TURN ME ON / SEUNGCHAN

70«CHRIS»

Seungmin.

Corro por el pasillo, empujando a la multitud de gente. Mi corazón late con tanta fuerza que podría salirse de mi pecho, mis ojos se bañan el lágrimas buscando la puerta de su habitación.

Por favor...

... Por favor...

... Por favor...

... Espérame...

Hay un nudo en mi garganta, no puedo pasar saliva, no puedo ni siquiera respirar.
Mis piernas tiemblan al detenerme en la puerta de su habitación.

Mis manos se aferran a la tela de mi pantalón, temo entrar a esa habitación.

Lo que me espera del otro lado...
...no es bueno...

Abro mi boca soltando un suspiro a la vez que tomo el picaporte y tiro de él.
Mi respiración se detiene, todo el mundo parece detenerse en este mismo instante.

En el instante en que sus ojos y los míos se han vuelto a encontrar.

Luego de muchos meses.

No pierdo tiempo en correr hacia él y envolver mis brazos alrededor de su cuello. Su pecho sube y baja con rapidez al igual que el mío, corresponde inmediatamente ante mi abrazo mientras siento su respiración hacerme cosquillas el cuello.

—Estás aquí...

Dejo salir todas mis lágrimas, todas sobre él, sus frías manos recorren mi espalda en un intento de consuelo, no dice nada, solo respira. Su piel está demasiada blanca, sus heridas han sanado pero esa cicatriz le recorre la ceja, pasando por su párpado y termina en su pómulo.

Esta aquí...

Estoy aquí...

Sus ojos, algo apenados, vuelven a conectar con los míos, su boca se entreabre pero nada sale de ahí. Hay una pequeña mueca en sus labios que es acompañada de otra mirada, una mirada que nunca había visto antes...

¿Christopher...?

Christopher.

Changbin me mira desde el umbral de la puerta, habla por teléfono con suma paciencia mientras varias lágrimas salen de sus ojos. Sonrío, porque sé cuánto odia que lo vea llorar.

Inmediatamente aprieta su mandíbula y se gira para darme la espalda.
Unos minutos después vuelve a sentarse a mi lado, toma mi mano con cariño pero su mirada expresa otra cosa.

Preocupación.

—Hay varias cosas que debes saber. —Murmura. —Muchas cosas han cambiado y es mejor que lo sepas ahora.

¿De qué demonios habla?.

Sus labios se mueven, frunzo mi ceño intentando prestar la mayor atención posible. Habla de las carreras, los autos, de nuestra madre, los chicos, de Sana, las nuevas noticias y entonces se detiene.
Se detiene porque no puede seguir hablando, la puerta se abre de par en par y seguido unos brazos me rodean.

No soy capaz de reaccionar con rapidez, pero unos segundos después me atrevo a devolverse su abrazo. Su dulce perfume me da náuseas, por alguna razón aquello me hace feliz.
Sus lindos ojitos se iluminan gracias a las lágrimas, su labio tiembla, su nariz está roja y parece que se romperá en cualquier momento.

Podría haber dicho algo, podría simplemente haberle hablado, pero no lo hice.

El simple hecho de no recordarlo me hacía sentir dolor en todo el corazón.

¿Quién eres tú?.

—Él es...

—No importa. —El chico lo interrumpe, ganándose una mirada confundida de parte de mi hermano. —Lo importante es que despertaste y estoy... estoy muy feliz por eso Chris.

Vuelve a abrazarme y yo también lo hago, lo oigo llorar una vez más antes de verlo secar con fuerza sus ojos, como si no quisiera seguir derramando lágrimas.

Me duele.

¿Qué eres?.

¿Quién eres y por qué quiero llorar al verte?.