Capítulo 10

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Las alumnas luego de presentarse fueron a sus respectivos asientos junto con los de su especie, Rosé se encontraba muy feliz al tener a sus amigas en su salón, pero también le generó curiosidad los nuevos demonios y por el rabillo del ojo vio que ellas eran conocidas del grupo de Jisoo, sin embargo, quién llamó su atención fue el demonio de nombre Chaeyoung porque sus ojos transmitían un brillo conocido para ella, el de querer algo. Se preguntó qué es lo que miraba con tanto entusiasmo porque en serio es como si estuviera contemplando oro puro, así que ni corta ni perezosa siguió su mirada que estaba fija en Mina.

¿Está mirando a Mina? Puede que se equivoqué, pero sus pensamientos cesaron al escuchar hablar a Lisa.

—Los ángeles no somos como los demonios, nosotros no practicamos el pecado del orgullo—refutó la rubia el comentario anterior antes que las nuevas alumnas ingresaran.

—¿Acaso no estás orgullosa de servir a tu Dios?—Moonbyul la puso en duda.

Lisa permaneció callada al no saber como contestarlo porque ella realmente estaba orgullosa de servir a Dios, pero si lo decía, ¿no estaría contradiciéndose? Y por si fuera poco, ¿no era algo malo? Se supone que el orgullo es algo malo y por eso es un pecado capital y la madre de todos los vicios o eso dijo su profesora.

Una risa la sacó de su mar de confusión.

—Queridos, deberían ver sus caras—Joohyun observó como el semblante de los ángeles cambió por completo ante la pregunta de su colega infernal, era de confusión mezclada con miedo—. Digan que no están orgullosos de servir al Todopoderoso, ángeles—retó.

—Suficiente Joohyun, no los molestes—tomó la palabra Yongsun salvándolos de la incómoda pregunta.

—¿Estoy haciendo algo malo al pensar que sí estoy orgullosa de servir a Dios?—habló Sana susurrando, pero todo el mundo la escuchó a la perfección.

—Por primera vez me alegro de ser profesora—dijo la princesa infernal Moonbyul burlesca recibiendo miradas feas por parte de los arcángeles.

—No estás haciendo algo malo, Minatozaki. Porque yo también estoy orgullosa de servir a nuestro Señor—con amabilidad y una sonrisa contestó Seulgi.

—¿Entonces por qué es un pecado?—esta vez fue Lisa.

—Por el Diablo, ¿no hay sentido común en el cielo?—bufó Moonbyul tocando su cara—. A ver, solo porque su capacidad cerebral es menor que la de un animal me tomaré la molestia de explicar.

A pesar que la profesora Moonbyul claramente los había insultado no hicieron ninguna protesta ante ello porque en serio querían saber la respuesta.

—El orgullo no es malo como lo hacen ver, lo que lo vuelve en un pecado es el extremismo de este. El tener orgullo nos permite reconocer lo que somos y sentir admiración por nuestros logros. Ahora piensen un poco, no es difícil, ¿es malo que se sientan orgullosos de ser ángeles y servir a su Dios?

—No—fue una rotunda negativa de Dahyun.

—Exacto, no es malo. ¡Por Satán y todo lo malo del mundo! Son ángeles y sirven al Todopoderoso, por supuesto que deben sentirse putamente orgullosos—de pronto en el rostro de los ángeles apareció una sonrisa—. Ew, no sonrían o vomitare—puso una mueca—. Y adivinando sus pensamientos se preguntarán, ¿qué pasa con los otros pecados? Es igual, recuerden, ustedes practican o practicarán los siete pecados capitales, pero es suficiente por hoy, vayan al receso.

Tienes una sonrisa de idiota, Manobal, Jennie confirmó que los ángeles vivían en una burbuja color rosa en donde solo se permitía la ignorancia porque sin duda alguna no han visto más allá de sus propias narices, piensan que todo lo que está relacionado con ellos es malo y perverso, bueno, lo es, pero no todo. 

La diferencia entre ellos y los ilusos ángeles es que conocen la naturaleza del pecado ya que viven y respiran con ello, por ende saben reconocerlo, pero los seres divinos de Dios también deberían saberlo al ayudar a los humanos en no desviarse en su camino al ir al reino de los cielos.

Pensaba que Manobal era más lista, recordó que por ella comenzó toda esa enseñanza.

Perdida en sus pensamientos llegó al comedor, pidió su comida y fue a sentarse con las demás.

—Oye Jennie, ¿qué le hiciste a la rubia esa en la mañana? Parecía un perro rabioso—comentó Chaeyoung con intriga.

—¿Qué rubia?—preguntó Somi al no conocerla.

—Manobal, la que está en esa mesa—la pelinegra le indicó con la mirada—. Digamos que le hice una pregunta incomoda—elevó la comisura de los labios al hacer memoria su travesura.

—Yo te hubiera volado los dientes—dijo Tzuyu encogiéndose de hombros.

—Quisiera ver eso—habló Jisoo con gracia.

Jennie puso los ojos en blanco y mejor se dispuso a comer, pero antes echó un vistazo a la mesa de los ángeles y vio a Manobal con cara de pocos amigos, sonrió al pensar que ella provocó su molestia.

Lisa luego de la clara explicación de su profesora cayó en cuenta que si nunca le hubieran hecho estudiar junto a los demonios ella en la vida se hubiera cuestionado algo sobre el pecado capital del orgullo o algún otro pecado de esa naturaleza, fue algo revelador y al mismo tiempo se sintió bien al ver que sentir orgullo no era necesariamente algo malo, lo único malo era que tuvo que tener compañeros demonios para percatarse.

Ahora estoy enojada de nuevo, recordó a un demonio en particular que fue el causante de que su mañana se echará a perder.

—Lisa, otra vez estás frunciendo el ceño—Rosé con el dedo le tocó el entrecejo—. ¿Es por lo de esta mañana.

—Sí—afirmó—, Kim Jennie es una babosa.

Lisa se tomó la molestia de ponerlas al corriente con lujo y detalles de la pregunta que le realizó la sinvergüenza de Kim Jennie.

—¿Desde cuándo te enojas fácilmente?—se sorprendió Mina ya que ella conocía muy bien al ángel de batalla.

—No me enojo fácilmente, solo con la absurda de Kim Jennie—bebió su jugo.

—¿Por qué solo con ella?—de una forma delicada le cuestionó Jihyo.

—No sé, hay algo que no soporto de ella—en verdad no lo sabía.

—Solo le hubieras dicho la verdad a su pregunta y ya, el hecho que te hayas enojado solo hace que quiera seguir molestándote más.

De la boca de Lisa no salieron palabras al darle la razón a Nayeon, ¿por qué se enojó tanto por una ridícula pregunta? En su mente no halló respuesta, en estos momentos incluso se sentía tonta por darle tanta importancia a una pregunta tan idiota. Era que responda no y punto, no es como si los ángeles pudieran mentir tampoco, así que su única opción era responder con la verdad.

Solo es una pregunta, pero por alguna razón no quería responderla, no a ella.


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Milagrosamente PecaminosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora