¿Qué nos sucedió?

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—Minho sí tengo miedo, pero no de ti —le dije. A este punto ya me sentía menos nervioso.

—¿Y de qué o quién?

—De que te vayas Minho. De eso tengo miedo.

—¿Y por qué me iría Han? A menos que seas no sé... Un asesino por ejemplo. No digas tonterías Jisung.

—No son tonterías Minho. Tengo miedo que hagas como todos los demás y te vayas —poco a poco comenzaba a decirle cosas que no quería, no podía controlar mi boca —He contado lo que me pasa y se van, me he callado todo y de igual manera se van ¿Que debería hacer? No lo entiendo. No entiendo a los humanos, incluyéndome.

—Han que esas personas se hayan ido no fue tu culpa. Seguramente tuvieron sus razones o no, seguramente entre esas razones tú no eras una de ellas y si eras una de esas razones ellos fueron los que perdieron no tú. —dijo Minho mientras se acercaba más a mí —Yo te estoy pidiendo que me cuentes ¿Entiendes? Te lo estoy pidiendo, sería estúpido que me aleje de ti por algo que te estoy pidiendo. No me iré Han, no te dejaré. Quiero ayudarte y si no puedo ayudar al menos quiero ser un apoyo para ti.

—Pero y si...

—Y si nada Han. ¿Hablar te hará sentir mejor? Hablamos, ¿Salir a comer te hará sentir mejor? Salgamos a comer entonces, pero quiero que me cuentes cuando te sientas mal para yo saber qué hacer.

—Eso suena a que seré una carga para ti.

—No lo serás Han. Tu nunca serás una carga para mí.

—¿Y si aveces estoy mal sin saber porqué?

—Me lo dices, también me pasa eso Han, a todos nos pasa. Cuando uno no habla se encierra en sus mismos pensamientos, muchas veces somos nuestros peores enemigos, nos autosaboteamos y no pensamos con claridad por eso es bueno hablar y contar con otro punto de vista.

—Esta bien, creo que tienes razón —le respondí.

—¿Por qué estabas llorando hoy? ¿O harás que le pregunte a Leebit?

—No sé si estoy siendo un mal hijo y eso me está matando —al fin pude hablar en voz alta sobre eso. Sentía un nudo en mi garganta muy feo.

—¿Los problemas con tu mami siguen? —preguntó Minho tomándome de las manos. No sé cómo o si solo era yo y mi estúpido enamoramiento hacia él, pero sus ojos estaban brillando, sus ojos siempre brillaban. Eran muy hermosos.

—Si. ¿Recuerdas que una vez te dije que mi papá se había ido de la casa? —Minho asintió en respuesta —Bueno... Las discusiones con mi mamá habían cesado, me sentía mejor en ese tema hasta que, hace creo que dos semanas, regresé de la escuela y me enteré que mamá dejó que papá regresara. Se habían reconciliado y luego se fueron de vacaciones.

—¿Por eso te desmayaste la vez anterior?

—Si, ví unas fotos que mi mamá publicó con mi papá. Ellos se veían tan ¿Felices? Mi papá no es una buena persona Minho, una persona que le pega a su esposa e hijo sin razón no es buena. Todo estaba en calma sin él, tenía la esperanza de que mamá al fin pensara en ella pero no —y en este punto me dí cuenta que estaba llorando cuando ví una lágrima caer en mi pierna.

—¿Por eso estás enojado con ella?

—Si. Ella... Ella puso a un hombre por encima de mí, su hijo. Desde que estoy pequeño he estado ahí para ella Minho, siempre la defendí, siempre la apoye. Ella está poniendo a un hombre por encima de ella, por encima de nosotros. Ella me dijo que él no regresaría, que él no nos haría más daño y aquí está otra vez.