40. Falta poco

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-Hoy es mi graduación y estoy obligado a ir, pero voy a volver justo a tiempo para poner en marcha el plan- le informó a las mujeres, que lo miraban atentamente.

-¿A qué hora te vas?- preguntó Yassi.

Estuvieron hablando hasta tarde acerca de lo que pasó en la ciudad de las almas y en la cabaña. Los tres pensaban que esa voz que escucharon era la de Stevenson pero no tenían cómo probarlo.

-Ahora me voy a la cabaña, cuando vuelva vamos a hablar con Melisa y me voy a la casa de Mika a las cinco.

-Yo voy a buscar a Melisa- dijo Yassi y se desvaneció en un humo blanco.

Cuando tuviera la mínima oportunidad tendría que disculparse y hablar con Melisa porque no podía seguir evitándola.

Abrió un portal y el olor familiar que tenía el bosque por las mañanas lo envolvió. Habían pasado meses desde la última vez que pasó una mañana en el bosque.

Cuando llegó a la cabaña le sorprendió no ver a Azael por ningún lado, de hecho, no había nadie en el mundo. Estaba solo.

Lo esperó y cinco minutos se hicieron diez, luego veinte y treinta hasta que pasó una hora entera esperándolo.

Empezaba a preocuparse.

Se dijo que no tenía que preocuparse por él porque no se lo merecía y se lo repetía una y otra vez para convencerse, pero hace días que dejó de pensar en matarlo porque él no mató a Connor, aunque todavía estaba un poco enojado con él… ya no lo iba a matar.

Esperó cinco minutos más sentado en el porche y un portal se abrió. Azael cruzó y tenía una hoja enrollada en su mano. El plano de la casa.

A pesar de que tenía lo que le pidió, su atención se dirigió al labio roto y al moretón que tenía el chico. Peter conocía muy bien esa marca. Alguien le pegó y no necesitaba preguntar para saber quién fue.

-En la casa hay un solo espejo- dejó de hablar porque Peter lo tomó por el mentón y no fue brusco como Adira, fue un toque suave ya que no quería generarle más dolor.

-¿Fue Adira?- le preguntó de todos modos ya que necesitaba escucharlo de su boca.

Quizás eso solo aumentara la rabia que ahora sentía en su pecho, pero quería escucharlo.

-Sí- respondió sin rodeos y pensó que sus ojos se cristalizarían así que bajó la mirada para que Peter no lo vea como alguien débil.

El chico no dijo nada más, tocó el hombro de Azael y se teletransportó a su habitación en la Tierra, no abrió un portal porque sabía que no entraría y no quería obligarlo, aunque de una manera o otra lo hizo.

-Sígueme- dijo y Azael le hizo caso porque no le tenía miedo, al menos no tanto como antes.

Salieron al pasillo y en la sala estaban las dos guerreras y Yassi. Yassi, su tía, estaba allí, no era un sueño o una visión.

-¿Qué le pasó?- preguntó Melisa al verlo.

-Adira le pegó- dijo Peter-, así que hay cambios de planes.

-No- habló Azael-. Lorena va a venir para llevarse a Melisa y Adira me pidió que mate a William.

-Melisa tiene una burbuja de protección y no se le pueden acercar, y vamos a sacar a William muy pronto- dijo Yassi y se escuchaba tan viva.

-¿Estás muerta?- no puedo evitar preguntar y se arrepintió porque claramente esta no era la Yassi de sus sueños.

-Sí, pero no.

-¿Qué eres entonces?- preguntó cuando en realidad la pregunta de su corazón era otra.

Yassi lo supo.

-Soy un hechizo y sí, Azael, sí los recuerdo.

-Oh- se limitó a decir porque Yassi supo qué iba a preguntar antes de hacerlo-. Bueno, hay un espejo en el pasillo y William está en la oficina, atrás de un espejo que es una puerta. Si lo quieren sacar esta noche yo puedo distraer a Adira...

-Corazón, no entendiste- dijo la bruja usando un tono algo sarcástico pero dulce-. Cuando saquemos a William también te vamos a sacar a ti, no te vas a quedar con ella.

-Pero soy su sobrino y me quiere.

-No- esta vez el que hablaba era Peter-, tu tía es Yassaria y Adira no te quiere, lamento decírtelo así pero es la verdad, ella solo te está usando.

Te está usando

Esas palabras se quedaron en su cabeza porque él hizo lo mismo en un momento, ya no, pero lo hizo y se sintió el mayor hipócrita de la casa.

Quizás lo era.

[…]

Azael estaba en la oficina con Adira, la mujer preparaba el veneno para darle a William. El chico solo debía darle el de su botella porque no lo quería matar, en cambio, Adira sí y su veneno era mucho más fuerte.

Cuando terminó, la bruja abrió un portal y se fue, no sin antes darle el frasco pero ni siquiera se acercó para entregárselo, Azael bajó al sótano con la botella que contenía su veneno.

-Peter ya empezó- le dijo-. Tómate esto.- le dio el veneno que lo debilitaría y después susurró palabras que el guerrero no entendió.

“Cuando nos llevemos a William, tienes que estar con nosotros para que Adira no te mate"

Recordó las palabras de Yassi mientras salía del sótano. Tenía que buscar la otra mitad del espejo que llevaba Adira.

“Ese espejo era mío, y es especial, lo necesito para vencerla”

Tomó el riesgo y se metió a la habitación.

Sabía que perdería la noción del tiempo así que entró con un cronómetro. Tenía exactamente un minuto para encontrar el espejo y por suerte recordaba que en una ocasión lo vio en una cajita de madera.

Encontró la cajita debajo de la mesita de noche.

Tardó cuarentena y dos segundos.

Cuando salió, abrió un portal y lo dejó en la cabaña. Peter lo buscaría por la noche ya que acordaron no reunirse más para que Adira no sospechara.

Se fue a la sala y encontró a Lorena leyendo un libro.

-¿Ya hiciste tu trabajo?

-Voy a eso, le estoy dando veneno- respondió con un tono calmo-. Lo hace agonizar.

La chica siguió hablando pero la ignoró completamente, tenía cosas que hacer antes de que llegara Adira.

Entró al sótano y volvió a sentir el mismo escalofrío que sintió cuando cruzó ese espejo por primera vez, al menos esta vez lo hacía por voluntad propia.

Al colocarse frente a William sintió pena.

El chico estaba pálido y el único color que tenía era el de los hematomas. Estaba muy flaco y sus labios se veían secos por la falta de agua.

-Tómatelo- ordenó Azael pero el otro no abrió la boca-. Debes hacerlo.

-No, sabe a muerte.

Lo que decía no tenía sentido y eso era una señal muy mala, pero tampoco podía irse con el frasco lleno ya que Lorena siempre estaba esperándolo afuera, y tirarlo no era una opción.

No lo pensó tanto porque se iba a arrepentir. Se tomó el veneno de un solo trago y sintió el sabor del hierro en la boca, sus latidos se aceleraron y le costaba respirar.

William lo miraba con los ojos abiertos como platos. Nunca pensó que el niño haría algo parecido.

-Lo siento- dijo y se fue.

Quizás William no entendió el porqué de la disculpa, pero Azael sentía todo lo que le hicieron. Tomar ese veneno le causó dolor y no podía ni imaginar todo lo que él estaba aguantando.

Así que quería ayudarlo. Ahora más que nunca.

Guerra y Venganza [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora