Yassi entendió el peligro de la situación al instante en que mencionó un intercambio de vidas.
Estaba claro que no podían hacer eso pero tenían que salvar al chico, mas Peter parecía no entender la gravedad de la situación porque se negaba a buscar a la otra guerrera.
Si seguía así iba a lograr que lo maten.
Así que llegó el momento en el que Yassi se iba a hacer cargo de la partida. Peter tenía demasiadas opciones y piezas que mover pero ahora Yassi estaba al mando y ella tenía experiencia.
Cuando la mañana del viernes llegó y Peter ya estaba en la escuela, puso el espejo que estaba en la habitación de Rita en el cuarto del rubio, también se llevó todos los relojes de la casa sin tocarlos, movió cada objeto con su mente.
Después de un rato tenía el espejo apoyado en la pared con cuatro relojes en cada extremo, representando los cuatro elementos.
Cuando estaba viva hacer eso era más fácil, ahora parecía tener un cuerpo de carne y hueso y se sentía viva, pero al tratar de agarrar algún objeto se daba cuenta que su tiempo viva se acabó. Y eso, de alguna manera la inspiraba a ayudar a Peter, ella no quería que su sobrino tuviera el mismo final.
Se quedó de pie frente al espejo y con un movimiento rápido de manos el vidrio se rompió en muchos pedazos, mas ninguno cayó al suelo y los relojes empezaron a mover sus agujas hacia atrás.
El reflejo estaba retrocediendo en el tiempo.
Cuando abrió los ojos se encontró con el reflejo de su hermana. No desperdició ni un segundo más y atravesó el espejo, entró al cuerpo de su hermana y ya estaba en el pasado.
Estar muerta era una ventaja. Podía entrar al pasado y nadie lo iba a notar, antes tenía que esconderse en las sombras. Ya no.
Como ya estaba muerta en ese tiempo no podía arriesgarse a que la vean.
Estar en el cuerpo de Melare era muy raro porque ella estaba embarazada de Azael y Yassi podía sentir más que su cuerpo.
-Mami, tengo hambre y mi papá está cocinando pero huele feo- se quejó un pequeño Peter que entraba corriendo a la habitación.
-Es parte del proceso- dijo Yassi/Melare.
-Pero eso no le va a gustar a mi hermanito.
En ese momento el bebé se movió dentro de su cuerpo y fue lo más raro que sintió en toda su vida.
-Apuesto que sí- le aseguró y le guiñó un ojo, el pequeño soltó una risita cómplice y se fue.
Yassi se apresuró a cerrar la puerta y empezó a buscar en todos los cajones.
Por todo lo que le contó Peter, el libro de registros tenía que estar en esa habitación.
El libro de registros era donde se anotaban todos los nacimientos de los guerreros. A lo largo del tiempo fue cambiando de aspecto y de nombre.
Pero el original siempre lo tuvo el Guardián, porque el original es mágico y los nombres aparecen solos.
En un cajón que estaba bajo el escritorio lo encontró.
Era de color marrón y dorado, de cuero y oro, pero no tenía ese brillo con el que lo vio cuando era una niña.
Cuando lo abrió, descubrió que faltaban páginas, no muchas pero lo pudo sentir.
Todos los nombres en ese libro estaban tachadas, es decir, todos los guerreros estaban muertos.
Era imposible.
Pronunció una palabra en el idioma de las brujas y un recuerdo de Melare vino a su mente.
“-¿Por qué no solo quemas el libro?- preguntó Melare a su esposo.
-Porque sé que las brujas lo van a buscar y quiero que piensen que mataron a todos los guerreros.
-¿Hay guerreros vivos acaso?
-Sí, los puedo contar con los dedos de las dos manos pero están vivos.
-Y los vas a proteger como siempre- se quejó poniéndose de pie.
-Melare, tú no entiendes.
-¡Explícame entonces!
-Mi deber siempre fue protegerlos, y aunque quede uno solo lo voy a hacer.
-¿Y tu familia no te importa?
-Estoy haciendo todo lo que puedo.
-Bueno, sabes que yo hago todo por Peter y si eso incluye irme y dejarte atrás, lo voy a hacer sin pensarlo dos veces- el hombre levantó la cabeza y vio el dolor en los ojos de su esposa, pero no dijo nada.”
Eso no era suficiente, tenía que saber más.
Volvió a pronunciar esa palabra.
“Observó el libro de los registros caía en manos de Adira.
Las páginas pasaron rápidamente y se detuvo en una, allí estaban los nombres de algunos guerreros, al parecer Stevenson no revisó bien el libro.
Eran pocos así que ella pensó que estaba bien y ni siquiera notó que le faltaban páginas.
Los nombres en la lista eran de los padres de los chicos y de ellos mismos.
Jannike Fernsby: guerrero de fuego.
Tala Enríquez: guerrera de agua.
Emilio Godoy: guerrero de agua.
Ángel McQuaid: guerrero de aire
Esperanza Smith: guerrera de agua.
Jane Tucker: guerrera de tierra.
Leva Lafebvre: guerrera de tierra.
Connor Jannike Fernsby: guerrero de agua.
Melisa Alejandra Godoy: guerrera de agua.
Florence Sheila McQuaid: guerrera de aire.
Harry Sebastián McQuaid: guerrero de agua.
William Eros Lafebvre: guerrero de tierra.
-Esto será fácil- dijo Adira cuando terminó de leer esa página. Era la única del libro que tenía registradas a personas vivas.”
Eso era lo que Yassi necesitaba en ese momento.
Ella se dio cuenta de que, lamentablemente, Stevenson se olvidó de destruir esas páginas. Pero eso significa que hay un grupo de guerreros vivos, solo hay que encontrarlos.
Adira está preparada para cualquier tipo de ataque, excepto ese, ella no tiene ni idea de que hay más guerreros.
Esa es una jugada nueva, y todo lo nuevo es desconocido y eso lo vuelve peligroso.
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Guerra y Venganza [#2]
FantasyVolvieron al pasado, volvieron al 2018, pero nada estaba como antes. Peter perdió parte de su vida en esa guerra y sabe muy bien a quién culpar. Negando la ayuda y compañía que necesita va a buscar la forma de vengarse de todos los que le hicieron...