¿Qué nos sucedió?

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Mientras Han dormía yo lo único que podía hacer era sollozar y tratar de darle un alto a mis pensamientos.

Han se movía mucho, imagino que dormir con tu cabeza vendada, que te la hayan cosido, lleno de golpes y con un yeso en tu brazo es algo muy incómodo.

Cada segundo que pasaba estando a su lado más se me hacía imposible imaginar una vida sin él, no podía. ¿Cómo podré vivir sabiendo que perdí al amor de mi vida? ¿Cómo podré vivir sabiendo que no pude ayudarlo?

Si Han se va... Es que no. ¿Qué haré sin mi malcriado? Me niego.

Está mal acostumbrarse a una persona pero se me hizo imposible. Soy una persona que no demuestra sus emociones y no soy nada cariñoso, tengo amistades pero siempre las mantengo a raya, solo son personas con las que puedo pasar un rato divertido y listo.
Han sacó a la luz una parte de mí que ni yo mismo conocía, una parte de mí que siempre mantuve en la oscuridad; Han ha hecho que cada día pueda conocer más de mí, él me hizo saber qué es el amor, gracias a él descubrí lo sensible que puede llegar a ser mi corazón, gracias a él pude sentir y descubrir nuevas emociones, me ha hecho aprender a cuidar de los demás... Él ha hecho muchas cosas por mí que nunca olvidaré.

Al poco tiempo de que comenzamos a crear un vínculo entre nosotros sentí que él era lo que mi corazón involuntariamente siempre estuvo buscando.

Puedo sentir que él nació para mí y yo para él.

La vida siempre esta en un constante cambio, y si de mí dependiera pasaría toda mi vida a su lado, si la vida llega a alejarnos en un futuro, yo estaré tranquilo porque estoy seguro de que yo habré llegado hasta la última instancia para no alejarnos, pero si no puedo evitarlo de igual forma siempre estaré ahí para él. Yo estaré como él me lo pida pero nunca dejaré de amarlo.

Es verdad lo que dijo Han antes, él me pidió que me alejara y yo decidí no hacerlo, y no me arrepiento de nada.

Nunca imaginé que viviría algo como esto pero si es por él y por el bien de él no me molesta para nada. De mi boca podrán salir palabras descontroladas ya que mis emociones también lo están, pero no lo culpo y nunca lo haré. Siento que es parte de todo esto y es válido para nosotros dos tener miedo y dejar que nuestra mente por minutos se apodere de nosotros.

Todo es nuevo para nosotros, pero sé que podremos salir de esto y si esta situación va a durar mil años, mil años me quedaré aquí con él.

Han y yo sentimos distinto. Él vive sus emociones fielmente y esa es su escencia y no está para nada mal. En mi caso yo reprimo las mías, trato de no vivirlas, no me gusta sentirlas por eso obligo a mi mente a olvidar u eliminar cada recuerdo que puede causarme alguna emoción... Creí que estaba bien hacer eso, creí que hacer eso era lo correcto y Han me hizo darme cuenta que no. No estaba bien eso, debo vivir mis emociones así como él, si no las vivo nunca podré sanar.

Entiendo mucho cuando Han me dice que él siente que tiene heridas en su corazón que nunca cerrarán, nunca cicatrizaran, que no sanarán en su totalidad... Si él que tiene una forma de sentir diferente y más abierta que la mía creé eso ¿Qué queda para mí?

Han puso mis miedos en palabras. Puedo actuar como si nada me afectara, como si nada hubiera pasado pero hay días en los que me doy cuenta de que eso es parte de mi, nunca las podré olvidar, que efectivamente hay heridas en mi corazón que nunca sanarán y que dolerán toda mi vida. Puede ser que ninguna de nuestras formas de sentir sean las correctas ya que ninguna detendrá al 100% dolores del pasado, pero no esta mal, si nos damos cuenta de que no estamos bien aún nos queda esperanza.

Lo peor es que lo sé, sé perfectamente que de esta forma nunca podré comenzar un proceso de aceptación y sanación pero no busco cambiarlo. Sé que todo esto no consiste en olvidar y superar, no. Esto se trata de vivirlo, sentirlo, llorarlo, aceptarlo y abrazarlo... El día que haga eso podré quitarme un peso de encima, podré dejar de sentir culpa, podré dejar de sentir lastima por mi, podré dejar de odiarme y haciendo eso podré comenzar a amarme; en cuanto a mi amor propio siento que no estoy tan mal... No tan mal. Solo que hay veces en dónde te conviertes en tu propio enemigo y olvidas que solo eres un ser humano que está haciendo lo mismo que todos los demás: tratar de vivir su vida de la mejor manera con las herramientas que les fueron entregadas.