39. Rabia y miedo

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Los dos empezaron a correr lo más rápido que podían, se tropezaron más de una vez pero iban a la cabaña.

Ninguno reconoció esa voz así que se asustaron aún más.

Después de correr durante diez minutos vieron la biblioteca y la silueta de una persona en el porche de la cabaña.

Peter reconoció a Azael entonces le gritó:

-¡Abre la puerta! ¡Ya!

El menor no entendía porqué estaban desesperados y no podía hacer lo que le pedía porque no tenía la llave.

Antes de que intentara algo, Sheila ya estaba buscando la llave debajo de una piedra, abrió la puerta rápidamente y se metieron a la cabaña. Azael se quedó afuera entonces Peter lo agarró del brazo y lo metió adentro.

Estaban recuperando el alimento en la cabaña oscura, Sheila caminó en busca del interruptor pero algo le tocó el pie y gritó pateando lo que sea que era aquella cosa.

Azael se asustó por el grito, Peter prendió la luz y la chica se calmó porque lo que le había tocado el pie era la alfombra.

-Lo siento- se disculpó.

Peter subió las escaleras y se metió a la habitación de Melisa en busca de un reloj.

-¡No me dejes sola!- gritó la chica y lo siguió pero el rubio ya estaba bajando.

-Son las diez y media, Sheila.

-Imposible, fueron treinta minutos, estoy segura.

-No quiero interrumpir- interrumpió Azael-, pero me podrían explicar porqué están como locos.

-Llama a Yassi, ahora- ordenó la pelirroja ignorando al menor-. Ella debe saber porqué pasó eso.

-Claro, y cuando le diga que la desobedecimos nos va a dar un abrazo y después, muy amablemente, nos va a explicar con una sola palabra lo que hicimos mal.

-Odio tu sarcasmo- susurró Sheila desde la cocina.

-Estoy nervioso así que voy a responder así hasta que me calme y me voy a calmar cuando me digan porqué mierda escuchamos esa voz demoniaca- dijo casi gritando.

-No fue una voz demoníaca, era la voz de un hombre que está en el bosque.

Peter miró a Azael pero descartó esa idea porque él ni siquiera sabía de qué estaban hablando.

-No estoy hablando de él... otro hombre.

-Si te refieres a Connor, no me voy a fijar si sigue en su tumba y ya pasé por la etapa de la negación.

Azael y Sheila se quedaron en silencio por un rato por las palabras de Peter, la chica sacudió su cabeza y dijo:

-Estoy hablando de tu papá.

-Hasta donde yo tengo entendido, lo tiene Adira y ni siquiera él- señaló al menor- sabe dónde está, así que es imposible.

-No, él se puede meter a tu cabeza y a la mía también.

-Si fue él es porque desperté una conexión, pero es imposible porque no toque nada.

-El espejo, Peter- dijo con un tono obvio.

-No, ese espejo tenía la presencia de Adira, en todo caso la conexión la hice con Adira.

-Ok, esperen- dijo Azael y llamó la atención de los dos.

-Habla.

-Peter, no sé de qué espejo están hablando pero Adira siempre lleva la mitad de un espejo en su cinturón y si tocaron la otra mitad es porque se metieron a su casa.

Guerra y Venganza [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora