Capítulo 34

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Rosé abrazaba a su almohada mientras reiteradas veces rodó por la cama con el objetivo de buscar comodidad y quedarse dormida, pero su resultado no fue efectivo, seguía despierta pensando en el demonio que se apropió de su mente.

Aun recuerda con claridad ese día en que Jisoo la consoló de la forma más bonita que pudo dar alguien de la Soberbia y, probablemente, ha sido el único ángel en recibir tal demostración porque no estaba segura si ella era así con sus amigas demonio.

Se sintió especial.

Pero también fue el día en que se dio cuenta de sus sentimientos hacia Jisoo y que en verdad le gustaba mucho.

—Es tu culpa Jisoo, eres muy hermosa—infló los cachetes.

Aunque también le echó la culpa a los pequeños detalles que el demonio de la Soberbia tuvo con ella, ¿cómo no caer ante ella cuando le dijo que iba a proteger su corazón? Y no hay que olvidar que le garantizó que ella puede amar libremente y con plenitud, eso no fue justo.

—¿Que voy hacer? ¿Alitas que debo hacer?—enterró el rostro en la almohada.

El ser divino no sabía qué hacer para estrechar aún más la distancia con Jisoo, no es que no sea algo cercana al ser infernal porque en los últimos días hubo más intercambió de palabras aunque mayormente era ella la que hablaba y Jisoo la escuchaba, siempre la escucha.

Quiero que me abrace...

Nuevamente deseó sentir aquellos brazos envolviéndola en un calientito abrazo y su mano acariciando su cabello de la forma más delicada y torpe.

—¡Eso es!—abandonó la cama al tiro.

Era muy simple lo que tenía que hacer, solo debía conquistarla y listo, sus alitas era muy inteligentes.

Fue dando saltitos hasta llegar al escritorio y en un cuaderno pequeño se dispuso a escribir con una sonrisa dibujada en el rostro.

—Listoooo, ya está—soltó una risilla. Alzó el cuaderno y miró lo que escribió en la primera hoja.

"Pasos a seguir para conquistar a Jisoo".

Satisfecha con el título y con los corazones de varios colores que adornaron el nombre del demonio se dispuso a escribir dichos pasos, ¡su plan era infalible! Sus alitas se movieron muy contentas por el resultado, ahora sería capaz de conquistar al ser infernal.

Repasó cada uno de los puntos escritos y los cuáles emplearía el día de mañana en orden o dependiendo como se desarrolle su a proximidad. Antes de irse a dormir apegó el cuaderno a su pecho para luego besar dulcemente el nombre de Jisoo, sus mejillas se sonrojaron.

Ya verás, voy a gustarle a tu corazón o dejaré de comer pastelitos.

Apagó las luces y colocó el cuaderno en la cómoda, no obstante, hubo un problema, no era capaz de dormir al sentir que le faltaba algo.

Estiró la mano y sujetó el cuaderno contra su pecho, dormiría abrazada a él. Eso era lo que le faltaba.

—Dulces sueños, Jisoo...

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Jisoo se tomó su tiempo para ingresar al salón de clases, generalmente era una de las primeras en llegar y así poder leer a gusto en el confortable silencio, fue a sentarse a su puesto y se dispuso a disfrutar de su pasatiempo.

Aunque estaba teniendo ligeros problemas para concentrarse en la lectura y todo se debía a la tartamuda y en la promesa que realizó aquel día en donde ella protegería su corazón.

Ella lo iba a cumplir como el respetable miembro de la Soberbia que era o sería una vergüenza porque incluso hasta el Diablo cumple con los tratos y ella no sería la excepción, de hecho, era muy fácil hacerlo porque ella reconocía a los seres viles y sin valor, pero el problema radica en que no conoce a profundidad la raíz de todo ese embrollo, el amor.

¿Cómo sería capaz de identificar el amor verdadero cuando nunca lo ha sentido? Ese era el obstáculo de Jisoo para cumplir su promesa con el ser divino y el hecho de no ser apta para ello hirió su orgullo, ¿cómo es posible que no sea competente? Sería una burla.

Soy la mejor, esto no es problema.

No dejaría que esa ridiculez ponga en juego su reputación, por supuesto que no.

¡Voy a leer todos los malditos libros románticos que seré la maldita doctora corazón!

Esa tartamuda debería dar gracias a su Dios que ella haya hecho esa promesa de mierda. Pero si lo piensa mejor es totalmente la culpa del ángel y su mirada angelical color cielo, Jisoo se convenció de ello.

Se percató que su comportamiento se salía fuera de lo usual cuando la tartamuda lloraba, recordó todas las veces que actuó "irracional" y no era normal, no para ella que le importaba una mierda su alrededor, pero ahí estaba abrazando a un ángel llorón con miedo que rompan su corazón.

Eres demasiado buena para este mundo, por eso eres un ángel.

Los pensamientos de Jisoo se vieron interrumpidos por el ingreso de sus profesoras, ¿cuándo se llenó el salón? Estuvo demasiado ensimismada en su mente.

—Hoy hablaremos de la tercera Virtud Celestial, la Caridad—el arcángel Yongsun habló con claridad—. La gracia que rige la Caridad es Jung Wheein. Así que demonios, ¿cuál fue el mayor acto de caridad en el mundo?

Jisoo iba a responder hasta que la mirada de la princesa Moonbyul la interceptó con el claro mensaje de que no debe hacerlo, supuso que era para que sus compañeros demoníacos participen.

—Cuando Jesús murió por los pecados de todos los humanos—respondió Somi apoyada en el respaldar de su asiento.

—Muy bien, es como dice su compañera. La caridad es "el amor puro de Cristo", ¿por qué dicen esto? En un pasaje de la biblia hablan con más detalle, Jihyo ya que esta es tu Virtud, ¿me puedes recitar Colosenses capítulo tres versículo doce hasta el catorce?—incitó.

—Sí, la palabra de Dios dice así "Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos los unos a los otros, y perdonándoos los unos a los otros si alguno tuviere queja del otro; de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de caridad, que es el vínculo de la perfección"—finalizó Jihyo con una sonrisa.

¿Perdón? Es una palabra que jamás ha salido de la boca de Jisoo y la cual nunca piensa decir, la Soberbia no perdona porque ellos siempre tienen la razón y lo ha confirmado por ella misma al tener argumentos basados en la lógica y certeza, hasta ahorita nadie le ha hecho ver lo contrario y dudó que exista alguien así.

Volteó a ver a la tartamuda que la miraba de una forma muy, ¿brillante?

¿Ahora qué le ocurre?

La siguió viendo y con un gesto sutil le saludó con su mano balanceándola de lado a lado, por suerte nadie la notó. Eso fue nuevo, Jisoo ahora la entendía menos.

Ella movió la cabeza para corresponderle el saludo antes de seguir con su clase o más bien distraerse con el fuerte suspiro de Jennie, ¿acaso hoy era el día de actuar anormal? Fue la primera vez desde que conocía al demonio de la Lujuria producir aquel sonido y apostaba su colección de libros que ese suspiro se debía al ángel que no conocía.

Los ángeles nos hacen comportarnos de forma inesperada, ¿verdad Jennie?


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Milagrosamente PecaminosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora