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Estaba con Minho en mi habitación, le estaba curando las heridas.

—Me arde —se quejó Minho, ya que le estaba dando pequeños toquecitos en la herida de su labio inferior con un pedacito de algodón previamente humedecido en alcohol.

—Te aguantas.

Minho frunció el ceño y comenzó hacerme cosquillas.

—Deja, tengo que terminar de curarte. —acto seguido me sacó la lengua tal cuál un niño de 5 años.

Ya estaba terminando con Minho, la inflamación de su labio había disminuido un poco, en su ceja ya no se distinguía ningún rastro de sangre y el golpe en su costilla ya no se veía tan feo.

—Minho ¿Cómo fue tu infancia? —le pregunté. Estábamos sentados en el suelo de mi habitación, Minho tenía su espalda recostada sobre mi cama y yo estaba sentado frente a él.

—¿Por qué lo preguntas? —me respondió tranquilo.

—Después dices que soy yo el que contesta tus preguntas con otra pregunta —le dí una mirada de reproche. —No pregunto por nada en específico, solo me gustaría saber un poco más sobre ti.

—Es una historia algo complicada ¿Seguro que quieres que te la cuente? —dijo levantando una ceja.

—Si me gustaría que me la cuentes, pero si no quieres está bien.

—No te preocupes. Bueno ¿Por dónde comienzo? Uhm... Nací en un pueblo pequeño que queda a dos horas de aquí, mi padre abandonó a mi mamá cuando esta le contó que estaba embarazada, por lo tanto mi mamá regresó a casa de mi abuela. Cuando nací mi abuela se encargó de mí ya que mi mamá estaba muy triste por la situación de mi papá y no quiso tomar su rol de madre —una pequeña sonrisa se formó en los labios rosados de Minho, al parecer por su cabeza estaban pasando gratos recuerdos. —Mi abuela, la mejor persona del mundo. Ella me dió todo el cariño que mi mamá no me daba, ella cubrió su parte, la de mi mamá y la de mi papá, no necesitaba nada más teniéndola a ella —y de pronto esa bonita sonrisa desapareció, —Al cumplir 5 años mi abuela comenzó a enfermarse, poco tiempo después partió de este horrible mundo que no hizo más que darle tristeza y no compensarle sus buenas acciones. Mamá regresó y me trajo aquí.

—¿Cómo era tu abuela?

—Oh Han... Ella era muy dulce, bondadosa y le gustaba hacer chistes. Es triste porque a medida que el tiempo avanza mis recuerdos de ella se van nublando cada vez más. Recuerdo que cocinaba rico.

—¿Ella también confundía la sal y la azúcar? —lo que me contó Minho me sorprendió, nunca se me cruzó por la mente que él pudiera haber pasado por ese tipo de cosas tan tristes. Trataba de preguntar por las cosas menos dolorosas, su sonrisa aparecía cuando trataba de recordar a su abuela, mi corazón se estaba haciendo añicos.

—No jajaja, ella los probaba antes de utilizarlos.

—¿Cómo es tu mamá?

—¿La verdad? No lo sé. Casi no la veo, siempre me ha culpado por la ida de mi papá. Mi papá apareció hace como 3 años, aveces me escribe por Whatsapp preguntándome si necesito dinero o cosas así. Mamá se pone celosa cada que se entera que papá me escribió.

—¿Siente celos de ti?

—Si ¿Patético verdad? —yo solo asentí en respuesta. Minho se levantó y comenzó a guardar las cosas que había utilizado anteriormente para curarle las heridas. —Mi mamá nunca fue como mi abuela, no tienen punto de comparación. En resumen: yo no le importo a mi mamá, lo bueno es que tengo un techo donde dormir y por lo menos no me hace falta nada material.

—¿Cómo logras lidiar con todo eso? Yo me volvería loco.

—No lo sé Han. Las personas dicen "el tiempo lo cura todo" yo pienso que es mentira. El tiempo no cura nada, solamente aprendes a vivir con el dolor, por momentos lo olvidas y desaparece, tiempo después regresan esos recuerdos y te das cuenta que el dolor no se fue, solo estaba dormido.

—¿Piensas que algún día podrás superar todo eso?

—No sé si «superar» sea la palabra, creo que tarde o temprano tendrá que llegar el día en que pueda perdonar, perdonar a mi mamá y perdonarme a mi mismo. ¿Olvidarlo? Jamás, olvidar tu pasado o vivencias difíciles solo hace que olvides quién eres.

—¿Sabés algo Minho? Desde que comenzamos a hablar y dimos inicio nuestra amistad siempre te consideré una persona muy sabia. ¿Cómo lograste llegar a esas conclusiones? —por el otro lado estaba yo, mis padres siempre controlaron mi forma de pensar, mi criterio. Me trataban como a su pequeño robot. Su pequeña creación. Al llegar a la adolescencia comencé a cuestionarme ciertas cosas y cuando en las cenas familiares yo daba mi nuevo punto de vista sobre algún tema mis padres se escandalizaban por mi "rebelde" forma de pensar.

—Las diversas "pruebas" que te pone vida te hacen pensar y cuestionarte muchas cosas. Igualmente la mayoría de las personas opinan desde sus experiencias de vida, por ende estás llegan a ser muy variadas. Ninguna es incorrecta y de igual manera ninguna es la correcta, a menos que está dañe y atente contra alguien más.

—Si, tienes razón... Gracias por tenerme confianza y haber hablado conmigo sobre ese tema, lo aprecio mucho.

—No hay de qué. Y tienes razón en algo —dijo mientras apagaba la luz de la habitación y se acostaba en mi cama.

—¿En qué? —respondí aún sentado en el suelo rodeado de la oscuridad de la noche.

—Debemos comenzar a saber un poco más de nosotros.

Minho se giró dándome la espalda mientras se tapaba con mi cobija y ahí rodeado de esa oscuridad pude sentir como algo cambió para Minho y para mí.

Algo se sentía diferente entre nosotros, era como si una pared se hubiese derrumbado.

Minho comenzaba a tenerme más confianza y a ser un poco más abierto en cuando a sus sentimientos y su vida la cuál hasta el momento siempre había mantenido en secreto.

No podía verlo pero metafóricamente hablando, (si es que puedo llamarlo de esa forma), comencé a ver a Minho con otros ojos. Mientras Minho hablaba pude notar en su voz que toda esa situación le sentía, y no es para menos.

Esto me hizo pensar en que ciertamente hay más personas allá afuera pasándola igual o peor que yo. Capaz deba dejar de ser tan estúpido y exagerado acerca de lo que sucede en mi casa. Por lo menos yo tengo a mis padres, hay más personas que no tienen a sus padres con ellos.

Sé que todos los sentimientos son válidos, los sentimientos de otra persona no son más válidos que los míos, pero en momentos así siento como si los míos fuesen una simple tontería.

¿Si estaré exagerando todo?

¿Me estaré comportando como un chico rebelde?

¿De verdad soy un mal hijo?

¿Mis padres tendrán razón en cuanto a mí?

—Han. —habló Minho con una voz somnolienta.

—¿Qué?

—Ven a dormir, tengo frío.

Hice caso y me acosté a su lado. Minho tenía una de sus piernas sobre mi, estaba haciendo frío y Minho me estaba utilizando de calefactor personal.

Con Minho durmiendo a mi lado, mi cabeza estando en un remolino de pensamientos, el frío que hacía y solo la luz de la luna alumbrando escasamente la habitación, mis ojos comenzaron a cerrarse lentamente mientras los recuerdos de todo lo que viví con Minho hoy se reproducían cómo una película... Cómo la mejor película del mundo.

∆•∆•∆

Hola!! ¿Que tal les parece la historia hasta ahora? Espero que les esté gustando mucho.

¿Les gusta la nueva portada? No es mucho pero es trabajo honesto jsjsjjs.

Perdonen si la historia tiene errores de redacción y ortografía, cuando la termine me encargaré de editarla al 100%

Espero sus opiniones sobre la historia, gracias por el apoyo 🫂🤍

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