Milagrosamente Pecaminoso

Capítulo 17

El ángel pelirosa nuevamente siguió a Jisoo desde lo lejos, se estaba convirtiendo en una costumbre aquello. Observó como la demonio giró a la derecha del pasillo así que ella también hizo lo mismo, pero chocó contra algo.

—¿Por qué me sigues?

Rosé llevó su mano hasta la nariz para sobarse, tuvo suerte de no caer hacia atrás por el impacto.

—Te estoy preguntando, responde—Jisoo alzó el mentón altiva.

De cerca es aún más hermosa, el ángel se halló sin palabras, era la primera vez que tenía tan cerca a la demonio, prácticamente cara a cara, subió un poco la mirada puesto que Jisoo era ligeramente más alta que ella.

—Y-yo... s-solo—apartó sus ojos de ella, era demasiado—. L-lo siento...

Quiero llorar.

Sus ojos se aguaron y ocultó su rostro con los mechones de cabello, ¿por qué era tan difícil acercarse a Jisoo? No podía ejecutar bien las palabras al estar cerca de ella sin sentirse nerviosa. Rosé escuchó como la demonio rechistó con la lengua y se fue sin decir nada, ella creyó que fue lo mejor ya que si decía otra cosa más hubiera llorado ese mismo rato y sin duda cualquier oportunidad con la demonio se echaría a perder.

¿Si quiera tengo oportunidad?

Solo quería conocerla y poder ser su amiga, más su meta empezaba a desvanecerse y con ella su determinación.

Dio media vuelta y salió de ahí rumbo al comedor cabizbaja, necesitaba a sus amigas, necesitaba a Lisa.

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Jisoo se percató que alguien la estaba acechando, pero jamás se le cruzó por la cabeza que pudiera ser el ángel tartamudo. ¿Acaso no le era suficiente con el invadir su tiempo de esparcimiento? Porque una cosa era las penosas miradas que recibía en clase por parte del ángel, pero otra cosa muy distinta es fuera del aula.

Sé que soy una obra de arte, pero no quiero a un ángel siguiéndome.

El demonio de la Soberbia estaba acostumbrada a que los seres infernales la persigan y besen sus pies por una posibilidad casi inexistente de que ella voltee a verlos aunque sea por un segundo, la belleza de Jisoo era muy bien conocida en el infierno y, ahora, un ángel tomó conciencia de ella al parecer.

Ella se sentía muy orgullosa por su capacidad intelectual y no creía posible que sea incapaz de comprender las acciones del ángel, si le provocaba tanto miedo hasta el punto de querer llorar entonces, ¿por qué mierda la seguía? Era simplemente estúpido.

Estuvo a punto de enviarla por un tubo, sin embargo, sus orbes color topacio la capturaron, y por primera vez, no logró descifrar lo que oculta aquella mirada.

Cielo, sus ojos me recuerdan al vasto cielo, solo que ahora era tapado por la lluvia.

Jisoo tomó la decisión de irse de ahí, porque si antes estaba molesta ahora se halló furiosa. Necesitaba despejar su cabeza, así que con premura se dirigió a su selecto lugar de lectura.

La tristeza del ángel le generó rabia y, eso, fue nuevo.

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Lisa comía tranquilamente con sus amigas hasta que vio llegar a Rosé, era la tristeza andando. Se puso de pie y fue hasta ella, la envolvió en un cálido abrazo y le invitó a sentarse para que le cuente lo sucedido, pero antes fue a la barra y pidió un delicioso pastel de vainilla su favorito.