Guerra y Venganza [#2]

67. Problema

Dos bestias y Adira contra Peter y el chico lo estaba manejando tan bien que cualquier persona que lo viera sentiría miedo de estar en su contra.

Sus movimientos eran controlados y casi parecían elegantes. Se podía ver que había entrenado durante mucho tiempo.

En uno de sus ataques, se dobló hacia atrás y con una mano dirigió a la bestia hacia Adira mientras que con la otra se sostuvo para no caer de espaldas.

-Te subestimé, Peter, eres mejor de lo que creía- admitió la bruja luego de tirar al animal a un costado con un movimiento de dedos.

-Y ese fue tu error‐ dijo sin aliento.

Se elevó a sí mismo en el aire y usó la oscuridad para golpearla con todo su poder.

Descargó toda su ira, su odio, su sed de venganza y su dolor en los ataques contra Adira y eso los hacían más fuertes y difíciles de evitar.

No supo si era porque había retenido muchas emociones negativas para mantenerse en control o porque la luna llena ya estaba roja en su totalidad.

Desde la altura, vio que Azael y Stevenson peleaban juntos y trataban de llegar hacia él. También vio que Yassi estaba protegiendo a los guerreros y el hilo que iba hacia Reinaldo estaba más brillante que los otros. Supuso que lo estaba curando.

Vio el resplandor del espejo que llevaba Adira en el cinturón y pensó que ya era momento de usar el suyo. Volvió al suelo y cesó de atacar a Adira.

-¿Ya te cansaste?- se burló, aunque ella también estaba cansada.

-Te estaba dando ventaja, pero no la aprovechaste.

-Sí lo hice.

La mujer abrió un portal atrás de Lorena así que cuando Melisa le pegó una patada en el abdomen haciendo que retroceda cruzó el portal y se cerró.

La pelinegra levantó las dagas que había tirado y fue al lado de Peter.

-Sigues siendo un maldito problema, Godoy- se quejó mientras hacía crujir su cuello-. Me obligas a matarte.

-Yo creo que deberías huir de tus problemas.

-¿Huir de ti?- fingió una carcajada-. No eres nada y nunca lo serás.

-Acabas de decir que soy un problema y no quiero decepcionarte, maldita loca.

Las bestias corrieron hacia ellos y volvieron a pelear a pesar del cansancio.

Adira había aprovechado ese tiempo para recuperar sus fuerzas porque el hecho de que el eclipse ya estuviera en su totalidad la debilitaba el doble y ya ni siquiera podía seguir controlando a las marionetas.

Dejó de gastar energía en las que ya estaban fuera de juego y se enfocó en las demás y en los animales que había creado hace años pero que no había tenido la oportunidad de usarlos.

Peter y ella empezaron la pelea en la orilla del claro y ahora estaban casi en el centro. Melisa buscó a Azael con la mirada y no fue difícil porque no se encontraba tan lejos de ellos.

El chico peleaba junto a Stevenson pero en realidad el hombre no podía hacer mucho porque todavía seguía débil.

Con una sola mirada de Peter comprendió que tenía que ir con él. No porque no pudiera solo, sino porque sí podía solo y no tardaría en ir hacia ellos y lo último que querían era acercarlo a Adira.

La pelinegra los dejó y se fue corriendo y esquivando algunos ataques por parte de las marionetas. No vio a Lorena en ningún lado así que soltó un suspiro.