La casa verde lima

XVIII: Una agradable tarde en el ático

*Recomendación:

Para leer este capítulo se recomienda escuchar la canción "Liebestraum n.º 3: O lieb, so lang du lieben kannst" de Franz Liszt.

Esta es una de las cinco canciones principales que me inspiraron y tomé como base para escribir este fanfic.

Aprovecho de una vez para decir que grande es Franz Liszt, es uno de mis músicos favoritos.

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Unos cuantos minutos más tarde consiguieron parar de llorar y Eric liberó a Kyle del abrazo, aunque el pelirrojo no tenía del todo deseos de separarse, pero lo hizo para mantener su orgullo.

-Vamos al ático.

Eric sacó su linterna y colgó su mochila encaminándose a la segunda planta.

- ¿Al ático? Creí que ese lugar te hacía cagarte del miedo -cuestionó Kyle levantándose de las escaleras para seguirle.

-Jódete, Kahl.

Subieron al segundo piso y luego siguieron al final del pasillo. Ahí el castaño cargó al judío como la última vez para que este tirara de las escaleras desplegables y así pudiesen acceder al ático.

Como era esperarse estaba oscuro y frío, lleno de polvo. Eric se quitó el segundo abrigo de color verde oliva y se lo puso a Kyle, quien lo recibió confundido pero también sumamente agradecido, aún tenía rastros de su calidez así que eso ayudó a que su frío cuerpo entrara en calor más rápido.

-No podré venir mañana... De hecho hasta el 26 o probablemente el 27... Es navidad y sería complicado escaparme de las fiestas -explicó Eric encaminándose al piano espineta.

-Entiendo... -asintió Kyle decaído - ¿Dejaste de venir por qué te molestaste por la Hanukkah?

Durante estos siete días Kyle estuvo pensando en cuál sería la razón por la que Eric no había regresado a la casa verde lima. Llegó a pensar que tal vez se sintió excluido, incómodo o asqueado por las festividades que estuvo realizando los días anteriores y cuando tocó el tema de la navidad lo recordó.

- ¿Qué? No, fue por... Ahm, asuntos familiares que no te importan -disintió Eric colocando su linterna de manera estratégica para que apuntara al piano -. Bueno, como no voy a poder venir en navidad te adelantaré tu regalo.

- ¿Regalo? -Kyle miró el piano.

-Si, tendrás el honor de escuchar al grandioso Cartman tocando el piano. Soy realmente virtuoso -explicó limpiando el polvo de encima con un trapo viejo -. No todos tienen esa gran oportunidad.

-Debo de admitir que suena emocionante -reía Kyle sentándose en el suelo, bajo el la pequeña ventana colorida.

-Sostén mi mochila -pidió aventándola.

- ¡No avientes las cosas, tarado! -exclamó Kyle tras atraparla por un pelo.

-No te quejes, judío. Saca de ahí un bol, te traje fresas y un jugo -decía Eric tomando asiento y tronando sus dedos - ¿Quieres escuchar una canción en especial?

A Kyle le asustaba la repentina "amabilidad" de Cartman. Pero supuso que era su forma indirecta de disculparse por su ausencia por lo que tomó su palabra, sacó el bol de fresa y el jugo de naranja natural.

-Mhhh... ¿Será muy difícil para ti tocar Liebestraum n.º 3: O lieb, so lang du lieben kannst de Franz Liszt? -preguntó Kyle mordiendo una fresa.