¿Qué nos sucedió?

²⁷

—Siéntete cómo en tu casa ¿Quieres algo de tomar? —me preguntó Minho.

—No, así estoy bien gracias.

—Bien, iré a ponerme algo limpio y regreso. —dijo Minho para después desaparecer escaleras arriba.

La casa de Minho no es tan grande pero es como si lo fuese, porque está casi vacía. Solo hay una pequeña mesa que ocupa la sala de estar, desde aquí se pude ver hacía la cocina que también está vacía. No hay cuadros, un sofá, adornos... Nada. Parece una casa habitada por fantasmas.

Al estar tan vacía el eco toma protagonismo. Ahora que recuerdo, Minho dijo que tuvo que ayudar a su mamá para que no le hicieran daño, solo espero que todo esté mejor ahora.

Ahí donde estaba comencé a vacilar mi mirada por toda la casa, no hay indicios de animales, que raro.

A los pocos minutos Minho regresó vestido con ropa limpia.

—¿Y tus mascotas? —le pregunté apenas lo ví. La verdad era que tenía muchas ganas de conocerlas.

—Ehm... En este momento no están viviendo aquí, están en unas mini "vacaciones" regresarán la semana que viene.

—Ah ya, me gustaría conocerlas algún día.

—Te prometo que cuando regresen las conocerás. —es muy raro que Minho prometa cosas, así que si lo está prometiendo es porque lo va a cumplir. —Oye ¿Puedo quedarme hoy en tu casa?

—Claro, mi casa es tu casa tonto. —no le iba hacer caso a mamá en esto, me niego.

—Entonces iré a buscar mi uniforme y bolso de la escuela, ya vengo.

Y se fue corriendo hacia su habitación, se me hizo raro que Minho no me invitara a pasar a su habitación.
Seguro debe tenerla toda desordenada... Igual no es obligación que me haga pasar a su habitación, seguro estoy pensando estupideces como siempre.

—Estoy listo —avisó Minho mientras bajaba las escaleras.

—Perfecto. Mamá debe pensar que estoy dormido así que entraremos por la ventana.

—¿Dormido a las 8:00 de la noche?

—Si.

—¿Tienes experiencia en escaparte? —dijo Minho mientras me daba una mirada coqueta.

—No nunca lo había hecho antes. Eres una mala influencia Lee Minho —le respondí mirándolo de la misma manera. Minho reaccionó de manera asombrada, estaba seguro que él no se esperaba que le regresara la mirada de esa forma. Comenzó a acercarse a mí poco a poco hasta que quedamos cara a cara.

—¿Yo soy la mala influencia? —habló con un tono de voz muy bajo, un poquito más bajo y no hubiese podido escucharlo. Minho me miraba teniendo la ceja derecha levantada.

—Si ¿No te gusta serlo? Sabía que lo eras desde la primera vez que te ví —dí un paso más hacia delante, quedamos más juntos aún.

—Oh Han... No sabes cuánto me gusta ser tu —me miró de arriba abajo —mala influencia. —rió un poco y se dirigió a la puerta.

¿De dónde había sacado las fuerzas para hacer eso? Ni idea, ¿Cómo logré mantenerme de pie? Tampoco lo sé... Tantas preguntas y tan pocas respuestas.

✧─── ･ ｡ﾟ★: *.✦ .* :★. ───✧

Ya estamos cerca de mi casa. Nos detuvimos en un minimarket para comprar algunas cosas para comer, teníamos pensado ver películas o algo así.

En el camino Minho se la pasó hablando de lo mucho que odiaba los trends de tik tok y que la mayoría de los tik tokers famosos le parecían patéticos. Yo solo lo escuchaba y asentía, sus argumentos eran válidos por lo que solo me dediqué a escuchar.

Amaba escuchar a Minho hablar y más cuando habla sobre temas que le interesan. Lo considero una persona muy humanista, siempre se va más por ese lado de las cosas y también he notado que es muy filosófico.

La manera en la que los ojos de Minho brillan sin razón aparente es una de mis cosas favoritas. Cada que vemos a un animalito en la calle él busca la manera de conseguir algo de comida para poder darle y tiene la costumbre de siempre pedirle perdón al animalito por no poder llevarlo consigo.

Gracias a Changbin pude saber que a Minho le va mejor en las asignaturas que no conllevan números ni cálculos. Lenguaje es su asignatura con mejor calificación, lo cual confirma mi teoría.

En la escuela las personas tienen la estúpida idea de que Minho es una persona seria, aburrida o hasta en algunos casos lo tachan de ser alguien malo y sin corazón. La gente no se da el tiempo de conocer lo maravilloso que es, su corazón está lleno de bondad... Su abuelita hizo un gran trabajo.

Creo que esos comentarios sobre él pudieron ser una de las razones por la cuál me costó tanto acercarme a él. Minho tenía una barrera y yo logré derribarla y abrirme paso... No sé si hacía su corazón, pero creo que no podría estar mejor en cuanto mi amistad con él.

Y lo entiendo, muchas veces las mejores personas son las que más lastimadas salen. Creo que lo mejor es no cambiar, algunas personas se vuelven "malas" porque alguna vez en su vida los lastimaron y aunque con este pensamiento me vaya a contradecir un poco: las siguientes personas que lleguen a tu vida no deben recibir la peor versión de tí solo porque alguien anterior te lastimó. Está bien tomar medidas para protegernos y evitar ser heridos nuevamente pero tampoco es llegar al grado de ser mala persona.

Minho usó sus medidas para protegerse pero no ha dejado de ser una persona muy bondadosa y respetuosa.

Yo usé mis medidas, las cuales no fueron ni son las mejores pero he tratado de no convertirme en alguien que no soy.

—Yo pagaré —le dije. Él habia pagado los helados anteriormente así que ahora me tocaba a mi.

—Okey.

Llegamos a mi casa. Yo entré primero a mi habitación y me aseguré de que tuviese con llave para luego dejar que Minho entrara.

Me puse mi pijama y salí de mi habitación, quería confirmar que mis padres estaban durmiendo, y sí, ellos ya estaban dormidos.

—¿Qué película vamos a ver? —Me preguntó Minho cuando me vió entrar a la habitación. Estaba apunto de colocarse su camiseta... Mis ojos se desviaron de una manera no muy disimulada hacia su tonificado abdomen.

—Eh... —me propuse a buscar la bolsa con las cosas que habíamos comprado mientras mi mente buscaba una opción para que viéramos en la televisión y al mismo tiempo buscaba calmar mi ritmo cardíaco ya que ver a Minho sin camisa me desconcertó un poco. —¡Ya sé! Hagamos maratón de las películas de Disney princesas.

—¿Qué? No, por supuesto que no.

—Vamos sé que te gustarán.

—No Han, eso no por favor. No veré esas películas jamás.