Ya habíamos llegado a la casa de Minho, todo estaba limpio y solitario.
—No regresará mínimo hasta el miércoles —me dijo Minho cuando estábamos entrando a su habitación.
—¿Cómo lo sabes? —le pregunté.
—Porque siempre hace esto.
Asentí en forma de respuesta y puse mi bolso en su escritorio para después lanzarme a su cama.
—¿No has recibido un mensaje de tu papá?
—No, no me ha escrito —me respondió Minho.
—¿Crees que tu mamá le haya escrito contándole todo? —le pregunté.
—Estoy seguro que si, cualquier excusa para escribirle es un regalo de los dioses para ella —dijo Minho mientras se quitaba los zapatos y se deshacía del cardigan que llevaba.
—Que pereza ir mañana a la escuela —le dije —ojalá no poder ir. Menos mal que solo nos queda este año y ya.
—Oye si, yo tampoco tengo muchas ganas de ir la verdad. Debemos disfrutarlo, la escuela es una excusa para seguirnos viendo.
—Bueno eso sí es verdad. Si no hubiera sido por la escuela nunca nos hubiéramos conocido —le dije —en la calle hubiera sido completamente imposible porque odio salir, si no fuera por ti me la pasaría en mi madriguera. ¿Puedo poner música?
—Obviamente, iré a darme un baño rápido —me respondió Minho y se metió al baño.
Si hay algo que a mí me gusta es ordenar con música de fondo, hago todo con música. Sin la música yo simplemente no existiría.
—¡Minho, ¿Puedo usar tu computadora?! —le grité para que pudiera escucharme.
—¡Si! —me gritó Minho de vuelta.
Ahora Minho conocerá una nueva faceta mía, si no quiere todas mis facetas lo nuestro no puede ser.
Entré a Spotify en la computadora de Minho y puse el volumen al máximo, mientras escuchaba Sunflower Vol. 6 de Harry Styles. Es una de mis canciones favoritas y el título me recuerda al cuento del girasol que Minho me contó.
Ahí estaba yo casi gritando la canción mientras ordenaba el closet de Minho, no estaba tan desordenado pero no me importa.
—¿Qué haces? —me preguntó Minho con una sonrisa. Ya se había terminado de duchar, tenía un pantalón deportivo y tenía el torso descubierto.
—Ordenando un poco —le respondí.
—Por lo que veo te gusta está canción —habló Minho acercándose a su computadora —“Sunflower” lindo nombre para una canción.
—La letra es lo mejor —le dije mientras tarareaba la canción —terminé. Ya no hay más nada para ordenar.
—¿Por qué dices eso como si fuera un problema? —me preguntó Minho a la vez se sentaba frente a su computadora.
—¡Porque lo es! Ya no podré escuchar música mientras hago algo —le dije. La canción ya se había acabado y había cambiado a otra —vuelve a poner la que estaba, plis.
—¿La volverás a escuchar?
—La escucharé 100 veces —le dije. La canción comenzó a sonar otra vez, la melodía inundó mis oídos y el ritmo comenzaba a subirme el ánimo. Comencé a bailar por toda la habitación mientras cantaba con mi nuevo micrófono: un control remoto.
De vez en cuando escuchaba la risa de Minho, había movido la silla para darme más espacio para bailar y cantar.
—¡Te la dedico! —le dije alzando la voz porque la música estaba muy fuerte.

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¿Qué nos sucedió?
Novela JuvenilHan Jisung es un chico común, así como tú y yo. Han tiene problemas familiares y sufre de miedo al abandono. Un día ve a Minho en su escuela y se comienza a enamorar de él. Vive todos los días con miedo a que Minho se vaya. Veremos los obstáculos qu...