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—Estas loco Minho, el que no quería seguir era yo, no tú —me dijo Han.

—¿Quería? —le pregunté confundido.

—Si Minho, quería —habló Han —Ver todo el daño que mi papá le está haciendo a tu familia me enfureció mucho y me ha hecho entender que así yo ya no esté él seguirá haciendo daño. Que me haga daño a mí dejó de importarme hace rato, pero que se meta contigo ya es diferente. Papá dictó su sentencia cuando te hizo llorar, cuando te hizo sentir mal... Tenía planeado contarte esto cuando estuviesemos allá pero ya veo como te estás sintiendo al respecto entonces te lo diré ya, voy a denunciar a papá... Sé que eso no hará que tu mamá salga de la cárcel más pronto pero lo haré pagar cada una de las que ha hecho.

—¡¿De verdad?! —le pregunté alzando un poco la voz. No podía creer lo que Han me estaba diciendo.

—Si... Sé que lo que se viene es muy difícil pero quiero intentarlo. Tu haz hecho mucho por mí así que te debo esto. Mi mente no esta bien y no sé si lo estará con todo lo que se viene pero me daré otra oportunidad.

—No sabes lo feliz que me hace escucharte decir eso —le dije y le dí un abrazo rápido —Tu eres muy fuerte y podrás con todo, estoy seguro. Ya verás que tú obtendrás justicia, le darás justicia al pequeño Han Jisung que tanto sufrió y vivió y yo estaré a tu lado en todo.

—Saber que tú estarás a mi lado me hace fuerte Minho —habló Han mientras veía el yeso que tenía en su brazo izquierdo —Y bueno... De ahora en adelante no serás el único que esté preso del miedo —dijo Han riendo un poco.

—Lo lograremos juntos —le dije.

—Siempre juntos.

Yo no podía dejar de sonreír... Sentía un gran alivio dentro de mi. Cada día Han me sorprende más, él es tan fuerte y luchador. Me alegra en gran manera que vaya a intentar darse una nueva oportunidad, será difícil pero sé que lo va a lograr.

—¿Puedes dejar de sonreír? —me dijo Han dándome un pequeña patada.

—No —le respondí —siento mucho alivio en este momento —dije botando el aire que tenía en mis pulmones.

—Nunca podré perdonarme todo el daño que te estoy haciendo Minho, nunca fue mi intención causarte tanto daño...

—Yo te amo, te amo con mi vida y eso conlleva que yo esté contigo en las buenas, en las malas y en las peores —hablé yo —tu dolor es mi dolor, lo que te hagan a tí me lo hacen a mí también. Nada de esto es tu culpa, que tú estés así no es tu culpa... Tu no me has hecho daño, lo que te daña a ti me daña a mi.

—Siento que si hubiera sido más fuerte o si hubiera mantenido mi boca cerrada nada de esto estuviera pasando —me dijo Han mientras comía un poco más de arroz.

—No deberías pensar eso, haz sido muy fuerte Han, no pienses lo contrario —hablé yo —Esta bien que hayas dicho lo que pensabas porque eso te estaba afectando, nunca debemos quedarnos callados cuando algo nos molesta o hace daño. Si es verdad que hay momentos en dónde no es lo mejor abrir la boca, aveces es mejor evitar, pero eso en tu caso no aplica ¿Cuántos años más ibas a callar lo que sentías? ¿Cuántos años más ibas a dejar que tus padres te trataran cómo a un muñeco?

—Tienes razón... No podía dejar que ellos siguieran controlandome. Aveces siento que hice lo mejor, pero luego veo todo los problemas que he causado y comienzo a pensar lo contrario.

—Todos los problemas que están pasando no ocurrieron porque tú abriste la boca, no, todo ocurrió por culpa de tu padre. No es tu culpa que él esté cegado de orgullo y odio.

¿Qué nos sucedió?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora