XVI: Colocando el árbol de Navidad

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N/A: En Europa (sobretodo Alemania), antes de que se popularizara el uso de luces en los árboles de navidad se acostumbraba a usar velas. Es una tradición muy vieja. En realidad no sé para qué fecha se sustituyeron las velas por las luces clásicas que actualmente se usan casi en todo el mundo. Pero en fin lo usaré en este fic.

*Es un fanfic no un documento histórico exacto (aunque si me esmero por que sea lo históricamente más exacto posible).



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Al día siguiente se esparció la noticia como una papa caliente: Estados Unidos le declaraba la guerra a Japón. Algo más que evidente y que todos esperaban de ésos norteamericanos, no iban a quedarse de brazos cruzados. Pero aun así provocaba un poco de angustia en la población.

Dejando de lado los acontecimientos políticos, Eric visitó a Kyle en la tarde como de costumbre. Platicaban mientras el pelirrojo hacia la tarea, comían lo que el castaño hubiese traído y cuando terminaba sus labores Kyle se retira para seguir con su festividad. Así fue durante toda la Hanukkah completa. No supo cómo, pero consiguió administrar las nueve velas para todos esos días.

Y Eric se sorprendió de que esa actitud de Kyle no le molestase. De hecho una vez él mismo se ofreció a traerle más velas cuando vio que las anteriores ya estaban muy gastadas. Pero el judío se negó. Le parecía peligroso, poco prudente. Si en la casa del castaño llegaban a notar la repentina falta de velas sería muy difícil de explicar. Lo mejor era no tomar riesgos innecesarios. Lo que sí es que Eric trajo un encendedor para facilitarle la tarea a Kyle de encender las velas.

Así fue hasta el último día de Hanukkah y Kyle sintió que rejuveneció un poco, retomando una esperanza que antes empezaba a sentir muerta. Tal vez un efecto placebo, pero que al final servía de algo.

Por otro lado, el 15 de diciembre de 1941 en la casa de los Tenorman se alzó el árbol de navidad. Era tarea de los sirvientes, pero Eric se unió cuando su madre se lo pidió. Por lo general no es algo que haría, pero este último mes apreciaba cada momento recreativo con su madre. Ya sabía que en cuanto volviera el idiota de su pareja otra vez sería ignorado.

Ya que el pino fue colocado en la sala principal y las velas puestas en sus respectivos lugares comenzaron a prenderlas con un encendedor. Mientras Eric lo hacía se percataba que no era algo muy diferente a lo que hacía Kyle, el judío lo hacía en un candelabro y él en un árbol. Era muy parecido...

¿Eran parecidos?

Frunció el ceño tras pensarlo confundido.

¿Cómo Kyle podía ser igual y al mismo tiempo inferior a él?

Scott, que ayudaba con unas cajas, cuando notó la expresión distraída y confusa de Eric mientras encendía las velas. Sonrió con malicia y se acercó en silencio para después soltar un grito cerca de su oreja.

A Eric se le resbaló el encendedor tras el susto y como empujó la vela en el acto trató de atraparla antes de que cayera sobre la alfombra. Pero la sostuvo mal quemándose la palma de la mano. Soltó un inevitable doloroso grito y Scott lo acompañó con una risa escandalosa.

Liane volvió después de oír el escándalo cargando con una caja que traía más adornos para el árbol y la soltó inmediatamente al ver a su hijo llorando.

— ¡Señora Leander! ¡Traiga el botiquín, rápido! ¡Eric se quemó la mano! —gritó Liane al notar la quemadura —. Mi bebé, espera, no es nada... Te vamos a curar mi niño —decía con voz suave y maternal para calmar a su hijo, pero su tono de voz cambió drásticamente al notar la odiosa risa de ese adolescente — ¡Scott! ¿Qué has hecho? —le gritó decidida.

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