—Una vez conocí a un señor, era amigo de mi abuela y me contó parte de su vida —comenzó a hablar Minho —Él fue al servicio militar y ahí encontró al amor de su vida. Él había vivido una vida llena de malos tratos y explotación laboral, sus padres habían muerto cuando él era pequeño y siempre estuvo al cuidado de una tía que solo lo quería como una fuente de ingresos; cuando conoció a ese chico sintió mucho miedo porque nunca nadie lo habían tratado bien y todo con él era diferente. Después de un año se enamoraron perdidamente, escondían su relación de todos ya que tenían miedo de ser sancionados. Me contó que todo el tiempo que pasó en el servicio militar fue lo mejor que pudo haberle pasado, al fin sentía que tenía un propósito y ese era amar a su pareja. Al terminar el servicio militar ellos decidieron seguir con su relación, fue algo que nunca se puso en duda. El amigo de mi abuela vendió las pocas cosas que tenía, trabajo un poco más y luego viajo para ir a vivir con su pareja... Conoció una vida que no sabía que existía, pudo disfrutar estar vivo, aprendió muchas cosas, aprendió que no todo en la vida era maltrato y cosas malas... Años después el amigo de mi abuela sufrió un accidente el cual lo hizo vivir con un bastón a su lado el resto de su vida, pero a él no le importó, si estaba con el amor de su vida nada le importaba. Aún eran jóvenes pero la vida para ellos iban tan rápido que no se daban cuenta, nunca hubieron peleas entre ellos, se entendían y juntos fueron madurando mentalmente, todo iba de maravilla hasta que se llegó la guerra de Corea del Sur contra Corea del Norte en el año 1950... Por el problema en su pierna él no puedo ir pero si pareja no tenía ningún impedimento y tuvo que ir. Con miedo en su corazón se despidió de la persona que lo hizo conocer el otro lado de la vida sin saber si lo volvería a ver, "Prometo volver a ti" le dijo el soldado justo antes de irse. La guerra terminó en 1953, muchos soldados regresaron a sus hogares menos el soldado que se había robado su corazón, su vida llegó al fin en el campo de batalla, su corazón se detuvo, su mente se congeló y los recuerdos poco a poco iban quemando su corazón. La única persona buena, la única persona que no lo había tratado mal, la única persona que lo había amado, la única persona que él había amado y ya no estaba... Él le hizo una promesa y no la cumplió. Se sentía engañado, se sentía traicionado, aunque no quería el odio y la ira se iba apoderando de él, quería recordarlo con amor, lo seguía amando pero la única promesa que le hicieron y no la cumplieron. Pasaron los días, las semanas y los meses y todo lo que él había sido al lado de su soldado ya no estaba, su pareja creó esa parte de él y al irse gracias a esa guerra se la llevó y no regresaría nunca más. Era el mismo chico al cual todos habían pisoteado, maltratado y usado, ya no quedaba una pizca de amor en él, solo había odio y rencor, ya no amaba la vida, para él ya no existían dos lados de la vida, ahora solo existía uno y solo estaba lleno de melancolía y tristeza.
—Voy a llorar —le dije a Minho con pena en mi corazón, no podía imaginar el dolor que ese hombre había sentido.
—Él había decidido vender la casa que en este momento solo lo atormentaba con recuerdos, risas que no volvería a escuchar, ojos que no volvería a admirar y una piel que no volvería a tocar. Iba saliendo de su casa para firmar los papeles que dejaría atrás todo ese pasado, con los ojos llenos de lágrimas cerró la puerta principal y comenzó a caminar, cinco pasos después una mariposa verde con unas pequeñas manchas negras en sus alas comenzó a volar alrededor de su cabeza, trató de alejarla con su mano pero la mariposa no se iba; la mariposa comenzó a chocar repetidamente contra su espalda, él se volteó y la mariposa voló en dirección a la puerta de la casa, cada vez que él intentaba irse la mariposa lo hacía voltear... Decidió caminar hasta la puerta y la mariposa comenzó a saltar sobre el picaporte de esta, abrió la puerta y entró a la casa... Su corazón comenzó a acelerarse, algo en la casa se sentía distinto, de un momento a otro dejó de sentir rencor y odio, comenzó a recordar los bailes en la sala, las risas en la cocina... Tantas cosas y a diferencia de la vez anterior los recuerdos lo estaban haciendo sonreír, algo había cambiado pero no sabía qué. Al mirar a un lado vió a la mariposa parada en su hombro derecho, intentó tocarla y esta salió volando hacia la única foto de ellos dos que había en toda la casa y ahí se quedó, él se acercó al cuadro y comenzó a acariciar la foto de su amado; sintió en alguien lo estaba abrazando, se sintió muy familiar y una voz a la distancia logró escuchar "Nunca rompería nuestra promesa" con miedo miró a todos lados pero no había nadie, esa voz la conocía, esa voz era la felicidad y la luz que iluminaba su vida... Luego de pensarlo y dejar de buscarle el lado lógico se dió cuenta de que su soldado sí cumplió su promesa, ya había regresado y su amor seguía intacto. Al final no vendió la casa, ya nada lo atormentaba, ya no se sentía solo y los recuerdos eran un abrazo y lo hacía sentir al lado de su amado. Cuando él me contó esa historia tenía 97 años y me dijo que nunca amó a nadie más y que a pesar de que su soldado no estaba físicamente él sabía que su promesa había sido cumplida y que hasta el final de sus días su soldado a su lado siempre estaría.
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¿Qué nos sucedió?
Teen FictionHan Jisung es un chico común, así como tú y yo. Han tiene problemas familiares y sufre de miedo al abandono. Un día ve a Minho en su escuela y se comienza a enamorar de él. Vive todos los días con miedo a que Minho se vaya. Veremos los obstáculos qu...