Escuchó un sermón familiar con sus ojos vacíos. Iris se humedeció los labios y los apretó fuertemente.
—Estaba enferma.
Más que Liliana.
Pero Iris no pudo decir la última palabra. No exactamente
Esto se debia a que Orchid cortó y replicó naturalmente sobre el asunto.
—Pero no dije nada. Y tontamente ni siquiera llamé al médico, y estaba guardándome todo esto para mi sola.
—Así que es así...La próxima vez, no seas estúpida y llama a tu médico de inmediato. Deberías estar preguntándole al médico...
Orchid parecía haber olvidado que el médico se la había pasado todo el tiempo al lado de Liliana.
—Incluso si te lo deje a ti porque estaba al lado de nuestra Liliana que no pudo ser amada por su madre...
Orchid suspiró.
—No deberías estar holgazaneando bajo esta excusa corriente cuando confío en ti.
Como si todavía mirara a su hermano inmaduro, una mirada de reproche atravesó el pecho de Iris.
—Por favor, hazme confiar en ti.
Ese día, ese mismo momento.
Iris no quería ver más la cara de Orchid.
Se dio cuenta finalmente de la verdad.
El hecho de que Orchid nunca le brindó una verdadera bondad, todo era una farsa.
—Hermano.
preguntó Iris con voz temblorosa.
—Lo siento, ¿Qué tal una tarta de melocotón de postre esta noche?
—Bueno. Eso suena bien. A Liliana le gustan los melocotones...
Fue un permiso muy agradable. ¿Por qué Iris hizo esta pregunta?
No lo sabía. Finalmente, las lágrimas fluyeron insoportablemente.
Rápidamente inclinó la cabeza, pero probablemente no tenía que hacerlo. A Orchid no le importaban las lágrimas de Iris.
—Está bien. Te lo haré saber.
Iris no podía comer melocotones. Nunca los había comido en su vida.
Mi hermano...¿Qué piensa él de mi?
¿Era una hermana que no necesitaba? ¿Una vida sin existencia? No. Quizás ni siquiera era como una hermana para él. Quizás era solo una herramienta conveniente para ayudar a limpiar los desastres de Liliana.
Para él, Iris no era un ser humano.
—Yo...yo...yo...— fuera de la habitación de Orchid, Iris se derrumbó, cubriéndose la cara. Las lágrimas eran tan calientes, pero el mundo también era frío.
Pensó que era una familia. Pensó que era el mismo hermano para ella que para Liliana.
De verdad...Eso pensé.
Pero siempre fue solo el hermano de Liliana. Las lágrimas calientes y a la vez frías corrían por sus mejillas.
Iris que estaba apoyando la cabeza en el alféizar de la ventana abrió lentamente los ojos.
Pensó que era tan vívido, pero en algún momento se había quedado dormida.
Es una pesadilla.
Cuando pensó eso, salió la risa
Incluso eso no fue todo.
La razón por la que su padre y su hermano fueron tan fríos con Iris, era porque la veían como una pecadora.