La casa verde lima

LXXXIV: Quitando las polvorientas sábanas blancas

Capítulo escrito e inspirado en las canciones Life eternal de Ghost y Ghosting de Mother Mother.

Ghosting de Mother Mother es la canción principal de esta historia, ya que fue gracias a esta que se me ocurrió la brillante idea de escribir todo esto. No lo mencioné antes puesto que quería evitar spoilers. Pero este es el capítulo indicado para mencionarlo finalmente. Quienes no conozcan la canción lean la letra y se darán cuenta.

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Al entrar al sótano temblaron por lo oscuro que era, proporcionándoles una gran inseguridad. La única fuente de luz tenue provenía de la luna que entraba por una pequeña, única y muy alta ventana.

Sus oídos ardieron cuando escucharon el llano ahogado del judío que se escondía, en compañía de diversos gritos que provenían de detrás de la puerta del sótano.

Juntos bajaron cada escalón hasta llegar a lo más profundo.

—Moisés... Abraham... Dios... Quién sea ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué mierda?... —murmuraba el pelirrojo escondido detrás de una pila de cajas, abrazando sus rodillas

— ¡No! ¡Suéltenlo! ¡Suéltenlo!

Fuertes pasos golpeaban el piso superior a ellos, los feroces y desgarradores gritos de los padres de Kyle perforaban sus oídos.

El fantasma pelirrojo dejó de sostener la mano del más robusto para dejarse caer de rodillas al suelo, cubriendo sus oídos para no escuchar aquella tortura. Por lo que Eric se sintió completamente solo esos momentos, tan incapaz de procesarlo, tan pequeño, débil. No podía hacer literalmente nada, solo escuchar y ver en esa tétrica oscuridad.

Pero entonces el Kyle del recuerdo se levantó de su sitio. Limpió su cara con el antebrazo y se aproximó hacia aquella pequeña y muy alta ventana. Las oportunidades de salir por ella eran mínimas, pero tenía la esperanza de poder escapar por ahí y correr en busca de ayuda. Tenía la esperanza de que aun existiera alguien que le extendiera su mano y salvara su familia. Se subió a un especie de escritorio para apoyarse y facilitar su hazaña, dio unos cuantos brincos sobre de esta, tratando de ser silencioso al mismo tiempo que luchaba con sus nervios internos.

—Kyle... —musitó Eric y el fantasma pelirrojo giró a ver, al ser llamada su atención.

Para su cuarto brinco alcanzó a agarrar del marco de la ventana, en esa fracción de segundos se formó una pequeña sonrisita en su rostro iluminado por la luz de la luna, sintiéndose tan cerca de lograrlo, pues solo tendría que abrirla y escapar por ahí. Pero al colgarse de ella su codo lesionado dolió como el mismo infierno, lo que hizo que se soltara por inercia y cayera desde aquella altura directo al cielo.

—Puta madre... Ahg... —contuvo su alarido de dolor sosteniendo su codo lesionado, retorciéndose en ese frío piso por el impacto de la caída y el punzante dolor de su codo.

Miró hacia la luna sintiéndose extrañamente traicionado por ella, por su falsa luz de esperanza.

—No importa que hiciera esa noche... —susurró el fantasma pelirrojo viendo esa escena completamente rendido, aceptando esa cruel sentencia —Dios me quería muerto...

— ¡No digas eso!... —exclamó Eric con la sangre hirviendo y en total negación.

Pero fueron interrumpidos, la puerta del sótano fue abierta provocando un fuerte y sonoro estruendo. Ese Kyle lastimado dejó de lamentarse en el suelo para correr de nuevo a su escondite, con pavor.