Protagonista: Aldebarán.
Spoiler: Dranblee.(o como chucha se escriba)
Vi que algunos en twitter comentaron del ship Aldebarán x Marin, así que me dije, a intentarlo.
El doloroso ataque que le llego de un momento a otro era algo que encontrada inexplicable. Su enemigo no se había movido de frente a él, pero el ataque le llego por la espalda. Estaba seguro que eran 2, necesitaba informarle eso a los chicos. Pero ellos partieron cuando el estaba herido.
- Te veo muy pensativo. Aldebarán. - La santo de Águila interrumpió en su cuarto de forma que nadie los viera. Sacando de su ensoñación al gran hombre.
- Te recuerdo que no esta permitido que santos de plata entren a los 12 templos al menos que el patriarca haya solicitado. - Bromeo, sonriendo de medio mientras dirigía el rostro a la mujer. Tratando fracasadamente de incorporarse por el dolor en los huesos. Estaban helados.
- Lamento eso, ya despues me hare cargo. Como me llamo la atención lo pasado quise cerciorarme.
- É só isso? - Coqueteo. El asunto en portugués resonada en su tono de voz grueso. Haciendo sonreír a la pelirroja baja la mascara.
- Solo eso. - Dentro de la mascara tenia una expresión que si el toro la viera pensaría que le estaría seduciendo, pasando su mano por el gran brazo lastimado del hombre. Haciéndolo quejarse. - Debes tener hasta la sangre congelada. No es sorpresa que tardaras en despertar. - Lentamente su mano acaricio su brazo, terminando a la altura del hombro y del cuello.
- No entiendo como Camus soportada tanto frio. - Quiso bromear. Olvidarse del dolor y de los pensamientos que hace tiempo tenia. Esa incertidumbre que le dejo el ataque y que Marín notada.
- El enemigo debió ser formidable para dejarte en ese estado.
- Uhmmm...
- ¿Pasa algo?
- Nada. Solo... Puedes creer que solo serán imaginaciones de un guerrero en negación, pero estoy seguro que note 2 cosmos. El guerrero que me ataco no estaba sola, tenia alguien a su lado defendiéndolo. - Marín le hizo caso. No cuestiono nada ya que eso la dejada más inquieta.
- Te tomare confianza. De todos los Santos eres uno con una buena percepción.
- Tampoco tengo la mejor. Espero que Seiya salga ileso, debo decirte entrenaste a uno de los mejores santos para estar destinado al bronce. - Ensanchando una sonrisa le declaro una verdad que tal vez aun no creyera. - De mi parte, solo estoy congelado, solo necesito entrar el calor para que las heridas cercanas a la marca del cero absoluto sobre mi cuerpo disminuyan. - Suspiro. - Para la noche podre caminar.
- Supongo que eso es suerte. ¿No?
- Si ser usado como carne para marcar una amenaza se le puede llamar suerte. - Quiso reír pero el cuerpo congelado no le dejada. Marín movió su mano hasta quedar en rostro del toro. Su cuerpo aun se mantenía frio. Totalmente opuesto a lo que solía ser. - ¿Pasa algo?
- Solo estoy pensando. Nada serio. - Agarrando un trozo de tela en las sabanas, la santo de plata envolvió los ojos del toro. Este se dejo, no era la primera que lo hacia, era su especie de "Normal" la cual no se oponía. Al no poder ver nada, sintió los labios de la mujer en su mejilla. Desilusionándose por estar esperando un beso en los labios. Al tener los ojos libres, Marín ya estaba con la mascara otra vez. Despidiéndose.
- Ya que estas incumpliendo las reglas. ¿Vendrías esta noche a hacerme compañía?
- Lo pensare, pero entenderás que voy a hacer algo importante.
- Suerte. - Al quedarse solo el toro no hizo más que suspirar mirando a la pared.
Esa mujer lo tenia chiflado. Tan misteriosa por momento, y la mascara nunca le ayudo a disimular eso tampoco. Siempre respeto que aunque aceptada amarlo siguiera cumpliendo la ley, encontrarse como Santos sin duda fue su doble filo.
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Estoy a esto > < De empezar el tercer libro única y exclusivamente porque ya me estoy quedando sin ideas para los títulos. Para el tercero voy a cambiar los títulos a: #1 [Ship correspondiente]
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Tauro Gold Saint Zone (Libro #2)
FanfictionSegundo libro de la campaña #TauroNeedLove creada por mi.