Capítulo 31

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Hoy era el día en que el ángel pelirosa cantaría una canción para Jisoo y ella solo podía pensar en que de seguro balbucearía como la tartamuda que es.

Si no vocaliza bien le voy a decir que se calle.

Ella no iba a esperar que terminé toda la canción si no puede cantar bien, debe hacerlo correctamente desde un principio o no perdería el tiempo con tonterías cuando puede estar gastando su tiempo en su amado hobby.

Arribó al lugar y ahí estaba el ángel esperándola con una guitarra blanca con detalles cafés en sus manos, supuso que el único instrumento que utilizaría sería su voz, pero aparentemente también puede entonar la guitarra, le estaba generando expectativas.

—¡Jisoo!—se le dibujó una sonrisa.

—Tan alegre como siempre, tartamuda. Estoy aquí, te escucho.

—S-si, umm... ¿p-puedes sentarte? P-por f-favor—solicitó nerviosa.

Se acomodó en el suelo frente al ser divino y notó las manos temblorosas de la contraria.

—Listo, comienza.

Rosé ya no dijo nada y se dispuso a cantar la canción que tanto le costó elegir, solo anheló desde el fondo se su corazón que al demonio de la Soberbia le guste, eso le haría muy feliz.

Las palabras salieron cristalinas, su voz aterciopelada y armoniosa acarició los oídos de Jisoo en un dulce hechizo en donde no era capaz de apartar la mirada, la sintonía con la que su hermosa voz y las notas musicales de la guitarra se complementaron fue sin dudas sublime.

"Rompiste mi corazón solo por diversión".

Los sentimientos que transmitía aquella canción lo pudo sentir debajo de su piel y no pudo más que caer ante la exquisita melodía que producía el ser divino.

—"Te llevaste mi corazón y me dejaste sin nada".

La manera en como sus rasgos faciales cambiaban dependiendo el verso que cantaba se debía en que cada línea transmitía un acto diferente y supo sacar provecho de ello, y al parecer la naturaleza quiso realzar aun más la belleza de la intérprete al mimar sus cabellos con una juguetona brisa y besucones rayos de luz que sin vergüenza iluminaron al ser divino, y ni hablar de las aves que se juntaron de seguro celosas por oír un canto más hermoso que el suyo.

La tartamuda se ve... hermosa.

—¿T-te g-gustó, Jisoo?—preguntó con un toque de miedo en su voz.

Rosé no supo como interpretar la expresión de Jisoo porque se veía igual que desde un principio, bueno, solo sus ojitos estaban abiertos un poquito más de lo normal. Intuyó que no le gustó y por eso se mantuvo en silencio, sintió picar sus ojos.

—Tartamuda es mejor que ni empieces a llorar porque tienes talento, me ofendería mucho que no lo creas cuando un miembro de la Soberbia te lo dice—mantuvo su semblante imperturbable.

—¿E-entonces si t-te g-gustó...?—susurró.

—Sí, me gustó.

Jisoo observó como la cara del ángel se puso roja y la cubrió con sus dos manos, aunque se podía ver una enorme sonrisa, ¿por qué se cubría? Otro misterio de la tartamuda.

—¿Por qué escogiste una canción triste? Supuse que cantarías una canción llena de brillitos y unicornios—esa fue la primera pregunta que invadió su mente al oírla cantar.

—Yo q-quise cantar a-algo q-que fuera de las d-dos... se m-me ocurrió el l-libro—bajó las manos del rostro aun apenada.

—¿El libro?—ahora entendía menos.

—S-sí, yo a-aun pienso q-que es triste y t-también fue la p-primera conversación r-real que t-tuvimos—la miró tímida.

La canción que cantó la tartamuda contenía letras y melodías muy tristes y por eso Jisoo entendió lo que quiso decir con eso del libro, no obstante, la letra era de un corazón roto, de enamorarse del ser equivocado y recordó la vez que secó sus lágrimas con sus plumas y las palabras que dijo aquella vez, ¿acaso dudaba de su juicio? Porque así lo sintió.

—Esa vez te dije que el amor genuino está reservado para seres como tú, ¿dudas de mis palabras?—achicó los ojos.

—N-no... solo q-qué tal vez s-sí soy ingenua c-como dices, ¿cómo v-voy a r-reconocer a la p-persona correcta?—colocó la guitarra a su costado y recogió sus rodillas—. M-me d-da miedo, Jisoo—nuevamente las rebeldes lágrimas escaparon de sus ojos.

Jisoo nunca se puso a pensar sobre las relaciones románticas ni el amor en sí y menos al ver los actos despreciables que comenten los humanos por el famoso "amor", en serio no entendía ese concepto de dar todo de sí, algunos incluso venden su alma al Diablo por el amor que dicen profesar.

Pero ahí estaba el ser más puro de todos llorando por miedo a enamorarse del ser incorrecto y que destruyan su frágil corazón. Suspiró negando con la cabeza.

Se acercó y de un tirón acomodó al ser divino en sus piernas mientras con la mano colocó la cara de la tartamuda en su pecho y con la otra mano rodeó su cintura.

Rosé se conmociono por la acción tan repentina del ser infernal, sus ojos se abrieron en par en par, el cuerpo de Jisoo era muy cálido como las noches de verano y eso ciertamente le abrigó el corazón.

—Los demonios sabemos reconocer a los imbéciles, cuando tengas alguien en mente dímelo, yo me encargaré de mandar a la mierda a todos los indignos que quieran aprovecharse de ti—hizo una pausa—. Puedes amar con plenitud.

—¿M-me vas a p-proteger, Jisoo?—manifestó con un hilito de voz.

¿Proteger? De seguro a la tartamuda se la metió un payaso para decir tal ridícula broma. Ella estuvo tentada a empujarla, pero otra vez esos ojos fueron los culpables de todo.

—Sí, yo voy a proteger tu corazón, tartamuda. Así que solo por esta vez te permito llorar todo lo que quieras.

Rosé ya no sabía porque lloraba si las palabras que dijo Jisoo fueron muy gentiles y tibias que su corazón brincó de felicidad, pero su tristeza no se quería ir hasta que entendió el motivo de su aflicción.

Me gustas, Jisoo. Me gustas mucho.

Ahora comprendía porque sentía una desazón en el pecho con la mínima cosa mala que Jisoo le decía, en el camino de querer ser su amiga su corazón fue cayendo ante las pequeñas acciones del demonio frío y orgulloso, pero ella lo sabía muy bien dentro sí que Jisoo jamás la vería con otros ojos.

Comprender aquello fue horriblemente triste.


Porque ustedes lo pidieron hermosísimos Reds aquí un cap, nos vemos el miércoles c:

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Psdt: la canción que canta Rosé es Gone

Milagrosamente PecaminosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora