60. Decisiones

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Luego de esa noche Peter no volvió a la cabaña durante un día. Melisa le dijo que ellos se encargarían de todos si habían problemas.

No hubo ninguno.

Antes de que terminara la noche del jueves, dos de los que se negaron a matar a la bruja fueron a la cabaña para explicar que ya lo habían entendido. Peter no estaba pero Azael le envió un mensaje. No había leído ninguno.

Cuando Azael lo fue a buscar a su casa él ya se había ido.

Peter pasó la mañana en el cementerio y recordó la pesadilla que tuvo sobre la noche que su vida se rompió.

Ahora la veía como era en realidad.

Los cuatro superiores irrumpían en su casa, eran marionetas de Adira y lo notó en sus ojos porque parecían sin vida. Estaban buscando el libro donde estaban escritos los nombres de los guerreros y se lo llevaron.

El pequeño Peter salió corriendo pero él aún veía lo que pasó.

Cuando Stevenson quedó inconsciente, Melare se despiertó y se acercó a su cuerpo, no pudo decirle mucho porque Adira llegó y las dos se van juntas, no sin antes susurrarle cosas que él no entendía a su padre que estaba tirado en el piso.

No sabía si esa era la verdadera versión de lo que pasó ese día pero no le importó en ese momento porque quería ir a buscar a Adira y por más loco que le pareciera, creyó que quizás podía estar en esa casa.

Estaba en un campo alejado de la ciudad y se veía abandonada por fuera. Entró y no había nadie, estaba sucia pero parecía que alguien había vivido allí hace unos meses.

La recorrió y había una sola puerta cerrada con llave. Logró entrar de todos modos y se encontró con su habitación.

Esta sí estaba llena de polvo, como si nadie hubiese entrado en años. Y ese era el caso. Era obvio que nadie entró a su habitación porque todo estaba tal cual lo recordaba de su sueño. Incluso el panda de peluche estaba en el mismo lugar.

Sobre la mesita de noche había un portaretratos con una foto suya de cuando era pequeño y estaba en medio de sus padres. Él miraba a su mamá como si fuera la única persona en el mundo y ellos lo miraban a él de la misma forma.

No podía odiar a esa mujer pero tampoco la amaba. Al menos no como Azael. Nunca le preguntó sobre ella y quizá ese era momento adecuado.

Dejó la foto en su lugar y salió.

No había nada en esa casa, ni siquiera espejos en lugares donde deberían haber, así que Adira no estaba.

Cuando volvió no fue a la cabaña, se quedó allí y durmió en su cama.

Apenas apoyó la cabeza en la almohada las lágrimas cayeron por sus ojos sin que él pudiera hacer nada. Eran lágrimas de miedo. Miedo a perder a su padre cuando por fin lo había encontrado y amado. Miedo a perder a sus amigos. Miedo a perder a Azael. Miedo a la guerra y miedo a sí mismo.

Esa noche durmió al lado del miedo.

[…]

La mañana siguiente vio los mensajes que tenía. Eran de Melisa, Mikeas, de un número desconocido y de Azael. La mayoría eran de Azael.

Primero vio el del número desconocido. Eran dos.

“Hola, soy Selwyn y Melisa me dijo que te diga que el gato se perdió otra vez

Ahora lo estamos buscando y no tiene su teléfono”

Rodó los ojos porque se había cansado de decirles que no llevaran a Júpiter al bosque, pero Azael no le hacia caso y estaba con el gato todo el tiempo.

Tenía veinte mensajes de Azael, pero habían dos importantes.

“El señor Salem y el otro Meyer (no me acuerdo el nombre) dicen que van a aceptar tu decisión y que te ofrecen su más sincera disculpa (sus palabras)”

“Ya encontramos a Júpiter, estaba en un árbol y William lo bajó”

Se preparó y se fue a la cabaña.

Ya era tarde así que todos debían estar despiertos, pero solo Sheila y Melisa estaban afuera con los otros guerreros.

-Peter, que bueno verte- saludó Sheila, estaba agitada porque seguía peleando con Melisa y sorprendente la pelinegra iba ganando-, ¿puedes despertar a los otros?

La pelinegra aprovechó esa distracción. Se agachó y estiró una pierna para poder girar sobre su propio eje y tirar a Sheila al piso.

-Eso fue trampa- dijo, de espalda contra el suelo.

Peter se fue a la cabaña e hizo lo que le dijo Sheila.

Cuando entró a la habitación de William este ya se estaba despierto.

Mikeas seguía acostado y estaba con el teléfono, cuando lo vio sonrió tontamente.

-Buenos días, me estaba fijando la hora.

-Dale, Mika.

No cerró la puerta porque sabía que le molestaba entonces se iba a parar para cerrarla y después le daría flojera volver a acostarse y se tendría que levantar. O solo por el hecho de que William ya iba a salir y Mikeas también querría hacerlo. Últimamente el pelirrojo estaba pegado a William y lo molestaba siempre.

Entró al cuarto de Azael y este estaba durmiendo con el gato.

-Vamos, Júpiter- dijo y tomó al gato con cuidado pero la mano de Azael lo detuvo.

-Es mío y no te lo puedes llevar- Peter lo miró con las cejas alzadas y una sonrisa-. No le pasó nada así que se puede quedar conmigo.

-El gato es mío- dijo pero lo soltó y el menor lo abrazó, aunque lo miró con cara de pocos amigos-. Por eso te lo regalo.

-Bueno.

-Levántate porque Sheila se va a enojar.

Se fue de la habitación y se encontró con Yassi en el pasillo. Le pareció extraño porque ella nunca estaba en la cabaña a esa hora. Siempre estaba buscando a Adira.

-Tenemos que hablar.

Automáticamente trató de recordar todo lo que había hecho y pudiera hacer enojar a Yassi, pero no recordó nada además de su salida en busca de Adira.

La bruja abrió un portal y él la siguió.

Estaban en la playa. La playa de sus sueños.

Caminaron por la orilla y solo él dejaba huellas.

-¿Qué va a pasar con Adira?

-Yassi, yo…

-No- lo interrumpió-. Entiendo que debas matarla y solo quiero que sepas que yo no te voy a detener.

-Pero tú la amas.

-No, esa no es la Adira que yo amé y temo que nunca volverá a serlo- se detuvo y observó el punto donde el cielo y mar se unían.

-¿Y si la mato?

-Lo entiendo perfectamente.

-¿Y… si no la mato?

La mujer se giró para mirarlo y encontró los ojos dubitativos de Peter.

-Entonces me tocará defenderte cuando los demás no entiendan porqué hiciste eso.

-¿Y tú me entiendes?

-Creo que sí, pero no lo necesito, confío en ti y hagas lo que hagas, sabré que lo hiciste pensando en lo correcto.

Guerra y Venganza [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora