¿Qué nos sucedió?

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—No tengo nada, déjame en paz y deja de actuar como si te importara.

Ya es domingo... Mis padres regresaron el viernes, no he visto a Lee know desde el miércoles. En la escuela lo ví de lejos hablando con Changbin y cuando me quería acercar solo me sonreía y me daba la espalda para seguir hablando con Changbin. Lo invite a mi casa y todas las veces me dijo que no podía, había quedado con Changbin, en el gimnasio, en su casa, con el grupo de amigos de Changbin, entre otras cosas.

Soy un tanto paranoico y siempre pienso lo peor, así que no voy a negar que me he encontrado llorando mientras pienso en la posibilidad de que Minho deje de hablarme. Debo dejar de pensar esas cosas porque me estoy destruyendo lentamente.

Me la he pasado haciendo tareas, viendo series... Y viendo series.

No he salido de mi habitación a menos que sea importante. No he hablado con mis padres y no pienso hacerlo.

No los he escuchado pelear, pero ¡Por favor! Apenas han pasado dos días, sería el colmo que ya estuviesen peleando. Mamá sigue rogándome para que hable con ella, me pide que la entienda... Simplemente no puedo, ¿Por qué ella no me entiende a mí? Solo quiero lo mejor para ella.

Creo que las personas nunca entenderán el amor que tengo por la música, es algo tan inexplicable pero tan mágico. Estos días me he refugiado en ella, siento que es la única que me entiende y no tengo la necesidad de contarle lo que me pasa, ella solo lo sabe y ya.

Hace unos minutos bajé por algo de comida y justo papá venía llegando del trabajo. Intentó hablar conmigo, dijo que le preocupaba mi actitud ¿Cómo se puede ser tan mentiroso? Simplemente no lo entiendo.

—Hola Han.

—¡Casi muero de un infarto! ¿Qué haces aquí? —Minho entró como un gato por la ventana de mi habitación, me asustó.

—Si quieres me voy.

—Dejate de tonterías. Que bueno es ver tu rostro otra vez —le dije con un tono de reclamo, no esperaba sonar así pero ya no podía regresar al pasado y evitarlo.

—Lo mismo digo. Estos días estuve algo ocupado, ¿Cómo estás? Ví que tus padres regresaron.

—Estoy bien, algo aburrido.

—Ya veo —habló Minho —Que suerte para ti tenerme como amigo, ponte ropa decente vamos a salir.

—Son las 8:30 de la noche y es domingo, si piensas que saldré estás loco.

—¿Por qué te comportas como un viejo?

—¿Por qué te comportas como un niño? —Minho comenzó a mirarme fijamente a los ojos, su mirada era severa. —Deja de hacer eso Minho.

—¿Hacer qué? —rió —Por favor Han, le celebrarán el cumpleaños a uno de los amigos de Changbin en una discoteca, no quiero ir solo.

Para esto apareces, cuando me necesitas nomás. Dios mío ¿Por qué soy tan dramático?

—No me gustan los lugares llenos de personas.

—Oh Han, por favor. Te prometo que te divertirás ¿Qué dices?

—Esta bien pero no tomaré bebidas alcohólicas.

—Yo tampoco Han.

—Y quiero que sepas que voy en contra de mi voluntad.

—Ay si ajá, no te estoy poniendo una pistola en la cabeza.

—¡Sabés que sí lo haces! Tienes una pistola imaginaria en mi cabeza.

—¡Pero es imaginaria!

—¡Lo sabía! —los dos reímos.

Minho se apoderó de mi clóset y me armó un “outfit perfecto”. No estaba nada mal, los pantalones de cuero son mis preferidos.

—Te ves bien, ¿Ya podemos irnos?

—No me apresures Minho, no me gusta.

—Entonces mueve el culo.

—Listo.

Tomé mi cartera con mis cosas importantes y salimos por la ventana de mi habitación, mis padres no podían saberlo y no lo iban a saber, ellos no entrarían a mi habitación.

Iba caminando con Minho, estaba tan lindo. Tenía el cabello un poco mas largo, ojalá mi cabello creciera tan rápido como el de él. Llevaba unas botas negras, pantalón negro y una camisa color vinotinto que le quedaba hermosa, las mangas se ceñian en sus brazos tonificados.

Llevaba todo el camino admiradolo, su porte es tan... Varonil y amenazante. Minutos después Minho bajó la velocidad de sus pasos hasta quedar detrás de mí.

—¿Por qué te quedas atrás?

—No me estoy quedando atrás, solo me aseguro de que estés aquí.

—No me voy a perder Minho.

—Yo creo que sí, estás caminando como atontado ¿En qué piensas? —me preguntó con esa sonrisa pícara que siempre tiene.

—Estaba pensado en cuánto falta para llegar.

—Ya casi, estamos a tres cuadras.

—Perfecto. Minho ¿Puedo pedirte algo?

—Dime.

—No me vayas a dejar solo por favor. No conozco a nadie de ahí.

—¿Me creés capaz de dejarte solo? Obviamente no lo haré Jisung. No estés nervioso te vas a divertir.

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—Minho ¿bailarias conmigo? 

Teníamos más de una hora en ese lugar. Todo estaba oscuro, solo unas luces de colores evitaban que todo estuviese en la oscuridad absoluta.

Al llegar Minho me presentó con el cumpleañero y Changbin me presentó a sus amigos. Estábamos todo el grupo en una mesa, también había un grupo de chicas que venían con Changbin.

La estaba pasando... ¿Bien? Esos chicos estaban algo tomados así que decían cosas que me hacían reír la mayoría de las veces. Minho no se movía de mi lado, y cada vez que me ofrecían algo él lo rechazaba por mi.

—Minho deja a Jisung responder por él, deja de tratarlo como si fueses un novio tóxico.

—Callate Changbin —le respondió Minho. —¿Cómo la estás pasando? —me preguntó Minho cerca de mi oido para que pudiera escucharlo, la música estaba muy fuerte.

—La estoy pasando bien, no te preocupes.

—Perfecto.

Poco a poco me fui sintiendo más en confianza y comencé a bromear junto a los demás en la mesa, eran agradables.

Minho solo observaba y reía, tenía su brazo alrededor de mis hombros.

—Y yo le pedí que me soltara y no lo hizo así que le vomité encima —ese era un tal Bangchan, estaba contando una muy divertida anécdota. Minho y yo nos reíamos de las payasadas que ese chico decía hasta que...

—Minho ¿Bailarias conmigo?