Milagrosamente Pecaminoso

Capítulo 30

Rosé caminaba en círculos en el jardín de su casa. Ya transcurrieron los tres días y mañana sería el día que cantaría frente a Jisoo y aun no sabía que canción elegir o más bien tenía demasiadas opciones a la mano. Les preguntó a sus alitas que canción sería la ideal para Jisoo que es un demonio de la Soberbia, pero no obtuvo nada.

¡Alitas bobas! Puso un puchero.

En serio quería impresionar a Jisoo el día de mañana, pero temía no hacerlo y que la demonio sea como un principio en donde no quería ser su amiga, ese simple pensamiento hizo que su ánimo decayera. Ella solo quería conocerla y poder conversar aun mas, ¿acaso eso era mucho pedir? Tal vez sí lo era porque pasar tan poquito tiempo con ella ya no le era suficiente.

—Si no te gusta no me vas hacer llorar, ¿verdad Jisoo...?

Fue un susurró ahogado que se lo llevó el viento y por un pequeño instante deseó que sus palabras alcanzaran al ser infernal.

—¡Rosé!

—¡Jesús! ¡Lisa no me asustes!—se tocó el pecho—. ¿Qué pasa? ¿Estás bien—notó su agitación.

—Necesito hablar contigo de algo—la rubia la miró suplicante.

—Bueno, ven, voy a preparar chocolatito—se fue a la cocina.

Ella supuso que debía ser algo muy importante para que Lisa llegue a su casa con un semblante perturbado, ¿habrá pasado algo en sus entrenamientos?

—Listo—le sirvió en una taza—, ¿qué es lo que me vas a decir?

Observó como su mejor amiga buscó la mejor forma de explicarle la situación que le acontecía, se tomó su tiempo hasta hallar las palabras que creyó adecuadas.

—Creo que Jennie es mí, ¿amiga?—no era la palabra ideal, pero no sabía que otra ponerle.

—¿Jennie? ¿La misma Jennie que le dices demonio feo?—tomó un sorbo.

—Sí ella misma, pero no le digas demonio feo...

Solo yo puedo decirle de esa manera, pensó Lisa con una pequeña sonrisa.

—¡Eso es genial Lisa! ¡Eres amiga de un demonio! ¡Hay que celebrar!—dio pequeños aplausos.

—Lo sé, solo que no estoy segura—suspiró—, cuando estoy con ella el ambiente se pone raro, yo me pongo rara.

—¿Raro? No entiendo—inclinó la cabeza.

—Solo es raro... no sé cómo explicarlo—se revolvió el cabello suavemente.

—Lo que me dices de esto "raro" o cuando tú te pones rara, ¿te hace sentir triste o mal?

—Umm... no, para nada—puso un dedo en su mentón—, solo me pongo nerviosa y quiero estar muy cerca de ella.

—Entonces no hay nada por lo que preocuparse, si tú te sientes bien es lo que cuenta—Rosé aseveró afirmando con su cabeza.

—Tienes razón, gracias pequeña Foodsé, necesitaba alguien que me escuchara y no les digas a las chicas aun, yo les diré después—le acarició el cabello—. Mejor cuéntame, ¿cómo te va con ese demonio?

—De acuerdo y muy bien solo que mañana le dije que voy a cantar una canción y no sé cuál escoger—infló sus cachetes.

—Wow, así que mi pequeña Foodsé le va a cantar a un demonio, ¿debo ponerme celosa?—comenzó hacerle cosquillas.

—¡Lisa, para! ¡Me voy hacer pipí!—trató de apartarla, pero la rubia era más fuerte.

—Mucho mejor, parecías un poco triste—le sacudió el cabello—, tal vez debas cantar algo que las dos tengan el común.

—No se me ocur...

¡El libro¡ Lo que tenían en común es que ambas han leído el mismo libro.

—¡Eres una genio Lisa! ¡Ya sé que cantar!—abrazó a su mejor amiga—. ¡Vamos a festejar comiendo pastelitos!

Rosé arrastró a Lisa a su tienda favorita, mañana sería un gran día.

Espero que te guste mucho, Jisoo.

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En el infierno exactamente en el Tercer Círculo Jennie y Jisoo tomaban whisky.

—Jennie, creía que me conocías lo suficiente para esto—hizo movimientos circulares en su vaso.

—Es por eso que lo hago—pidió otra ronda al mesero.

—¿Ah, si? Pues me parece que no, lo que hagas tú y el ángel al que te coges no me importa. Así que mejor dime, ¿qué es lo que realmente quieres?—dejó su bebida de lado.

Y Jennie lo sabía, sabía a la perfección que a la mayor le valía una mierda lo que haga o deje de hacer en su vida personal, podría cogerse a todo un batallón de ángeles que ni siquiera preguntaría por ello.

Y como siempre su propósito oculto fue descubierto por eso ojos gélidos como la obsidiana.

—No me estoy cogiendo a nadie y menos al ángel que mencionas, no como tú que ahora incluso los salvas—contratacó.

—Oh, te refieres a la tartamuda, sí, lo hice, ¿hay algún problema?—apoyó los codos en la mesa entrecruzando sus dedos mientras apoyó la quijada en ellos.

—No lo ocultas, ni mientes, ¿por qué lo hiciste?—se tomó el contenido del vaso de un solo trago.

—Mentir y ocultar es para quiénes son inseguros, inferiores y patéticos, ¿por qué un admirable miembro de la Soberbia lo haría? Y bueno, digamos que la tartamuda es un caso especial—arrugó la comisura de los ojos.

Es la única que está dispuesta a leer los libros que le recomiendo.

—¿Especial? Por favor tú crees que eres la única especial y ahora das tal título a un ángel qué...

—Así que es eso—interrumpió—. Toda esta patética reunión por un ángel, tu ángel—una sonora risa abandonó sus labios—. ¿Qué tan insegura y desesperada debes estar para buscar mi aprobación?

—¡¿Q-qué?! ¡N-no soy i-insegura!—su rostro perdió color.

—Alto ahí, a la única que le acepto que hable como retrasada es a la tartamuda, a ti no, así que es mejor que empieces hablar bien si no quieres que me largue—fue tajante.

—No soy insegura ni estoy desesperada, yo no soy así y lo sabes—su mirada fue fría.

—Lastimosamente para ti, te conozco mejor que tú misma.

Jisoo se levantó y del bolsillo extrajo unas cuantas monedas para pagar lo que consumió. Ya no había necesidad de permanecer ahí cuando descubrió lo que el demonio de la Lujuria ocultaba con recelo.

—Jennie—puso una mano en su hombro—, sé que no eres un miembro de la Soberbia, pero eres un alto rango que pertenece a la Lujuria, ¿acaso debes pensarlo más?

Con eso Jisoo se fue dejándola a la deriva en un mar de confusión que de ello solo resaltó una idea.

—No soy como tú, Jisoo. Yo no puedo decir que un ángel me agrada mucho...

Ella solo quería aclarar lo que la mayor vio en esa mañana, jamás pensó que las cosas se iban a tornar de esta manera. Pero fue su culpa, porque desde un principio jamás hubo nada que aclarar, no cuando a Jisoo le daba igual.

Solo quería hablar con alguien de esto, pero tal vez Jisoo no fue el demonio correcto, ¿o si?

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