¿Qué nos sucedió?

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Ya eran las 8:30pm y seguíamos peinados.

—¿No tienes antojo de algo? —le pregunté a Han, esta tarde se antojó de pizza y tuve que ir a comprarla.

—Quiero una hamburguesa —me respondió Han.

—No iré a comprarla, la voy a pedir por la aplicación.

—Esta bien.

—¿No te duele la cabeza por los moños? —le pregunté.

—No, no me duele nada.

—A mi si, me los voy a quitar antes de que entre una enfermera —dije y en ese momento tocaron la puerta.

—¡Adelante! —dijo Han alzando un poco la voz. La puerta se abrió y entró una enfermera con comida para Han.

—Hola chicos ¿Cómo estás Han? —habló ella, era muy amable y agradable, anteriormente me ha ayudado cuando Han pasaba por algunas crisis.

—Estoy bien ¿Te gustan nuestros peinados? —le preguntó Han.

—Se ven muy tiernos ¿De quién fue la idea? —preguntó la enfermera mientras colocaba la bandeja en la mesa.

—Fue mía —le dije mientras movía mis cejas.

—Primero me lavó el cabello... Casi me arranca la cabeza —le dijo Han y la enfermera rió.

—¡Hey! Yo lo hice con amor —le dije a Han.

—Yo no dije lo contrario —dijo Han para después darme un beso en mi mejilla.

—¿Nos podrías sacar una foto? —le pregunté a la enfermera.

—Por supuesto —me respondió ella. Le pasé mi celular y Han y yo posamos para la foto.

Luego de tomarnos la foto la enfermera se despidió de nosotros y se fué para seguir con su trabajo.

—Nos vemos lindos —dijo Han mirando la foto.

—Si, te ves muy lindo —dije y luego nos dimos un beso.

—¿Ya pediste nuestra cena? —me preguntó Han cuando nos separamos.

—Si, llegará en 20 minutos. Nos pedí unas hamburguesas junto con papitas fritas y algo para beber.

—Rico —dijo Han mientras sonreía.

—Tu eres más rico que eso —le dije mientras rosaba la punta de nuestras narices.

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Ahora estábamos cenando sentados en el suelo mientras escuchábamos música.

—Gracias por comprarme algo para cenar —habló Han mientras comía una papita frita —Me da algo de cosa que tu gastes en mí y yo no he comprado nada.

—No deberías, no me molesta comprarte cosas y menos si es comida —le dije.

—¿No has hablado con tu mamá? —me preguntó Han.

—No, su celular sale apagado. Espero poder hablar con ella pronto y saber si esta bien.

—Puedes regresar a tu casa Minho —me dijo Han.

—No quiero, prefiero estar aquí contigo.

—Minho no te preocupes, no me iré —habló Han —Tu mamá no te ha contestado, no sabes nada de ella y me hace sentir mal que no puedas estar con ella por mí culpa ahora que están mejor.

—No digas eso, no es tu culpa, estoy aquí por voluntad propia —le dije.

—Ahora deberías estar con tu mamá, después de todo lo que te dijo tienes que estar a su lado.