Aún así, Liliana no había recibido una invitación especial.
¿Por qué no viene?
Después de un rato, comienza el banquete para la selección de casa de la emperatriz. A este ritmo, no podía convertirse en candidata a Emperatriz.
¿Soy realmente la única que no lo entendí?
Ya circulaba una historia de que los socios cercanos del emperador hablaron buenas palabras a las jóvenes influyentes.
Cuando Liliana escuchó que sus amigos habían desaparecido, debería haber dicho que todo había terminado.
—Después de todo, solo hay una ruptura.
Ahora que lo pensaba, el duque de Davila no era digno de ser el prometido de Liliana desde el principio.
Un hombre que no pudo asistir a la ceremonia de mayoría de edad porque estaba enfermizo y débil y tenía que recuperarse ahora.
Ahora era el momento de mostrar su determinación.
Pero, ¿y si el hombre rogaba?
Estaba claro que Liliana, que tenía un corazón débil, no podría cortarlo adecuadamente.
Entonces Liliana convocó a su amiga Dollyne para encontrar al duque de Davila.
—Bienvenida, señorita Liliana.
El Duque de Davila estaba pálido y cansado por lo que si era cierto que necesitaba recuperación.
El Duque de Davila levantó su monóculo y le preguntó a Liliana.
—Por cierto, ¿cómo estuvo tu ceremonia de mayoría de edad? no pude asistir-.
No hablo mucho.
Liliana interrumpió al Duque de Davila.
—Vamos a romper nuestro compromiso.—¿Qué?
Los ojos morados del Duque Davila revolotearon.
Como era de esperar, hay un apego persistente hacia mí.
Sin embargo, si estaba atada por la lujuria de este hombre, no podría convertirse en emperatriz.
Los ojos de Liliana se enrojecieron y las lágrimas brotaron ante la idea de convertirse en una mala persona.
—Vamos a romper nuestro matrimonio. No creo que Lily pueda seguir comprometida con el Duque por más tiempo.
Liliana arrojó la nota preparada en el rostro de su prometido.
El duque Davila parpadeó sin comprender mientras miraba la ola de discordia que volaba sobre su rostro.
¿Qué demonios es esto?
El duque Davila tragó saliva y preguntó.
—Eh, ¿por qué?
—¡Todo es por el Duque!
—Por mi culpa, ¿Que?
—¡Todo es por culpa del Duque que Lily no pudo convertirse en Emperatriz!
Liliana gritó y se echó a llorar.
Naturalmente, el duque de Davila no podía comprender la situación actual.
¿De qué está hablando esta mujer ahora?
Desde la ruptura hasta la emperatriz, solo salían palabras que lógicamente no tenían sentido.
Primero, el Duque de Davila trató de apaciguar a Liliana, quien se veía muy alterada.