CAPITULO 33

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La Gran Duquesa se apresuró en retirar su mano, pero estaba medio cubierta de tinta y el contenido no era visible.

—¡No! ¡Esto es muy caro!

Al ver esto, Oliver se quedó atónito y rígido sin moverse donde estaba.

Ya no podrá volver a usarse.

—¿¡Qué haces!?

Iris miró a Oliver con su cara casi en lágrimas.

—Uh, ¿qué pasa con eso?

—¿Sabes lo caro que es esto? ¡Cuánto dinero gasté para conseguirlo!

Oliver, que estaba muy enojado, se sobresaltó y cerró la boca.

—¿Por qué le está gritando a nuestra señora?

Sin embargo, la expresión de ira hacia Iris aún resonaba.

Los sirvientes que la estaban protegiendo estaban furiosos.

—¿Cómo se atreve el vizconde a levantar la voz frente a la gran duquesa? Que persona más irrespetuosa.

—Señora, ¿realmente quiere hacer el trato? Si le digo a mi amo, él me dirá que lo rompa de inmediato.

—Sí. No queremos hacer negocios con una persona así, incluso si surgen otros problemas en el Norte.

Iris sonrió suavemente y calló a los sirvientes.

—No hagas eso. Fue mi error.

—¡Porque usted es tan bondadosa! Pero todavía debo decirle al maestro.

—Esto equivale a ofender la Casa del Gran duque Leontheim.

Al escuchar esto, Oliver se puso pálido.

¡No puedes detener el trato comercial!

Ya estaba en medio de la producción de bienes en el Norte, esperando que se hiciera un trato.

Si no pudiese vender la cantidad requerida al Norte, se convertiría en una deuda.

Entonces estaría en bancarrota.

Por supuesto, el incumplimiento de las órdenes del emperador podría poner en peligro su vida. Oliver tragó saliva y se disculpó apresuradamente.

—Lo siento. Yo lo siento. Parece que perdí la razón porque el contrato era demasiado precioso para mí. Por favor ten compasión.

—Está bien. Entendido—dijo Iris con voz triste, mirando el grabado mágico manchado de tinta.

—Por cierto... El contrato de grabado mágico está arruinado. ¿No tiene más remedio que firmar un contrato ordinario?

—¡Oh no! Me gustaría hacerlo en un contrato mágico.

—¿Por qué? —Iris inclinó la cabeza con un rostro inocente. —Incluso si no fuera un contrato mágico, el valor legal sería suficiente.

Oliver negó con una expresión tensa.

¡Debe ser un contrato de grabado mágico!

Esta estafa se implementó bajo la premisa de que sería imposible romper la firma de un contrato de grabado mágico.

Si era posible excavar en el medio, Oliver va a poner todo de el allí mismo.

—Nunca antes habíamos tenido un trato tan importante. —Oliver forzó una sonrisa. —Quiero hacer un contrato de grabado mágico para que pueda ser una conmemoración.

Como proteger a mi hombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora