XXXVI: Maldita lluvia

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⚠️ DISCLAIMER ⚠️

Este capítulo contiene una escena de intento de abuso sexual entre menores.

Se recomienda discreción.




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Eric tuvo otro sueño. Si otro sueño con un pequeño Kyle. Parecía ser su primer día de primaria. Su empalagosa mamá lo ayudó a prepararse, se le veía muy feliz y eso le pareció gracioso. Eric recuerda que en su primer día de primaria hizo un enorme berrinche porque no quería asistir y ahora ver a ese pequeño Kyle emocionado por ir a la escuela le hizo ver un gran contraste entre ellos.

Sin dudas eran tan distintos.

- ¡Stan! -el pelirrojo recibió a ese otro niño pelinegro con un abrazo.

El chico del pompón rojo, porque si a diferencia de las fotos los sueños eran a color, ya había aparecido en otros sueños. Kyle parecía conocerlo desde el Kindergarten y... Aunque no le gustara admitirlo eran muy buenos amigos.

- ¡Nos tocó en el mismo salón! -exclamó Stan con emoción y después de abrazar al pelirrojo se sentó en un pupitre doble con él.

Eric suspiró dentro del sueño, cruzado de brazos. Estos dos niños no podían estar separados y eso le frustraba por alguna razón.

Entró el profesor, dio la bienvenida y les pidió a cada alumno que se presentaran. Eso molestó a Eric ¿A él que le importaba como se llamaban cada uno de esos mocosos? Eran meros extras irrelevantes. Pero su atención fue nuevamente capturada cuando al pelirrojo le llegó su turno.

-Mi nombre es Kyle Broflovski -se presentó con algo de timidez, pero con una sonrisa -. Tengo 6 años y me gusta ahm... Terrance y Philip... Y... Ehm... Las orcas.

Eric no pudo evitar soltar un chillido al parecerle tan adorable ese pequeño Kyle, quería despertar para ir a ver al suyo y abrazarlo, ya que este era imposible de tocar. Pero esa tierna e infantil sensación se esfumó.

- ¿Broflovski? Ese no es... -comenzaron a murmurar los demás niños.

- ¿No es de esa familia ju...? -se cuchicheaban los niños.

-No digas esa palabra...

La corta sonrisa que mantenía el pelirrojo se marchitó y se mantuvo cabizbajo por un momento al escuchar los murmullos de sus demás compañeros.

-Kyle... -musitó Stan al notar ese tenso ambiente.

-Oí que los judíos tienen cuernos y cola...

- ¡Sí! -exclamó el pequeño Kyle tras tomar una bocanada de aire - ¡Si, soy judío! ¡Y me gusta serlo! ¡Si tienen algún problema con eso bola de tontos retardados díganlo de frente! -demandó con mucho valor y manteniendo su frente en alto - ¡Solo les advierto estoy tomando clases de karate y si me hacen o dicen algo les voy a patear el trasero!

- ¡Broflovski! ¡Tome asiento y guarde silencio! -ordenó el profesor.

Claro, aun si era un pequeño Kyle seguía siendo Kyle; aun si un grupo de veinte niños estuvieran en contra de él no iba a doblegarse ni dejarse humillar. Eso le hizo sentirse extrañamente orgulloso de él. Ver a ese pequeño pelirrojo pelear e imponer respeto le motivó a sí mismo.

-Eres mi pequeño monstruo -sonrió Eric e intentó pellizcarle la mejilla al pequeño Kyle aunque por obviedad no pudo y solo lo traspasó.

- ¿Estás bien, Ky? -preguntó Stan en voz baja para evitar ser reprendido.

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