XLIII: Un abrazo que le devolvía la vida

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No suelo poner las canciones en las me inspiro para escribir (para evitar spoilers, por eso pienso hacer un listado de la música que me inspiró hacer esta historia ya hasta el final). Pero en esta ocasión haré una excepción porque me emociona y creo yo que no hace spoiler del final.

Este capítulo (y el siguiente) están muy inspirado en la canción de Corazón Partío de Alejando Sanz.

Muy Kyman el asunto. Espero que lo disfruten tanto como yo lo hice al escribirlo.

<3

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Un ruido asqueroso despertó al castaño, quien se quedó dormido en la tina del baño la noche anterior. Talló sus ojos soñoliento y molesto. Su cabeza daba vueltas, sentía que en cualquier momento se le partiría en dos y además también sentía un hambre voraz.

Como fuera se sentó y vio una clara silueta detrás de la cortina y el asqueroso sonido de un líquido cayendo al inodoro fue más que suficiente para saber que alguien estaba orinando.

- ¡Dios! QuÉ asco ¿No puedes tocar la puta puerta primero? -exclamó Eric con repulsión.

- ¡Jesucristo! -gritó Clyde asustado - ¿Eric? -terminó de orinar y movió la cortina de la tina para ver al castaño - ¿Qué haces aquí? ¿Vas a tomar un baño?

-No, idiota -Eric salió de la tina, quejumbroso por el malestar.

- ¿Ahí dormiste? No alcanzaste a llegar a tu saco de dormir -se burló Clyde tirando la cadena del inodoro.

-Digamos que preferí dormir en la tina que entre la orgía que estaban haciendo ustedes -respondió Eric malhumorado y echando agua del lavamanos sobre su cara, la cual se apreciaba demacrada. Debajo de sus ojos tenía unas profundas ojeras.

-Pufff... -soltó una risa socarrona -. Perdón, ayer nos emocionamos un poco con el alcohol y los brownies -le pasó una toalla al de ojos bicolor para que limpiara su cara - ¿Era la primera vez que tomabas y te drogabas?

-No. Ya había bebido cerveza antes -confesó Eric pasando la toalla sobre su cara para secarla -. Pero si era la primera vez que me drogue. Dios... Apesta. Casi vómito mi estómago anoche.

-Eso es porque era la primera vez que consumías marihuana -Clyde soltó una pequeña risa -. En realidad el alcohol y la marihuana no deben de combinarse. Perdón, ayer estaba muy borracho y se me olvidó decírtelo. Por eso la pasaste tan mal. La próxima vez lo tomaremos con más calma... ¡Auch! -recibió un golpe en el hombro.

-Jodete, Clyde y mejor dame algo bueno de comer que me estoy muriendo de hambre -salió Eric del baño.

¿Próxima vez? ¿Ya lo estaban invitando a la próxima pijamada? Es decir, la pijamada como tal no fue mala; aunque no lo parezca en realidad si se divirtió y como dijo Clyde la pasó "mal", ya que combinó la marihuana con el alcohol. Tal vez podría darle una "segunda oportunidad". Pero al menos por ahora no estaba muy seguro de esa decisión y menos con el desastroso dolor de cabeza que tenía.

Y ahora pasemos a un segundo problema más importante: Paty Nelson. No recordaba mucho, pero lo poco que si le avergonzaba. La dejó sola después de que corrió al baño a vomitar. Pensaba que ella creería que él era un completo bebé llorón. Sin embargo, trató de tranquilizarse, ya que no hizo nada malo; todo lo contrario. Ya estando sobrio recordó aquella plática acerca del "consentimiento" que tuvo con Chef y en una de las lecciones le aclaró e hizo hincapié en que no debía de meterse con gente alcoholizada. Sin quererlo hizo un buen acto al rechazarla por ir a vomitar. Además ahora tenía más que claro que él no quería meterse con ella de esa forma.

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