13. La nueva novia

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Esa noche tuvo una pesadilla y volvió a llorar por lo que ya no tenía, pero cuando se despertó asustado descubrió que Connor estaba a su lado para calmarlo.

-Hey, mi amor- llamó y tomó su cara entre sus manos- todo está bien, te dije que nunca te dejaría.

-¿Connor?- preguntó incrédulo, con lágrimas en sus ojos.

-Ay, loco, claro que soy yo- soltó una risita pero su rostro cambio por completo al notar que Peter estaba llorando-. Estoy a tu lado, siempre voy a estar a tu lado- se puso de pie y caminó hacia la ventana, Peter lo siguió con la mirada-. Pero me tengo que ir, ya no pertenezco a este mundo.

-No- también se puso de pie y trató de tomar la mano del chico pero se desvanecía-. No…

-Soy tuyo, Peter, y mi lugar está a tu lado- se dio la vuelta y lo miró a los ojos-; nunca vas a estar solo porque yo estaré contigo, no me vas a ver pero yo a ti sí, voy a tomar tu mano para guiarte cuando no sepas dónde ir, voy a levantarte cuando caigas, voy a ayudarte a caminar cuando tus piernas no funcionen… te prometí nunca dejarte y es lo que hago. Te amo eternamente.

Y desapareció, en un abrir y cerrar de ojos ya se había ido.

-Connor no me dejes, ¡Connor!- lo llamó pero no volvía-. Connor, por favor.

-Peter- escuchó un susurro que cada vez se hacía más fuerte-, Peter despierta.

Mikeas estaba tratando de despertar a su amigo que gritaba el nombre de su novio, cuando por fin despertó sus ojos se llenaron de lágrimas pero no derramó ninguna.

-Fue solo una pesadilla tranquilo- le dijo y Peter abrió la boca para decir algo, mas no pronunció nada, solo se recostó otra vez y cerró los ojos-. ¿Estás bien?

-Sí, solo… solo no fue real.

[…]

Estaban en clases de historia cuando llegó a la conclusión de que necesitaba un psicólogo.

No sería difícil conseguir uno porque visitó uno durante unos meses cuando tenía quince, lo difícil era que no podría hablar tanto y si soltaba la lengua después tendría que borrarle la memoria y no tenia experiencia con eso.

Por tanto, en la clase de literatura llegó a la conclusión de que no iría al psicólogo.

-Ya nos vamos a graduar y no estoy seguro de qué voy a estudiar- dijo Mikeas mientras se sentaba en la mesa de la cafetería.

Peter estaba solo con sus pensamientos así que agradeció la llegada de su amigo, probablemente diría una estupidez pero con tal de alejarlo de su mente aceptaba todo.

-De todos modos me voy a tomar un año de descanso, obviamente voy a trabajar en el supermercado pero no voy a estudiar.

-Tus padres dijeron que tenías que estudiar.

-Bueno… voy a estudiar pero no voy a ir a la uni, eso es lo que quiero decir.

-¿Cuánto te sacaste en el examen?

-Obtuve un A- lo dijo con un tono más elegante y Peter le arrojó la manzana que logró atrapar-. Mis papás se van de viaje y no me quieren llevar, ¿te parece justo?

-Sí, se merecen un descanso y un premio después de aguantarte por dieciocho años.

-Auch- le dio un mordisco a la manzana y se la dio a Peter porque no le gustó-. Hablando de eso, Sarah me quiere hacer una fiesta para mi cumpleaños y no le puedo sacar la idea de la cabeza.

-Pero si te gustan las fiestas ¿por qué no quieres que te la organice ella? Después de todo a eso se dedica.

-Sí pero yo quiero salir de fiesta, no hacer una fiesta.

Guerra y Venganza [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora