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Bajé y me dirigí a la cochera, no estaba el auto de mamá ni el de papá. Fui a su habitación y tampoco estaban... Mejor para mí que no estén.

Me dirigí a mi habitación nuevamente.

—Dice que llegará en 20 minutos —me dijo Minho. Estaba acostado boca abajo en mi cama mientras veía su celular. Nunca me voy a cansar de verlo, no hay nada imperfecto en él.

—Que bueno porque ya me está sonando el estómago.

—¿Estás embarazado? ¡Estás embarazado! —y de repente Minho comenzó a saltar en mi cama.

—¡Vas a romper la cama! —me estaba muriendo de la risa con ese tonto.

—¿Quién es el padre? —preguntó mientras ponía su oreja en mi estómago.

—Hambre, así se llama el padre —y en ese momento mi estómago gruño.

—¡Me pateó! —Minho comenzó a darme pequeños golpecitos en mi abdomen.

—Minho déjame, me haces cosquillas —y mientras tenía una cara demoniaca Minho tomó uno de mis brazos y acto seguido me cargó en su hombro tal cual un saco de papas. Al llegar al borde de la cama me tiró en esta, que bueno que mi cama es resistente porque si no ya estuviese hecha polvo. —¿Qué haces?

—Le enseñaré modales a la pequeña criatura que tienes dentro de tu barriga —y estando yo acostado Minho se sentó sobre mis piernas, con su mano derecha tomó mis dos brazos y los puso por encima de mi cabeza y con su mano libre comenzó a pellizcar suavemente mi barriga.

—¡Minho déjame! Me haces cosquillas.

—Ese bebé no ha aprendido modales aún. Haz silencio o tendré que callarte.

—¿Callarme? ¿Cómo lo harás? —dije mientras intentaba soltar mis brazos, pero Minho ejerció más fuerza sobre estos.

—No sé si te gustará el método que usaré para callarte Han.

—¿Cómo estás tan seguro? —Minho sonrió. Se estaba acercando a mi cara cada vez más hasta que sonó el timbre. Me soltó y se bajó de encima de mi.

—Siempre se tardan una barbaridad en llegar y justo ahora no tardaron ni 10 minutos... Te salvaste esta vez —me dijo mientras rodaba los ojos.

—Yo pagaré —y antes de que Minho me quitara los billetes que tenía en la mano salí corriendo de la habitación cerrando la puerta detrás de mi.

Pagué por la pizza, tomé una Coca-Cola que había en la nevera junto con dos vasos y subí.

—Yo quería pagar.

—Lo siento por ti Lee know pero te gané está vez. ¿Cómo la pediste?

—Mitad pepperoni y mitad maíz —dijo Minho mientras movía las cobijas para hacer espacio en la cama.

—Perfecto.

—No sé cómo te puede gustar la pizza con maíz.

—Y yo no sé cómo no te puede gustar —le respondí con simpleza.

Pusimos una película (a la cual no le prestamos atención) Minho me contó sobre cosas que quería hacer en un futuro y también me contó que le gustaría regresar al baile en un futuro no muy lejano.

En mi caso yo le conté sobre la pelea de Nicky Minaj y Cardi B, también le conté sobre lo horrible que es Kanye West y lo que le hizo a Taylor Swift.

—¿Cómo sabes tanto sobre la vida de los demás? —me preguntó Minho.

—Cuando tu vida es aburrida lo único que puedes hacer es vivir a través de la vida de los demás.

—Inteligente respuesta pero no sé cómo lo haces jajaja.

—Mañana no iré a la escuela —le dije.

—¿Qué? ¿Y qué haré en todo el día? —me  respondió Minho mientras se tiraba hacia atrás de una manera muy dramática y exagerada.

—Puedes estar con Changbin, jugar fútbol... Además que mañana tienes examen de biología, no puedes faltar.

—Me muero.

—¿Se te olvidó que tenías examen?

—Si. Pero no me preocuparé, es fácil —dijo mientras tomaba un poco de Coca-Cola.

—Ajá.

—Mañana será aburrido Han.

—Después de la escuela puedes venir a estar aburrido conmigo.

—Te odio. Ahora tendré que comer solo.

—No te vas a morir por tener que desayunar solo. ¿Cómo hacías antes de conocerme? —dije mientras me comía mi último pedazo de pizza.

—Antes de conocerte desayunaba en clases porque en los recreos jugaba fútbol porque si no hacia eso me iba a morir del aburrimiento. ¿Sabés? Gracias a ti ahora me gusta ir a la escuela, nunca antes me había gustado.

—¿En serio? —¿Yo? En shock.

—Si, pero solo me gusta ir cuando sé que estarás ahí. La gente de la escuela es rara, siento que su oxígeno es distinto al mío... Su oxigeno contiene drogas, por eso son tan inhumanos y estúpidos.

—Jajaja pienso lo mismo. Será solo por mañana, no te preocupes.

—Bueno, está bien. ¿No te sientes con ánimos para ir? —me preguntó Minho mientras recogía la caja de pizza y los vasos.

—La verdad es que no. Si voy no podré concentrarme en nada. —no era mentira, a penas mi cerebro “descansa” los recuerdos y preguntas llegan y me atormentan.

—Esta bien.

—Minho —mientras hablaba iba acomodando las cobijas y almohadas ya que era hora de dormir, Minho no se iba a querer despertar mañana —¿Haz tenido muchas amistades?

—Uhm podría decir que si. Hay mucha gente que me agrada ¿Por qué preguntas?

—¿Habías tenido una amistad como esta antes?

—No, como esta no.

—¿Por qué? —le pregunté.

—Porque a ti te considero y te quiero mucho más que a esas otras personas. Tu eres diferente y encajamos bien, tu haces que nuestra amistad sea diferente a las otras —me respondió él mientras ponía su celular a cargar para luego ir a apagar la luz y acostarse a mi lado.

—¿Y como son las amistades? ¿Son parecidas a la nuestra?

—Se podría decir que si. Se basan en pasarla bien, estar en los buenos y malos momentos y todas esas cosas.

—¿Haz hecho esto con otras amistades antes? —ya estaba haciendo muchas preguntas, pero de verdad quería saber. Quería saber cómo eran y si lo estaba haciendo bien.

—¿Quedarme a dormir con ellos? Si, pero siempre me he quedado a dormir en sus sillones o en una colchoneta en el piso.

—¿Quieres dormir en una colchoneta en el piso? —entonces desde el principio Minho tuvo que haber dormido en una colchoneta ¿O está bien que duerma conmigo?. La luz estaba apagada, las cortinas impedían que entrara algo de luz, todo allá afuera estaba en silencio. Minho rió un poco.

—Si tu quieres que duerma en una colchoneta en el piso está bien.

—No quiero eso, lo pregunto por ti.

—Yo estoy muy bien así Han, no te preocupes.

—¿De qué hablas con tus otros amigos?

—Han —por el tono de su voz pude darme cuenta de que ya se estaba quedando dormido —no te preocupes por eso, lo estás haciendo bien. Tu amistad es la más especial que he tenido, ya no te atormentes por eso y duerme.

—¿Seguro?

—Si Han —y una sonrisa se formó en mis labios. Que bueno que la luz estaba apagada y Minho no se podía dar cuenta de mi estúpida sonrisa.

—Buenas noches Minho.

—Buenas noches mi niño lindo.

¿Qué nos sucedió?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora