en la cama, viendo los rayos del sol iluminar aparte de la ventana y provocando que la habitación se vea más clara. Seungmin se acurruca en la almohada. Su mejilla está roja y algo hinchada, sin duda se trata de un golpe.

Me tomo el tiempo para inspecciónar su cuerpo con cuidado, pero no hay ningún otro golpe además de ese.

¿El hombre ese...?

¿Era su padre...?

Estoy a punto de levantarme de la cama para comenzar a hacer mis cosas pero su mano se aferra con fuerza a la mía. Sus ojos se abren de repente, confundido mira todo a su alrededor hasta encontrarse con mis ojos.

Sus ojos se llenan de lágrimas una vez más, parece tan triste que no sé qué hacer para hacerlo sentir mejor. Me suelta con lentitud, sintiendo vergüenza.