Capítulo 26

6.3K 919 225
                                    

Lisa caminó a través del campus sin ningún rumbo fijo, sintió una gran necesidad de querer respirar aire fresco. Esta mañana no vio a Jennie puesto que el trato terminó al enseñarle ronronear con éxito, su mañana fue un poquito solitaria al igual que las anteriores a esa.

Eres entrañable demonio feo.

Sus pies llegaron a un edificio que no había visto antes, ingresó y no había nadie en ese lugar.

—¿Tenemos piscina?

¿Por qué ninguna de sus profesoras lo mencionó? Hubiera pasado una gran cantidad de tiempo en ese lugar disfrutando de sumergirse en el agua y refrescarse en vez de en cuando. La piscina era grande y por lo visto temperada.

—¿Qué haces aquí?

Lisa volteó al instante y vio a Jennie junto a Luca caminando hacia ella.

—Lo acabó de descubrir, ¿y tú?—acarició al minino.

—Estaba siguiendo a Luca, al parecer me lo quería mostrar—sus ojos recorrieron el sitio.

—Luca es todo un explorador, ¿verdad campeón?—lo alzó muy alto para girar con él.

—Te ves ridícula—colocó las manos en la cadera.

—Luca lo está disfrutando, no arruines el momento Jennie o te haré lo mismo que a él—puso en el suelo al felino.

—¿Ahora incluso me amenazas? Qué atrevida resultaste ser para llamarme por mi nombre sin mi permiso, Lisa—sonrió malévola.

Fue ese momento que el ángel se percató que ha estado llamando al ser infernal por su nombre, si era sincera consigo misma no se dio cuenta de ello. Decir su nombre resultó muy natural.

—Hace un segundo dijiste mi nombre así que estamos a mano—se estiró—, y no fue una amenaza, lo voy hacer si sigues molestando, demonio feo.

—¿Ah, si? Te veo­—retó.

Lisa la alzó desde los muslos y se puso a girar con ella de manera rápida.

—¡Lalisa más te vale bajarme! ¡Ángel idiota!

Las manos del demonio se aferraron a sus hombros y sintió como sus uñas se clavaron en ella, pero no se detuvo y se partió de risa. Cuando decidió que era suficiente paró.

—¿Ves? No era una amenaza­—esbozó una sonrisa sin bajarla aun.

Jennie gruñó por el atrevimiento del ángel, no obstante, ver su inmensa sonrisa ocasionó que sus ojos vean algo en específico, sus labios. Su mano derecha se dirigió al rostro del ángel y con el dedo pulgar acarició los labios de manera continua, todo bajo la atenta mirada de Lisa.

Son demasiado suaves y gorditos, parecía que entró en trance.

Lisa aun la sostenía, pero su agarre comenzó a tornarse débil ante las cálidas caricias del demonio, dirigió su mirada a los ojos de Jennie y fue demasiado, las pupilas se hallaron dilatas y se relamió los labios.

Con peligrosidad vio como el demonio fue acercando su rostro al de ella, y sí, fue demasiado.

Ambas cayeron a la piscina.

—¡Ángel idiota! ¡Por tu culpa ahora estoy mojada!—la pelinegra sacudió sus alas al salir del agua—. ¡Me largo!

Lisa observó como el demonio de la Lujuria se fue a zancadas del sitio y por unos segundos no reaccionó y se mantuvo en la piscina.

Casi beso a Jennie.

Se sumergió por completo en el agua y gritó, su cerebro iba a toda velocidad para justificar lo que estuvo a punto de hacer porque si sus piernas no le hubieran fallado hubiera recibido un beso de Jennie.

Con fuerza nadó de extremo a extremo, necesitaba que sus pensamientos se detengan, no quería pensar más.

Ese día Lisa no entró a clases.

━━━━━━✧♛✧━━━━━━

Jennie abrió la puerta de su casa y fue directo a tumbarse en la cama. Lo que pasó en la mañana con Lisa la tuvo a mal andar, no se podía concentrar en clases y si era sincera con ella misma agradeció la ausencia del ángel. Con la yema del dedo pulgar rozó suavemente sus labios recordando la textura del ser divino.

Son muy diferentes.

Los labios de la rubia eran rellenitos y esponjosos mientras que los de ella eran tersos y finos.

—Soy miembro de la Lujuria, es normal.

Con ese razonamiento ya no se sintió tan fuera de sí y recobró la compostura que perdió desde la mañana, el ángel Manobal aunque no le guste admitir, era una obra divina, un ser angelical hermoso y ella como el buen miembro que es de su casa sabe apreciar la belleza, además, si se hubieran besado no sería ningún problema ya que un beso no significa absolutamente nada, por favor, es un demonio ni siquiera el sexo significa algo para ella y un miserable beso era lo de menos, solo sería otra más en la gran extensa lista de Jennie.

Sería un logro para La Casa de la Lujuria si un ángel llegara a caer a sus pies incluso tal vez reciba una mención honorífica por sacrificarse en tan noble labor y consiga una mejor posición en la Lujuria, aunque ya la tenía, tal vez no tan alta como Jisoo, pero su presencia no era ni podría ser ignorada.

Llamó a Luca y se dedicó a darle mimos a su compañero nube, desde que tenía al gatito en su casa ya no se sentía solitaria y era más ameno pasar en ella. Fue lo único bueno que sacó del trato con el ángel, sus neuronas se conectaron hasta dar una brillante idea que prometía mucha diversión.

—Mañana será divertido—sus labios se curvaron malévolos.

No iba a perder la oportunidad de sacar de casillas a Lisa, no cuando tiene una gran oportunidad en bandeja de plata, ¿cuál será su reacción? De seguro se molestará y le diría demonio mugriento su más grande "insulto", o sí, mañana lo disfrutaría y el ángel rubio sería parte de ello o más bien el objetivo de burla.

—¡Como me encanta ser demonio!

Rio de gran manera con Luca en sus brazos. Estaba deseosa de ver a Lisa el día de mañana. 


Bueno Reds aquí tenemos el bonus y con esto finaliza la maratón, espero que les haya gustado mucho, nos vemos el lunes pasen un lindo fin de semana c:

Milagrosamente PecaminosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora