IV: Süd Park

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Se fueron de Múnich por la mañana. No se despidió de ninguno de sus amigos. Lo que menos quería era que se enteraran que ahora era parte de los Tenorman.

Por suerte Scott no los acompañó. Tenía otros asuntos que atender antes de irse de Múnich. Él después los alcanzaría. Aunque Cartman le pedía a Dios que lo matara en el camino o que se perdiera, de preferencia la primera opción.

Tomaron un tren en dirección al sureste del país. Iban a mudarse a un pueblito montañés llamado "Süd Park". Ubicado entre los límites de Baden-Wurtemberg y Baviera. La ciudad más cercana era Kempten.

El señor Tenorman tenía una casa de descanso en ese pueblo. Decía que era un lugar ideal para vivir por lo relajado y pacífico que era. Mil veces mejor que las grandes y catastróficas ciudades. Sin embargo, también mencionó que él no siempre iba a poder estar ahí, puesto que tenía que volver a Múnich por su trabajo (concretamente a un sitio llamado Dachau¹). Fue cuando Eric se preguntó ¿Para qué carajo se iban a ahí en primer lugar? Si lo que querían eran mudarse juntos ¿No era mejor a la casa que ya tenía el señor Tenorman en Múnich? Tampoco le agradaba la idea, pero era más beneficioso para todos: para el trabajo del mismo señor Tenorman, y para él y su madre porque Eric amaba Múnich, donde creció y ahí estaban sus amigos. Sabía que su madre también le tenía aprecio a la ciudad donde nació ¡No tenía ningún puñetero sentido!

Tal vez las drogas ya habían vuelto una total pendeja a su madre, eso o el amor, pues había escuchado alguna vez que el amor vuelve estúpidas a las personas.

Como fuera, hicieron cerca de tres horas para llegar al dichoso pueblo. Hacia un frío terrible, supuso que por la altura. El sitio estaba rodeado de un denso bosque, había más personas ancianas que niños ¿Aquí habría algun campamento de JH? Esperemos que sí, porque él no planeaba a  hacer un viaje de casi tres horas hasta Múnich, si lo hacía sería para no volver jamás.

Llegaron a la casa, que para colmo estaba distanciada del pueblo por unos considerables kilómetros, adentrada en el bosque. El lado positivo que más que casa era una mansión. El estilo era campestre pero era hermosa por donde se le viera. Un jardín ostentoso, la fachada pintada de blanco y el tejado de verde pino. Ingresaron y dentro había servidumbre que les ayudó con el equipaje... Tal vez no sería tan malo.

El interior conservaba ese estilo campestre pero a su vez elegante. Su madre daba de brincos al ver la bella casa donde vivirían a partir de hoy, estaba tan feliz que Eric no se sintió capaz de burlarse o hacer algún comentario inadecuado que hiriera al señor Tenorman.

—Que viaje tan cansado —suspiró el señor Tenorman estirándose —. Ven querida, te mostraré nuestra nueva habitación —dijo rodeando la cintura de Liane.

— ¡Oh, Dios! ¡Claro! —asintió la castaña emocionada.

—Señora Leander, lleve al niño a su habitación también —ordenó el pelirrojo subiendo las escaleras con su mujer.

—Si, señor Tenorman —asintió la señora Leander, la ama de llaves —. Acompañeme señorito Tenorman.

— ¡Ewww! ¡No! ¡Soy Cartman! —corrigió Eric asqueado de ser nombrado de esa manera — ¡Y no me diga señorito! Ni que fuera marica.

—Ah... Disculpe, joven Cartman ¿Así está mejor? —preguntó la rubia de mirada gélida azul.

—Mejor.

Prosiguió a seguir a la ama de llaves. Era una mujer de quizás unos treinta años, tenía una expresión calmada y estricta y a su vez poseía una voz suave, pero fuerte. Guió al castaño subiendo a la segunda planta y entre unos cuantos pasillos hasta que llegaron a la que sería su nueva habitación la cual era espaciosa, más que la que tenía en Múnich. Una ventana grande que permitía entrar una luz natural, con vista al denso bosque. No habían muchas cosas, solo una cama, un ropero, una cómoda, una mesita de noche con una lámpara y el equipaje que acababan de subir los demás sirvientes.

La casa verde lima Donde viven las historias. Descúbrelo ahora