Marcada Como su Luna

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Dragos despertó en la pequeña habitación en la casa de Velkan y al mirar a su lado Ania no estaba, miró hacia la pequeña silla en un rincón y los lobeznos no estaban tampoco.

Lentamente se desperezó y se levantó, después de asearse abrió la puerta y se sorprendió al ver al alfa olfatear con ansiedad.


Drag- Se puede saber pulgoso que te pasa??

Velk- Desperté y mi futura luna no estaba a mi lado.

Drag- Duermes con ella y aun no la marcas?? tienes algun problemita con tu amiguito - dijo burlón.

Velk- Funciona mejor que el tuyo al parecer, mi oído es muy bueno y jamas escuche a Ania gemir desde que están aquí, tal vez es a ti a quien no le funciona - Dragos solo arrugo su frente.

Drag- Ania sabe de sus oídos como de su olfato y no me deja tocarla mientras estemos en tu casa.

Velk- Y yo a mi luna aún no la marco porque quiero que sea algo especial.


Ambos cayeron en un silencio mortal hasta....


Drag- Esa comida fue terrible, no hay que dejar que lo vuelvan a hacer.

Velk- En eso te doy la razón - dijo con una mueca de disgusto - Siena es terrible cocinando, jamás probé algo tan terrible.

Drag- Pues fijate pulgoso que Ania es mucho peor que tu luna cocinando.

Velk- Claro que no sanguijuela - dijo desafiante - mi luna en mucho peor cocinera que tu Eterna.

Drag- Pero mira cómo perdiste la cabeza, Ania fue la mejor en arruinar ese venado.

Velk- Veras como Siena lo arruinara mucho mejor la próxima.

Drag- Quieres apostar???- dijo furioso.


Discutiendo no se dieron cuenta que ya habían llegado a la sala y allí no había nadie, ambos extrañados dejaron fluir sus sentidos pero fueron interrumpidos.


Ozana- Hermano, Alteza - dijo tratando de recuperar el aire por la carrera que había hecho - deben venir rápido, es Ania y Siena ellas...- no termino de hablar ya que se encontraba sola en la casa.


Tanto lobo como vampiro corrían siguiendo el aroma y la energía de sus hembras y de pronto juntos se detuvieron en seco ante la vista.

En el campo de entrenamiento de la manada, Ania junto a Siena enfrentaban a los deltas, juntas espalda con espalda peleaban a la perfección, atacaban y se protegían al unísono.

De pronto Mihai entró en combate junto a Nandru y las enfrentaron, Nandru fue tras Ania pero una patada de Siena lo alejó, Mihai fue también por Ania y esta vez ambas lo taclearon y cayó al suelo, la imagen que sus respectivos compañeros tenían de ellas era una remera de tirantes, unos pantalones de cuero negro que se ajustaba a la perfección a su cuerpo revelando a la perfección las sensuales curvas de ambas, sus pieles sudadas por el ejercicio.


Tanto Dragos como Velkan no podían moverse y el pequeño gruñido excitado del lobo regresó a la normalidad al vampiro que en silencio suspiro para bajar la sangre que se le había ido a una zona muy específica.


Nahúm y Dimitri entraron en combate y Siena dejó libre a su loba y montando a Ania en su lomo enfrentaron a los vampiros.

LA REDENCIÓN DEL VAMPIRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora