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La idea era inicial era que yo iba a dormir en el sillón que había aquí, pero hubo un cambio de planes y terminé durmiendo al lado de Han. Creí que iba a ser más incómodo de lo que en realidad fue.

Son las 11:15 de la mañana, Han aún no despierta. Hace una hora vino una enfermera a traerle su desayuno, cuando se despierte se lo daré.

Recibí una llamada de la escuela, me preguntaron la razón por la cual había faltado estos días, resulta que Han sí tiene justificativo para faltar y seguir faltando ya que esta hospitalizado, pero yo no. Les expliqué toda la situación sin entrar en muchos detalles pero si sigo faltando puede ser que repita el año, ya falta poco para graduarme y hay muchos exámenes y trabajos con notas importantes que me estoy perdiendo.

Me pidieron que fuera mañana para hablar mejor y ver qué solución podríamos encontrar a todo esto porque yo me quedaré con Han el tiempo que él esté aquí. Igualmente debo regresar porque yo traje cosas para Han, su ropa y esas cosas, pero no traje nada para mí. Debo buscar algunas de mis cosas y él dinero que tengo allá, tampoco tengo mis tarjetas conmigo y las necesito.

Espero no tardar más de un día en todo eso, no quiero dejar a Han solo.

Un doctor vino a ver su brazo, los puntos de sutura en su cabeza y sus golpes, dijo que el golpe en su cabeza estaba cicatrizando de manera correcta y que a su brazo aún le faltaba para comenzar a ver cambios. Tuve que contarle como estaba Han y me dijo que eso podría ser perjudicial para él ya que puede hacer que su proceso de sanación vaya con más lentitud y siento que el doctor tiene toda la razón.

La mente tiene mucho poder, en lo personal cuando yo pasé por mi etapa de bajones emocionales comencé a enfermarme de todo, fue algo impresionante. Si tu mente está mal tu cuerpo también lo estará.

Me dijo que si Han seguía así entonces tendría que venir una psicóloga para brindarle ayuda, en el peor de los casos tendrían que internarlo para evitar que atente contra su vida. No quiero que eso pase.

Ya me estaba pegando el hambre así que decidí salir rápido a comprarme algo para desayunar, lo bueno era que cerca de este hospital hay un supermercado.

Al regresar con mi desayuno en una bolsa ví que Han no estaba en su cama. Me dirigí al baño que había en la habitación y la puerta estaba cerrada con llave.

—Han ¿Estás ahí? —pregunté dando unos suaves toques a la puerta. No recibía respuesta asi que seguí insistiendo hasta que la puerta se abrió.

—¿Dónde estabas? —me preguntó Han.

—Salí a comprar mi desayuno para que no comas solo —le dije. —Sabes que no debes esforzarte tanto, hubieras llamado a una enfermera.

—Mis piernas no están rotas, no seas dramático —habló Han —Solo tenía ganas de venir al baño y ahora tengo que lavarme la boca.

—¿Te duele el brazo o la cabeza?

—No me duele nada, solo es raro que ahora mi brazo izquierdo pese el doble de lo normal —me respondió Han.

Le sonreí y me volteé para ir a dejar mi desayuno arriba de una pequeña mesa que había para después entrar al baño junto con Han.

—¿Qué haces? —me preguntó Han.

—Abre la boca.

—Puedo hacerlo solo Minho, solo tengo roto un brazo —dijo Han rodando los ojos.

—Abre la boca o te la abro yo —le dije. Tenía ya listo su cepillo de dientes con pasta dental en mi mano.

—Voy a llamar a la enfermera.

¿Qué nos sucedió?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora