¿Qué nos sucedió?

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Ya es el día, son las 12:00pm y la audiencia comienza a la 1:30pm, me desperté en la madrugada y desde ahí estoy tratando de no pararme frente a un auto y que me arrolle.

Minho se despertó dándome abrazos y besos, tratando de hacerme reír y despejar mi mente y le agradezco su esfuerzo pero solo estuve fingiendo mi sonrisa toda esta mañana.

Sook dijo que iría, Yoonmin se quedaría con su abuela hoy y el papá de Minho también estará ahí, les agradezco mucho su preocupación y el apoyo que me han dado.

Llevo una hora encerrado en el baño, doy vueltas en este pequeño baño, pongo mis manos en agua fría, me lavo la cara con agua fría y nada, sigo sintiendo que voy a colapsar.

Desearía ser alguien tranquilo y despreocupado pero sencillamente no puedo, esto es algo que me supera y que nunca me ví capaz de hacer.

Desearía tener el poder de desaparecer o poder viajar al futuro y detenerme en dónde toda esta pesadilla ya haya pasado.

—Han, llevas ahí mucho rato ¿Estás bien? Recuerda que nosotros debemos encontrarnos antes con los abogados y luego ir a lo de la audiencia —escuché la dulce y delicada voz de Minho a través de la puerta.

—Si... Si estoy bien, ya voy —le respondí tratando de sonar lo más normal posible.

Me levanté y solté un gran suspiro con la esperanza de deshacerme de todo lo que sentía pero para mi mala suerte eso no funcionó de nada; giré el picaporte y salí del baño.

—Mi niño... Estás del color de un papel —dijo Minho acercándose a mi con preocupación para luego darme un abrazo —Todo estará bien ya lo verás.

—Lo sé —le respondí correspondiendo su abrazo —¿Debería comenzar a alistarme?

—Deberias comer algo Han —me dijo él poniendo sus manos en mis mejillas y mirándome a los ojos, en su mirada y tono de voz se notaba mucha preocupación.

—No tengo hambre, comeré después —le respondí y luego ví mi celular, tenía una hora para estar listo e irme a ver con mis abogados.

—Han, debes comer —siguió Minho insistiendo con ese tema. Solo asentí con la cabeza y fuí a acostarme en la cama.

Ahí me quedé viendo la pared que tenía en frente, no sé cómo haré esto, no puedo.

¿Cómo puedo ser fuerte? Siento que me desmayaré en cualquier momento y eso es algo que no puedo hacer, ni aquí ni allá.
No puedo mostrarme débil ante papá, él sabe que soy débil pero me gustaría actuar un poco.

Segundos después llegó Minho, se acostó detrás de mi y me abrazó.

—Debes comenzar a vestirte —me dijo.

—Lo sé —le respondí casi sin pensar, mi voz casi era inaudible, sentía mi garganta cerrarse y al oxígeno escapar de mis pulmones.

En eso me llegó un mensaje de mi abogado preguntandome cómo iba... Estoy tirado en la cama y ni siquiera me he bañado.

Sin pensarlo me senté al borde de la cama tratando de calmar las voces en mi cabeza, no las aguantaba, ni siquiera eran entendibles las cosas que decían.

Minho se pusó detrás de mi y me abrazó, mi cuerpo sintió un escalofrío el cual recorrió todo mi cuerpo; cuando me siento así me pongo muy sensible y cada roce me arde.

—Minho... Necesito espacio, me siento claustrofobico desde que me desperté —le dije parandome de la cama. Giré en el lugar para poder ver a Minho a la cara, me acerque a él y lo besé —Te amo.