²⁸

850 95 12
                                    

—¡Estúpida vieja narcisista que solo busca aprobación! ¿Cómo pudiste hacer eso? ¿Te imaginas que alguien le haga eso a algunos de mis gatos? ¿Lo imaginas Han?

—No viviría para contarlo.

—¡Por supuesto que no!

Ese era Minho mientras veía la escena en la cual Blancanieves se comía la manzana envenenada. Agradezco a Dios que el ruido de mi habitación no llega a la habitación de mis padres, Minho está casi gritando indignado mientras ve la película.

Tanto que me peleó porque supuestamente esta era una película para niños pequeños y ahora él está que le da un infarto.

—¡Han!

—¿Ahora qué pasa Minho? —no pueden pasar 5 segundos sin que Minho haga un comentario sobre la película... Creo que le gustó jajaja.

—Me da miedo el aspecto de esa vieja.

—No puede ser ¿Es en serio? Te la pasas viendo películas de terror y vienes a decirme que ella te da miedo.

—Hablo muy en serio. ¡Es muy fea!

—Ya. Déjame ver y escuchar la película.

Minho frunció el seño y puso su cabeza en mis piernas. El cabello de Minho es muy suave.

Rato después la película ya estaba por terminar. Minho estaba luchando contra el sueño, no quería perderse el final de la película por nada del mundo.

Sus ojos estaban casi cerrados por completo ¿La verdad? La verdad es que yo había dejado de ver la película hace mucho rato, para mí fue 100 veces mejor ver cómo Minho luchaba por no dormirse. Hubo un momento en el que apagué el televisor porque creí que ya se había quedado dormido y de repente escucho "¿Por qué lo apagas? Estoy viendo la película”.

Le bajé el volumen al televisor poco a poco, ya la película había terminado y Minho estaba dormido en mis piernas. Me moví un poco en busca de una posición cómoda para mí, nos cubrí con la cobija a los dos y cerré los ojos buscando conciliar el sueño.

—Tu nunca me darás la espalda ¿Verdad? —dijo Minho de repente. Me sorprendí porque yo creí que ya estaba dormido y también por la pregunta que me hizo.

—No sería capaz de hacerlo jamás.

Y nunca antes había dicho algo con tanta seguridad. No sería capaz de darle la espalda a la única que persona que está ahí para mí, a la única persona que me ha visto en mis momentos más vulnerables, a la única persona que me apoya...

Me ha costado mucho llegar a esto con Minho. Muchas peleas conmigo mismo, muchas noches en vela, muchas lágrimas y muchos recuerdos no muy lindos, lo último que haría sería darle la espalda, dejarlo... No me creo capaz de dejarlo ir.

✧─── ・ 。゚★: *.✦ .* :★. ───✧

—Minho despierta, se nos hará tarde.

—¿Que día es? —me preguntó Minho. No sé en qué momento se quitó la camisa, pero no la tenía puesta. Me dió risa que Minho estaba tan dormido y desorientado que hasta se le había olvidado que día era hoy.

—Es martes Minho. ¿Cuantos dedos tengo aquí? —puse mis manos frente de él haciéndole burla.

—Ahorita tienes 10 pero pronto haré que tengas 7. —me respondió Minho con una tranquilidad que me asombraba. No sé cómo puede decir esas cosas tan relajado.

—¡Minho! Me gustan mis dedos. Ya levántate rápido y alístate.

—¡Ahhh! Odio los martes, me toca matemáticas ¡Odio matemáticas!

¿Qué nos sucedió?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora