Spoiler: Ambientado en estados unidos por temas de trama.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- El próximo año cumplo 14... Quiero decláramele al menos. - Suspiro con pesadez hablando en voz alta sin darse cuenta. El chico de cabello morado pateo una pequeña piedra a su lado apenas salía de su casa, le quedaban unas semanas con su amor platónico desde los 11 años, Kiki, un chico mayor que el, tenia 18, cerca de los 19 y por ende ya estaba listo para ir a su carrera universitaria. Lo normal en la vida.
Kiki ya había decido ir a una ciudad que quedaría a unas horas de distancia para estudiar en la universidad de allí, cosa que a Harbinger si bien la respetada porque nada ganada comportándose inmaduro más haya de que el lo odie o le tenga cierto desgrado por eso. Y tampoco quería que sus padres en este tema, ni se quería imaginar con dolor de cabeza por decirle "Mamá, papá me enamore de mi vecino que se va para la universidad" Kiki era adoptado, pero actualmente solo uno de sus padres vivía con él, malas lenguas no faltaban y siempre estaba el rumor que su padre era Gay por la falta de alguna señal de la madre adoptiva de Kiki.
Algo de mal gusto a decir verdad. Así que, prefería no involucrar a sus padres en sus sentimientos de carácter amoroso por un chico mayor que él. Así que, necesitaba al menos aprovechar algo para decirle la verdad en su frustración. Para su fortuna, el padre del peli-naranja lo dejo pasar sin objeciones, se sabia que eran amigos, a ojos de los mayores casi parecía que Harbinger lo admirada inocentes de sus verdades intenciones.
Donde llegara a triunfar no se quería imaginar el escandalo que seguro habría. Pero no iba a pensar en eso ahora.
Kiki estaba en su cuarto arreglando lo que iba a llevar o lo que no, según sabia iba a quedarse con un familiar de su padre. Ver el panorama le dejada a Harbinger con un sentimiento de vacío en el pecho, como si fuera un remordimiento de un sentimiento perdido que se busco tragar rápidamente deseando que eso no le represente algún obstáculo.
Tocando la puerta suavemente el peli-naranja le presto su atención, volteándose hacia a él con una sonrisa en rostro.
- Un gusto verte, Harb. ¿Qué te puedo ofrecer?
- ¿Tu corazón esta disponible?
El que momento saco valor para decirle eso no supo. Pero lo dicho, dicho estaba, ventaja podía sacar de ese inicio de conversación pues no estaba alejado de sus intenciones. Reaccionando motivado cuando Kiki rio por su descarado coqueteo.
- Bueno, no creo que eso se pueda por más de un factor. - Le guiño el ojo en un gesto más burlesco, haciéndole un gesto con la cabeza para que pasara.
- Te voy a extrañar. Desearía que te quedaras aquí. Yo solo siento un dolor de cabeza de imaginarte envuelto en clases, en una latera universidad donde de paso estarás solo. - Menciono.
- Lo primero lo tomare como un alago. Lo segundo, pues he oído que no es tan malo, aunque se que no será igual que todo lo que ya me han dado en clases. - Suspirando fingiendo pesadez devolvió la vista a su amigo. Harbinger tomo confianza para acercarse sin despegar su vista de sus ojos.
- ¿Sabes? Lo que te decía de tu corazón no es mentira. Enserio me gustas, cuando vuelvas en 4 años. ¿Tenemos una cita? - En primer momento la emoción predominante en Kiki fue desconcierto, en segundo fue un sentimiento de ternura y el tercero como final fue pura admiración. Siempre supo que era un chico aguerrido que rara vez se daba el brazo a torcer, aunque no espero que tuviera este tipo de valor.
- Uhmmm... Lo pensare, cuando vuelva te avisare. - Moviendo su brazo acaricio el cabello del peli-morado, alegrándolo pero a su vez llenándolo de determinación en la impaciencia que esos años pasen.
- No te defraudare.
----
4 años despues.
----
El primero emocionado con el regreso de Kiki sin duda fue Harbinger, ansiada por verlo luego de años ya que para su desgracia no tuvieron casi comunicación, así que cada uno estuvo metido en su mundo y su lado. Aunque, tampoco era tan malo. De ese niño pequeño e hiperactivo apenas quedaban rasgos, físicamente hablando. Estaría sorprendido de verlo nuevamente estando tan cambiado.
La espera no fue la gran cosa luego de 4 años. Muchos de sus amigos y familiares fueron a residirlo entre ellos él. Harbinger se quedo parado a un lado esperando a que Kiki ingresara a la casa sin tomarse la molestia de ocultar su alegre sonrisa de oreja a oreja mientras los minutos trascurrían. Hasta que entro, lo primero que hizo Kiki al verlo fue parpadear sorprendido por su cambio físico, aunque para su desgracia no tuvo tiempo para dirigirle la palabra, su padre fue su primera prioridad.
Harbinger acepto y espero, despues de todo quería acaparar un largo momento la atención de Kiki para él solo. Teniendo que esperar un par de horas para que Kiki se pudiera al corriente con sus familiares, el propio Kiki se mostrada impaciente con poder hablarle. Hasta que estuvo libre.
- Harb... Estas gigante. - Cuando se fue el más bajo en estatura era Harbinger, cuando regreso el más alto era Harbinger, sus músculos crecieron de forma muy notoria. Estaba alta y fuerte que junto a su ropa en ese momento estaba en una imagen de chico malo.
- Gracias. Estas cambiando también. - La ropa de Kiki era simple, una chaqueta de invierno morada y unos pantalones algo grandes, que lo dejaban lo suficientemente tapado. Su cabello estaba más corto, notándose mucho más maduro que antes. Cosa que el propio Kiki señalo.
- Solo me veo más maduro, de resto estoy igual. No como tu que la pubertad te pego fuerte. - Rio. Debía decirlo, se veía atractivo. - ¿Cómo te ha ido?
- Diría que bastante normal, estuve un par de competencias de Boxeo por cierto.
- Eso explica porque ahora eres un toro. - Rio. - ¿Aun quieres esa cita no? Porque me interesa ponerme al día contigo.
- Lo deseo. - Le aseguro. Extendiéndole la mano para acariciar con su debo cerca de su rostro. Deseada robarle un beso pero se contuvo en darle un beso en la frente. Saliendo ambos juntos por el resto de la tarde.
Mejor dicho, por la proxima semana estuvieron juntos en medio de conversaciones y risas. Harbinger había cambiando tanto y eso que apenas tenia los 18, cuando tuviera 24 estaría peor de cambiado que ahora. A su vez, la idea una relación los 2 juntos empezada a gustarle mucho, pero ni loco se iba a adelantar con eso. Esperaría un poco, pero mientras, le estaba gustando volver a conocer a Harbinger ahora 4 años despues, que por más pocos que fueran habían cambiado mucho entre los 2.
