—¿Qu- qué? —lo miré a los ojos, esos ojos brillantes y que eran parecidos a los de un gato. Su pulgar seguía sobre mi labio y sus ojos iban desde mi boca hasta mis ojos, subían y bajaban. Estaba comenzando a creer que todo esto me lo estaba imaginando.
—¿Ahora estás sordo? Que me traes loco Han Jisung —dijo Minho. Mis ojos estaban abiertos lo más que podían, sentía que iba desmayarme. Lo miré nuevamente y se estaba mordiendo su labio inferior —Me gustas Han —y me besó.
Los primeros segundos no me moví, no sentía nada porque estaba creo que en shock, luego volví a mis 5 sentidos... ¡Minho me estaba besando! Sus labios eran muy suaves y carnosos.
Le seguí el beso, pude sentir como Minho sonrió por un corto momento. Me besaba de una manera lenta y delicada, sentí que él al igual que yo no nos creíamos lo que estaba pasando así que estábamos disfrutando cada segundo.
Minho se quitó el bolso sin romper el beso para luego pasar su mano izquierda por mi cuello y acercarnos más. Me sentía en las nubes, no sé si era por la emoción o porque me estaba quedando sin aire... Creo que por las dos. Segundos después nos separamos en busca de aire para nuestros pulmones.
Minho pasó su pulgar por las comisuras de mi boca mientras sonreía.
—Me gustas Han. Amo tu sonrisa, amo lo apasionado que eres con las cosas que te gustan, amo que no tengas miedo de hacerme preguntas, amo como te sonrojas cuando te hago un cumplido... Amo como me miras Han. Amo lo que me haces sentir, me haces sentir muchas cosas Han, perdóname pero no podía seguir conteniendo mis sentimientos hacia tí.
—Minho yo...
Golpes fuertes en la puerta de mi habitación hicieron que me alarmara, miré a Minho y con solo una mirada él entendió que debía salir de mi habitación lo más rápido posible.
—¡Ya voy! —grité tratando de sonar clamado.
—¿Estarás bien? —me preguntó Minho con algo de preocupación en sus ojos.
—Si, vete ahora Minho —le dije. Minho asintió en respuesta, me dió un pequeño beso y al volver a escuchar más golpes en la puerta salió de mi habitación por la ventana a la velocidad de la luz.
Me levanté, acomodé mi cabello, estiré un poco mi pijama con mis manos y me dirigí hacia la puerta. Antes de abrirla respiré hondo y recé para que no fuera nada malo.
—¿Te crees muy hombre? —me preguntó papá cuando entró a mi habitación apenas le abrí la puerta.
Comencé a temblar, ni siquiera sé por qué. Odio cuando comienzo a temblar por la más mínima cosa.
—¿De qué hablas? —le respondí tranquilo. Aún no sabía de qué se trataba todo esto.
—Tu mamá. ¿Cómo puedes ser capaz de decirle esas cosas? Me contó como la has estado ignorado y las cosas que le has dicho, ¿No te da vergüenza? —dijo papá, y una sonrisa se le formó en el rostro —cada día me decepcionas más, eres repugnante.
—¿Yo soy repugnante? —trataba de controlarme pero muchas respuestas posibles estaban pasando por mi cabeza. Él viene a decirme eso a mí, ¡un hombre maltratador, abusador y machista viene a decirme eso a mí!
—Sí tú. Te la pasas metido aquí, sabrá Dios qué cosas haces, pero a partir de mañana todo cambiara Jisung, si no cambias por las buenas lo harás por las malas. He tratado de ser paciente desde que regresé de mi viaje de trabajo pero tú no ayudas.
—¿Cuál viaje de trabajo? —que yo recuerde él nunca ha estado ausente por un “viaje de trabajo”
—Tu sabes de cuál estoy hablando. El viaje de trabajo en el que estaba mientras tú le llenabas la cabeza a tu mamá de mierda en contra de mi —papá comenzó a acercarse a mí —ella me lo contó todo, cada una de las cosas que le decías sobre mí.
—Yo solo le decía la verdad.
—¡La verdad! ¿Y cuál se supone que es esa verdad para ti?
—¿Para qué repetirla? ¿No me habías dicho que mamá ya te la dijo?
—Eres un insolente. No puedo estar ausente en esta casa porque viene tu mamá y pierde el control sobre ti —dijo papá.
—Piensa lo que quieras de mi. ¿Dónde está mamá?
—Esta en su habitación, llorando por tu culpa.
—Yo no le hecho nada.
—¿Y si no le hiciste nada entonces por qué está llorando mientras dice tu nombre?
—¿Puedes salir de mi habitación por favor?
—Mañana volveremos a hablar —dijo para después salir de mi habitación tirando la puerta detrás de él. ¡Lo odio! ¿Qué querrá decir con eso de que todo va a cambiar? ¿Ahora que locura se le habrá ocurrido?
Mamá... Mi mamá, está llorando por mi culpa. Ella no ve que el malo aquí no soy yo, es papá.
Es muy frustrante toda esta situación. Ya decía yo que el día estaba yendo de maravilla.Me dirigí al baño para tratar de calmarme. Mi respiración estaba hecha un desastre y aún seguía temblando. Abrí la llave y comencé a pasar mis manos por el agua fría, las pasé por mi rostro... Minho.
Decidí no pensar en mi papá ni en mi mamá, mañana veremos qué pasa, ahora solo pensaré en Minho. ¡Le gusto a Minho! ¡Nos besamos! No puedo creerlo.
Ni en mis mejores sueños me sucedía algo como esto. Le gusto a Minho ¿Cómo alguien como yo puede gustarle a alguien como él? No lo entiendo.
Ese beso... Minho me besó con una delicadeza, era como si tuviese miedo de romperme en mil pedazos.
Oh no, oh no, oh no. Le gusto a Minho ¿Y ahora? ¿Qué procede? No sé cómo podré mirarlo mañana a la cara. ¿Hablaremos mañana de este beso? ¿Y si él se arrepintió? ¿Y si ahora se aleja?
¿Y si no le gustó?
¿Y si no fue como lo imaginó?
¿Y si...?
Mi celular sonó. Era un mensaje de Minho “¿Todo bien?” decia el mensaje. No tengo la respuesta a eso... No sé si todo está bien, tampoco sé si está mal. Lo único que sé es que de ahora en adelante se me vienen cosas difícil, puedo sentirlo.
ESTÁS LEYENDO
¿Qué nos sucedió?
Teen FictionHan Jisung es un chico común, así como tú y yo. Han tiene problemas familiares y sufre de miedo al abandono. Un día ve a Minho en su escuela y se comienza a enamorar de él. Vive todos los días con miedo a que Minho se vaya. Veremos los obstáculos qu...