²⁶

777 92 9
                                    

—Cuando tuve que vender muchas de mis cosas para que unos sicarios no la mataran. Mi turno... —ahora siento miedo, no sé con qué pregunta podrá salir Minho. —¿Tendrías una relación con un hombre?

—Si no tomo en cuenta todas las cosas que me impiden tener una relación con alguien, diría que sí. Mi turno —miré al cielo tratando de encontrar una pregunta indicada para hacer perder a Minho y de repente...

—Mierda.

No pude evitar estallar en carcajadas al ver que a Minho se le había caído el cono de helado encima.

—Han, deja de burlarte

—Pero si es gracioso —seguí riéndome, lo peor de todo es que su chaqueta era blanca y él estaba comiendo helado de chocolate. Estaba riéndome y de repente sentí algo frío en mi boca. —¡Minho! —resulta que Minho me había llenado la boca con los restos de helado que estaba en su ropa.

—Vamos a ver si las chicas de la heladería pueden regalarme algunas servilletas.

—Yo estoy bien aquí, ve tú. —su cara enojada era muy linda. Yo miré al lado contrario ignorandolo mientras terminaba de comerme mi cono de helado, el cual casi se me cae cuando Minho me tomó de la mano y me obligó a ir con él. Nunca me cansaré de caminar tomado de la mano con Minho, aunque él no lo haga con esas intenciones.

Llegamos a la heladería en la cual Minho había comprado nuestros helados hace pocos minutos.

—Hola ehh, me llené de helado la ropa, ¿Por causalidad tienes algunas servilletas para poder limpiarme? —le habló Minho a una de las dos chicas que se encontraban trabajando ahí.

—Por supuesto, agarra las que necesites —le respondió una de ellas después de poner en el mostrador una bolsa llena de servilletas. Ella no dejaba de comerse a Minho con la mirada, ¿Quién se creé para estar mirando a mi-?... ¿Quién se creé para estar mirando a mi amigo de esa forma?

—Gracias. —le respondió Minho. Yo me acerqué a él y tomé una servilleta con la cual comencé a ayudarlo. Ya Minho no estaba tan desastroso, ya nos íbamos a ir hasta que la misma chica volvió a hablar.

—¿Son pareja? —sin antes pensarlo miré a Minho, no sé por qué mi corazón se aceleró y me puse nervioso.

—Somos amigos —respondió Minho con tranquilidad. Obviamente él sí es normal, no como yo. Me separé de Minho ya que no necesitaba más mi ayuda.

—Oh, no quiero incomodarte pero ¿Cómo te llamas? —habló ella con una muy notoria felicidad ante la anterior respuesta de Minho.

—Lee Know.

—Lindo nombre... ¿Podrías darme tu número? Claro, si no es molestia obvio. —el estúpido de Minho le sonrió coquetamente, ¿Que problema tiene con siempre hacer eso? No es necesario. Minho me miró de arriba abajo y volvió a dirigir su mirada hacia la chica.

—Creo que hoy no se podrá, no tengo mi celular y lamentablemente no me sé mi número de memoria. Gracias por las servilletas.

Le dió otra sonrisa a la chica y me dió un suave empujoncito en el hombro en señal de que lo siguiera.

Cuando ya estábamos algo alejados de la heladería comencé a hablar.

—¿No trajiste tu celular? —le pregunté con una ceja alzada. Era imposible que no haya traído su celular con él.

—Por supuesto que lo traje, solo no quería darle mi número. Me daba pena rechazarla.

—Que considerado eres.

—Considerado es mi segundo nombre Han. Es mi excusa perfecta.

—Osea que no es la primera vez que la utilizas...

—Exacto. Es cansador tener que aprender a vivir con semejante belleza como la mía —comenzó a actuar, es todo un dramático.

—¿No has pensado en ser actor? El papel de víctima te queda perfecto.

—La verdad es que no. ¿Debería verdad? Tengo todo para serlo, mi belleza es inigualable.

—Ajá. ¡Hey! No hagas eso.

—¿Hacer qué?

—No te hagas el desentendido ¿Por qué me pateaste el trasero?

—Yo no hice eso. —Minho comenzó a silbar mientras se movía alrededor de mí.

—Si alguien pregunta si nos conocemos quiero que sepas que diré que no.

Y nunca antes había visto una cara de indignación tan exagerada como esa.

—Con que no me conoces... Bien.

Minho se quedó parado mientras veía a todos lados, ví que fijó su mirada en un grupo de más de 5 personas que venía caminando hacia donde estábamos.
Minho me miró de una manera... Psicópata. Lo que sea que está planeando sé que será una locura... Espera.

—Ni te atrevas Minho.

—¿De qué habla mi lindo niño ardilla? —el grupo de personas estaba a unos pocos metros de nosotros, cómo iban a pasar por nuestro lado algunos de ellos nos miraron. —Oigan chicos ¿Saben quién es él?

Me lleva el demonio.

—Se llama Han y es mi mejor amigo. Tiene problemas de memoria entonces siempre tengo que recordárselo —y mientras ese grupo de amigos pasaba justo al lado de nosotros Minho comenzó a darme besos por toda la cara. No fue hasta que ellos se fueron que se digno a soltarme.

—¡¿Minho te volviste loco?!

—Oh, parece que darte besos por toda la cara funcionó ¡Ya me conoces!

Le dí un pequeño pero fuerte golpe en el brazo y comencé a caminar. Me hacía el enojado pero... Mi corazón estaba que estallaba. Me llamó “Mi lindo niño ardilla” y después me atacó con besos. ¡Esto debo escribirlo en mi diario!

Cada vez estoy entrando en un terreno peligroso. Cosas como estás aveces me hacen olvidar que Minho solo me ve como su amigo, aveces es agotador no ser correspondido. Aunque por un lado es lo mejor, tengo muchos problemas que me impiden estar en una relación. Además, mis padres me matarían si se enteran que salgo con un chico.

Minho llegó y pasó su brazo izquierdo por encima de mi cuello.

—¿Me acompañas a casa?

—¿A tu casa?

—Si Han, a mi casa ¿O te doy miedo?

—Estas diciendo estupideces. Vamos, te acompaño.

¿Qué nos sucedió?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora