²⁵

823 91 12
                                    

—Me avisas cuando llegues a tu casa.

—Esta bien. -—llegamos a la esquina en la que cada uno tomaba su propio camino. En la mañana nos alistamos y nos fuimos juntos a la escuela. Hoy Minho me incluyó en sus conversaciones con Changbin y Minho le explicó la razón por la cual nos fuimos de la fiesta.

Hoy mi corazón está en paz, mi mente serena y mi sonrisa va de oreja a oreja.

Tener a Minho me hace sentirme más fuerte aunque no lo sea. Ayer a la noche se la pasó dándome cariños en el cabello, me recordó a cuando mi mamá lo hacia...

Llegué a mi casa, no tenía ganas de ver a mis padres así que entré por la ventana de mi habitación. Por el momento no quiero seguir con ese debate de si estoy siendo un mal hijo o no.

Estaba quitándome la camisa del uniforme porque tenía intenciones de bañarme para después ponerme a hacer mis deberes de la escuela, pero el toque en la puerta retrasó un poco mis planes.

—Jisung, ¿Puedes bajar? Estaré en la sala de estar —me dijo mamá, yéndose antes de que pudiese darle una respuesta. Espero que no sea nada malo.

Me mal puse la camisa del uniforme otra vez y bajé a la sala de estar, mamá estaba sentada en el sofá con las piernas cruzadas y su espalda erguida... Siempre que está así es porque está enojada.

Me senté en el sofá también, ella estaba en una esquina y yo en la otra, la tensión la podía cortar con un cuchillo de plástico.

—¿Qué pasó? —hablé yo primero, quería terminar esto lo antes posible.

—¿Quién era el chico que estaba durmiendo contigo en tu cama ayer? —Mamá seguía con esa actitud de altivez que yo, en lo personal, odiaba.

—Un amigo. —le respondí sin más.

—¿Y con el permiso de quién metes a chicos a la casa?

—¿Por qué me hablas de ese modo tan despectivo? Me estás hablando como si yo estuviese trayendo hombres para tener cosas con ellos. Y si así fuese, te recuerdo que soy tu hijo... Últimamente se te está olvidando. —mis palabras están sonando algo duras pero... ¿Por qué debo cuidar los sentimientos de alguien que no cuida los míos? ¿Estaré mal? En este momento no pienso en lo que está bien o mal.

—Y que no se te olvide que yo soy tu madre Jisung, cuidadito como me hablas. Si vas a traer a tu amiguito a la casa quiero que me pidas permiso primero y si se va a quedar a dormir no quiero que duerma en tu cama.

—¿Desde cuándo te importa lo que yo haga?

—No empieces Jisung porque el único que saldrá perdiendo serás tú. Ya te dí una orden y pobre de tí que me desobedezcas. Agradece que no le dije nada a tu padre.

—¿Por qué debería agradecerte por eso? Si le dices o no me vale shit.

—Andate a tu cuarto.

—A la orden capitana.

Si ella creé que le haré caso está loca.

Al entrar a mi habitación recordé que no le había escrito a Minho que llegué, encendí mi celular y había un mensaje de Minho “Hey, llegaste?” decía su mensaje.

Después de responderle puse en marcha la rutina que me había planteado hacer antes de que mamá me interrumpiera.

✧─── ・ 。゚★: *.✦ .* :★. ───✧

Son casi las 7 de la noche y acabo de terminar mis tareas. Ví mi celular y Minho me estaba diciendo que si quería ir a la plaza con él, obviamente acepté.

Me cambié de ropa y salí por la ventana de mi habitación, Minho me estaba esperando a unas cuadras de mi casa.

—Hola Hanni. —me saludó él.

—Hello, ¿Y eso que quisiste salir hoy? —le pregunté confundido porque esta mañana en la escuela me había dicho que después de hacer todas las tareas que tenía pendiente iba a dormir.

—Te lo explico al rato ¿Vamos caminando?

—Vamos.

Y nos fuimos. Al cabo de unos minutos llegamos a una linda plaza que no quedaba tan lejos de mi casa, tenía una pequeña laguna y muchas tiendas muy lindas alrededor.

—¿Quieres un helado? —me preguntó Minho cuando pasamos frente a una tienda de helados.

—Esta bien, el mío de Ron con pasas por favor.

—Perfecto.

Después de comprar los helados comenzamos a caminar al rededor de la laguna, estaba oscureciendo y el atardecer se reflejaba en el agua.

—Han juguemos a algo.

—¿No estás muy grande para estar jugando? —dije mientras reía, pero la sonrisa no me duró mucho porque Minho me miró con esa típica mirada amenazante que lo caracteriza. —¿A qué quieres jugar?

—A las preguntas. Debemos contestar todo y si no lo hacemos nos ganamos una patada en el culo.

—¿Por qué en mi culo?

—Han si no quieres que te pateé el culo entonces responde todas mis preguntas.

—Bueeeno, comienza tú.

—Bien ¿Sabor de helado favorito?

—Ron con pasas y el de chocolate. Ahora yo, ¿Miedo más grande?

—Uhmm, morir sin haber vivido. Misma pregunta para ti.

—No poder proteger a mi mamá. ¿Tú posesión más preciada?

—Tengo un collar que le pertenecía a mi abuela, creo que sería esa. Quiero patearte el culo ¿Qué podría preguntarte? —Minho siguió lamiendo su helado mientras pensaba en algo. Me reuso a que me pateé el culo, si lo hace quedaré plano. —¡Ya sé! ¿Proteger a tu mamá de quién?

—Juego sucio... Me gusta. De mi papá y de ella misma. Ahora es mi turno ¿Cuál ha sido la situación más difícil que has vivido con tu mamá?

—No dejaré que me pateés el culo Han, ni lo pienses.

—Entonces responde.

—Cuando tuve que vender muchas de mis cosas para que unos sicarios no la mataran. Mi turno...

 

¿Qué nos sucedió?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora