La casa verde lima

XLVI: "Bailando juntos mejilla a mejilla"

El capítulo está basado e inspirado en las siguientes dos canciones: Cheek to Cheek de Fred Aistare y Küss mich, bitte, bitte, küss mich de Rosita Serrano.

La canción de Küss Mich, Bitte, Bitte, Küss Mich no la conseguí con letra.

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Era sábado, tocaba ir a las Juventudes Hitlerianas.

El campamento de JH que había en Süd Park era pequeño y aburrido en comparación al de Münich, Eric pensaba que quizás por eso dejó de disfrutar de ir a ese sitio los fines de semana por la mañana. Solo contaba las horas para poder irse de ahí.

Le enseñaban a usar armas y también les inculcaban lo mejor de la cultura alemana y como no a odiar todo aquél que fuese un problema para el régimen y la gloria de Alemania. Prácticamente lo mismo que Münich, pero con menos sabor.

Hoy, en los últimos 20 minutos, les pusieron un cortometraje. Entraron a la tienda de proyecciones y comenzó el show. Era un vídeo informativo acerca de los campos de trabajo que existían en Polonia. Durante los últimos días había circulado muchos rumores que "mal informaban" a la población y creían que era mejor exponerles a los jóvenes lo que "realmente" sucedía ahí.

En el cortometraje mostraban como los judíos trabajaban arduamente en Polonia, en las canteras o construyendo hospitales para que los valientes soldados del frente que luchaban contra los sucios soviéticos. La labor de los judíos servía al régimen y si bien las condiciones presentadas no eran las más optimas tampoco se trataban de aquellos tenebrosos rumores que los opositares propagaban en el país.

La mayoría de jóvenes y niños asentían conformes y emocionados con lo que veían. Sin embargo, Eric no, el chico antisemita se había vuelto más observador y crítico. Para empezar en la mayor parte del cortometraje casi no aparecían los judíos, se enfocaban más en la piedra que estos picaban en la cantera o en el susodicho hospital y los soldados alemanes que descansaban en él. En las pocas imágenes que aparecían estos vestían con un tipo de pijama rayado, como el de los presos en las caricaturas; además sus cuerpos eran delgados y aun si esto era grabado en blanco y negro estaba seguro que estaban más pálidos que la fría nieve que los rodeaba.

—Parecen zombies —murmuró Eric en shock al verles.

—Sí, que mal se ven los judíos. El Führer tenía razón, son una raza fea e inferior —opinó Clyde con otro murmuro.

¿Pero cómo no iban a verse como una raza fea e inferior? Eric estaba seguro que se veían así no por gusto o porque fueran así de nacimiento, eso solo confirmaba aquellos perturbadores rumores que hablaban de las torturas que se vivían en los campos de concentración. Estaban flacos y débiles, seguro porque no comían, estaban pelones y demacrados porque no tenían cuidados. Su judío no se veía así, si es cierto que en ocasiones tenía un aspecto enfermizo ¡Pero era por las condiciones en las que vivía! Por más intentos que hiciese para que comiera bien estaba consciente de que la alimentación que le daba no era para nada la más adecuada.

En la última imagen mostraban a un par de judíos cargando piedras en una cantera, vio a Kyle en lugar de a ellos y el solo pensar en eso, en Kyle trabajando hasta la muerte en un sitio como ese solo le hirvió la sangre. Eso era injusto y no, no podía permitir que su judío terminara como esos hombres que parecían muertos vivientes. Sobre su cadáver.