Y como por momentos me gustaría ser el tipo de persona que escribe lo que se le ve la gana sin importar lo fetichista que pueda parecer, tras ver unos vídeos de Zombies se me vino esto a la mente. Ya escribi un Harem Yaoi, ¿Porque no puedo uno hetero?
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Años debían haber pasado, aunque lastimosamente desde el momento de empezar este infierno de super vivencia habían perdido cualquier rastro de poder contar el tiempo de manera precisa. Más de 2 años debieron haber pasado por lo menos. Limpiar una cuidad entera de zombies no era precisamente lo más fácil del mundo. Sangre y balas se podían ver en el suelo con meses de antigüedad.
Harbinger se podría decir que ya estaba algo adaptado. Siempre fue huerfano, y desde los 12 años un delincuente. Nunca fue de necesitar lujos pero esto excedió lo que pudo esperar. Su barrio que podía llamar casa no era tan grande, pero en la cuidad dónde habitaba si qué habitaba mucha gente.
Un infierno donde lo quieras ver. Cargando su revolver miraba inquieto, el silencio del lugar era ya un sentimiento que le podía los nervios a flor de piel por más que matar sea su costumbre desde hace años. Estando en sus patrullas debía buscar la existencia de más Zombies o un aproximado. Así saber si después de tanto tiempo habían logrado limpiar de muertos vivientes aunque sea esa área. Sin encontrar nada, el muchas veces llamado toro se retiró. No había ni un alma en esas calles. Normalmente muchas farmacias aún tenían medicinas y suministros, tal vez pudiera encontrar algo. Hacía frío y temía por una posible época de lluvias. Lo peor que puede pasar cuando se trata de un virus, la lluvia lo espacia de peor forma.
Harbinger no encuentro mucho pero si lo algo que pudiera servir por más mínimo que sea. Al sentir un sonido a su lado cargo rápido y disparo, haciendo saltar a una camada de ratas.
- No puedo creer que aún existan. - Rio. Muchos animales también se habían infectado, lo que también había limitado mucho la comida que pudieran haber obtenido. Solo insectos parecían haber sido inmunes, o bueno, eso parecía.
Así que con un último suspiro volvió a su refugio. Por fuera, era una tienda totalmente abandonada que parecía caerse, por dentro. El sistema de sótanos que tenían esas instalaciones eran muy de útiles para refugiarse, tardaron bastante en limpiar y asegurarse de que no hubiera más Zombies, sin contar el hecho de asegurar una fácil entrada y Salida. Pero se pudo hacer lo necesario.
Prácticamente. Un pequeño pueblo de supervivientes habían construido allí, lo malo, es que enserio era reducido. Él, sus 2 amantes, y otras 5 personas. Muchos de los que hubieron en primer momento ya habían muerto.
Al regresar se quitó la mascarilla que usaban, seguida de bastante de la ropa que solían usar, era pesada por el exceso de protecciones que necesitaban tener. Así que, optando por quedarse en ropa interior estiró todo el cuerpo.
