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—¿Podría ser perjudicial?

—Él puede denunciar esto cuando quiera pero se le haría más fácil si lo hiciera ahora, de igual forma las pruebas de los golpes y todo están en mi poder y no se borrarán. Debo irme tengo más trabajo por hacer, hablamos después —me respondió papá y volví a entrar a la habitación donde estaba Han.

—¿Estás seguro de lo que acabas de decir? —le pregunté. Resulta que vino papá con otros policías a ver si Han iba a denunciar y él dijo que no lo haría.

—Si.

—¿Y por qué? ¿No quieres justicia para ti? ¿Justicia para tu mamá?

—Que papá vaya a la cárcel no revertirá nada Minho —me respondió Han.

—No revertirá nada pero no podrá seguir con sus abusos de poder que ejerce sobre tí y sobre tu mamá, también aprenderá que no es intocable y que todo en esta vida se paga.

—Mamá no me quiere y si gano el juicio y papá va a la cárcel será peor Minho —habló Han —Y no puedo volver a verle la cara y menos si es para testificar en su contra, no podré ¿Te imaginas lo que dirá papá para defenderse? No quiero escucharlo, no puedo Minho. No quiero recordar todo, trato de olvidarme de todo lo que ha pasado y no puedo, se me hará mucho más difícil si tengo que verlo en una corte.

—Yo sé que es difícil Han pero solo tendrás que recordar todo eso una vez más, debes buscar justicia para ti, todo lo que has sufrido no puede ser en vano.

—¿Te imaginas que pierda el juicio? Ahí sí me matara.

—Eso no sucederá Han, las pruebas son contundentes —le dije —Tu papá no tiene escapatoria. Están los vídeos, las fotos, audios y pruebas de ADN.

—No Minho, no lo haré.

—Debes enfrentarte a él Han ¿Vivirás bajo su control toda tu vida? ¿Lo dejaras ganar? ¿Todo lo que sufrió tu mamá no es importante? ¿Todo lo que pasaste no es importante?

—Él no ganó Minho y no lo hará —habló Han —No lo haré, no tiene caso hacerlo si no estaré aquí para presenciar como paga por sus pecados.

—Han pero-

—Nada de peros Minho, si no vas a respetar mis decisiones vete, ahí tienes la puerta —dijo Han. Se acomodó y se acostó de lado tapándose completo con una cobija.

—Yo solo quiero que todo este sufrimiento no sea en vano. Todo esto que estás viviendo no es justo Han.

—La vida no es justa y eso lo sabes muy bien —me respondió Han aún debajo de la cobija.

—Sé que es dificil Han pero debes hacerlo ¿Qué pasa si tú papá llega a hacerle algo muy grave a tu mamá? —le pregunté.

—Ella prefiere ser golpeada a ser salvada.

—¿Y tú?

—¿Yo qué?

—¿Prefieres seguir lastimado en vez de salvarte? —le pregunté.

—Ya nadie puede salvarme Minho, ya tomé dos decisiones y sabés muy bien cuáles son —habló Han —Si no estás de acuerdo puedes irte, te estoy dando la opción de irte primero tú.

—¿Y qué pasa con todas esas veces que me pediste que no me fuera?

—Ahora te estoy pidiendo que te vayas.

—¿No lucharás más?

—Dejé de hacerlo hace rato Minho —dijo Han —Gracias por no permitir que muriera sin saber qué era el amor, te estaré eternamente agradecido y mi corazón también. Perdón por todo lo que te he hecho pasar.

¿Qué nos sucedió?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora